—Je, esa apariencia seguramente te conseguirá mucha atención, Su Alteza. Algunos incluso pueden saber que eres tú —dijo Flint.
—¿Qué tiene de malo esta apariencia? —pregunté.
—Pareces una Reina —él dijo.
—Yo soy la Reina.
—Quiero decir, ¿no vas a salir como una Reina, verdad? Pensé que Su Alteza se pasearía por el mercado —él dijo.
—Sí, lo haré. Pero antes de eso, iré a Ava. Y voy como su tía que resulta ser la Reina. Ya me acostumbré mucho a este tipo de vestido y accesorios. Esto se siente más normal que las apariencias normales —dije.
—Te ves lo suficientemente normal —dijo Dem, acercándose por detrás—. Además, no llevas tantos accesorios como usas todos los días. Aún así, atraerás atención ya que eres tan hermosa y linda. Pero yo estaré allí para matar a los mosquitos.
—Su Alteza convertirá cualquier situación en una coqueta... Ah, no, quiero decir, es muy impresionante —dijo rápidamente cuando Dem lo fulminó con la mirada.