[Existen innumerables libros en el mundo, varios de ellos son ignorados, otros pueden llegar a la fama, unos nos enseñan y otros son olvidados. Algunos nos acompañan efímeramente, mientras que otros se impregnan en nuestra alma...]

-En el bosque, durante la noche, una luz tenue proveniente de una fogata cae sobre delgadas páginas casi translúcidas que parecieran estar a punto de romperse por haber sido pasadas tantas veces. Las letras, apenas legibles por la suciedad de los dedos que han repasado incontables veces los párrafos en búsqueda de una respuesta, palidecen ante las manchas de sangre que se asoman en los bordes de las páginas. Cambio las hojas una y otra vez sin cuidado, buscando una respuesta. Me sumerjo en el mar de letras hasta que escucho la voz del hombre a quien debo proteger.

"Vamos, se acabó el tiempo."

-Sentada sobre un tronco, volteo para observarlo. Cabello negro y ojos amarillos como el sol, los cuales resaltan en la noche y me observan con agudeza. Miro brevemente el libro antes de volverlo a cerrar. Es áspera esta portada de cuero, ha pasado por mucho, tanto que apenas se puede leer el título. Apoyada en mi lanza, me levanto mientras sigo a este dichoso héroe...

-Avanzando a través del pequeño campamento, me pregunto: ¿Cómo alguien como él puede ser considerado un héroe? ¿Qué se necesita para ser uno? ¿Solo debes decir que lo eres y ya? Con los ojos fijos en su espalda, se detuvo un instante.

"¿Qué miras?"

-¿Eh? ¿Está molesto? Es difícil de saber; él siempre tiene una mirada intensa, sin importar la situación. "Ah" suspire, ¿en qué estoy pensando? Desviando la mirada y con un tono molesto simplemente respondí como de costumbre.

"Cállate, no te miro a ti."

-Mirándome de manera despectiva, suspiró.

"Deberías descansar más."

-¿Eh? Estaba algo molesta ¡¿Cómo podría? Hemos estado aquí, allá y quién sabe dónde más, todo por tu maldita prisa. Solo hemos estado escapando, no me das ni tiempo para darme un simple baño."

"Pudiste haberte lavado si no estuvieras pegada a ese libro todo el tiempo." Respondió cortante.

"¡Cállate! Tú sabes por qué no puedo dejar de leerlo…."

"¿En serio? Entonces, ¿qué dice el libro?"

-Vacilante, miré nuevamente el libro, recordando lo que era. [Icn] ese era el título del libro que sostenía en mano. Es un artefacto muy raro de clasificación desconocida que me fue otorgado a la edad de 18 años por este tipo al que sigo. Según él, nadie más que yo puede leerlo; ni siquiera él sabe qué dice. Pero…¿realmente lo que está escrito aquí son notas de mi vida anterior?. ¿Quién creería eso?

-Esta es la quinta regresión del mundo y, según el contenido del libro, cada vez que el héroe muere, el mundo se reinicia debido a su destino. Sin embargo, el siempre se termina involucrando en esta guerra y terminará muriendo de todas formas no importa lo que haga.

-Se que aún existen varias preguntas e incógnitas acerca del futuro, pero estoy segura de que, si logro juntar las piezas escritas por mis anteriores regresiones, entenderé el mensaje y cambiaremos el futuro. Así que te contaré todo a su debido tiempo.

"Pues..." -Antes de que las palabras salieran de mi boca, un hedor a sangre inundó mi nariz.

-Lleno de sangre y sosteniendo apenas su brazo, un soldado corría desesperadamente mientras gritaba con angustia.

"¡Nos atacan, nos atacan, nos atacan! ¡Todos despierten, nos...!"

-En el momento en que nuestros ojos se encontraron, el soldado que corría a la distancia cayó en un instante; una daga atravesaba su garganta. En el suelo, lleno de sangre, trataba de arrastrarse con un brazo mientras aún trataba de gritar... Sin embargo, no se escuchaba su voz. Enojada, miré hacia el bosque donde finalmente vi al enemigo, mientras los soldados corrían hacia ellos.

"¡Nos encontraron, corran!"

"¡Protejan a los héroes!"

"¡No dejen que pasen!"

-Los soldados gritaban mientras los enemigos se acercaban, eliminando a los soldados ferozmente. Guardé el libro en mi cinturón y apreté con fuerza mi lanza, lista para apoyar a nuestros soldados. Sin embargo, algo me tomó del brazo. ¿Eh? ¿Qué está haciendo? Mirándome como siempre, me detuvo.

"¡¿Qué estás haciendo? Déjame pelear, yo no soy un héroe."

"¿Acaso eres tonta? Si vas, morirás."

"¡No ves que están muriendo por nosotros!"

"¿Y qué vas a hacer tú?" - su voz era fría...

-Tal vez tenga razón. Tal vez no sea fuerte, pero ¿eso importa? Probablemente aún no quiere que muera porque soy útil, pero ¿acaso no siente nada? Incluso su mirada no cambia al rozar una flecha por el costado. ¿Por qué no hace nada? Por favor... llena de rabia, desahogué mis pensamientos.

"¡Sé que soy débil, que no tengo tu fuerza y que tal vez tengas la razón, pero esta no es la manera en la que actúa un héroe!"

-Entre gritos y flechas que llegaban a nuestro alrededor, esperé. Por favor, déjame ayudarlos, pensaba mientras miraba su mano que sostenía mi brazo. Sin embargo, no debí tener esperanza de que cambiara.

"Cállate... ¡no desperdicies la oportunidad que nos dan, vámonos!"

-Este maldito, en verdad no le importa tirar las vidas así. ¿Acaso alguna vez ha llorado? ¿Sabe siquiera qué tan doloroso es perder a alguien? Seguramente no... Dejando de poner esfuerzo en liberarme, lo miré. Supongo que no me deja otra opción. Preparándome para atacarlo, una voz nos interrumpió...

"¡Alex! ¡Via! Tomen rápido, ya dejen de pelear y vámonos. Los demás ya se adelantaron."

-Era Thomas, quien nos miraba a los dos con una cara sonriente, tratando de ocultar su miedo y frustración mientras agarraba esas bolsas viejas manchadas de tierra. Era solo un año menor que yo, pero siempre trataba de soportar lo que yo no podía. Aun así, no podía aceptarlo.

"¡Tú también!… Thomas, ¿no ves que, si vamos todos, podemos lograrlo?"

-Thomas, con la cabeza baja, lanzó la mochila a mi pecho, interrumpiendo mis quejas mientras entregaba la otra a Alexander.

"Por favor, ya basta. ¿No puedes ver que nadie quiere hacer esto?"- parecía molesto

"Pero…"

-Ya lo sabía. El solo ver sus pequeñas manos temblar me hizo tragarme mis palabras. Por supuesto que a nadie le gustaba la idea, pero entonces, ¿solo puedo ver a los soldados morir mientras me siento tan impotente? Entre lágrimas y viendo la escena, susurré:

"La próxima vez."

-Así, regresando la mirada hacia Thomas, decidimos seguir al héroe cobarde a través del denso bosque. Mientras que a lo lejos los choques del metal resonaron en esta noche, haciendo que conforme nos alejábamos, el ruido del bosque se volvió el protagonista.