(Desde la perspectiva de Azul)
—Te amo, Dem...
—¿Por qué bebiste cuando yo no estaba aquí?
—¿Eh? —murmuré mientras abría los ojos lentamente al escuchar la voz familiar.
Era Dem. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que lo vi. Para ser honesta, tuve miedo por un momento cuando lo miré.
—¿Ahora tienes miedo de tu propio marido? —preguntó con un tono peligroso.
—N-No, es... no es eso...
Estaba enfadado por alguna razón. Sus ojos negros se veían aterradores y sentí que podía partirme por la mitad con su mirada.
—Eres demasiado descuidada —dijo enojado—. Bebiste delante de otro hombre y además, te emborrachaste. Luego mostraste tanta piel a alguien que no es tu marido.
—¿Piel? —murmuré sorprendida y miré hacia abajo solo para encontrarme vistiendo la lencería que Ruby me había comprado— ¿Eh? ¿Cuándo me puse esto...