Light estaba acostado en una cama cuando lentamente había despertado. Con su cabeza un poco fatigada aún, se sentía desorientado y poco a poco fue apoyando su espalda contra la pared mientras su cuerpo seguía en la cama.
Light miró a su alrededor y su mente volvió recordando que él, cuando había salido del bosque, llegó al cuarto de Helleans y después cayó desmayado.
Luego de eso, Light no pudo recordar más nada.
En cuestión de segundos, Light se levantó de la cama y caminó hasta detenerse en frente de la ventana del cuarto de Helleans.
Light observó las afueras mientras su mente divagaba en el momento dónde estuvo luchando contra el lobo salvaje. Ese recuerdo hacia que el corazón del pequeño se agitará y que su espalda sintiera nuevamente esa sensación de escalofrío.
Ese fue la primera situación de vida o muerte que Light había experimentado. Sin duda alguna, ese recuerdo siempre estará presente para recordarle lo ingenuo, débil y pequeño que es.
Detallando mejor la escena, Light sabía que tuvo mucha suerte cuando luchó contra el lobo. La bestia desde un principio se encontraba agitada, hambrienta y cansada.
Light lo había notado, solo gracias a eso, el niño tuvo la oportunidad de plantar cara a la situación, sin mencionar qué, desde que el lobo salvaje notó la presencia de Light, lo había subestimado completamente.
Mientras Light pensaba en eso, soltó un suspiro y dirigió su mirada hacia el bosque.
—Definitivamente tengo que tener mucho más cuidado y ser más precavido.
Light después de decir esas palabra, sus ojos de iluminaron cuando una pregunta rondó por su cabeza.
¿Cómo era posible que actualmente, él esté lleno de energía y que tanto sus moretones como golpes y rasguños estén sanados?
La curiosidad y perplejidad podía ser revelada en su mirada. Light observaba su cuerpo, miraba sus brazos y daba pequeños saltos en el aire.
—Increíble —susurró Light.
Al cabo de unos segundos, Light escuchó la puerta del cuarto abrirse y volteó a ver cómo Helleans entraba con una bandeja llena de galletas y un jarrón de vidrio lleno de jugo.
Helleans se quedó quieto mientras observaba a Light parado en la ventana. La mirada de Helleans era sería, mientras que en el rostro de Light, se veía una sonrisa llena de tranquilidad y gratitud.
Helleans al ver cómo Light le sonreía, solo pudo soltar un suspiro y caminar al pequeño mesón que estaba junto a su cama, dejando allí la bandeja.
—Por un momento me pusiste en aprietos ¿Sabes? —comentó Helleans—. Llegar desmayado y herido hizo que me preocupara un poco, idiota.
Light abrió un poco los ojos, se sentía sorprendido por escuchar que Helleans en realidad se había preocupado por él.
Después de saber eso, Light se rió de forma suave y dijo:
—En verdad lo siento. Todo ocurrió de repente, por suerte, pude escapar de las fauces del lobo salvaje.
—Si, por suer... Espera ¿Que? —Helleans estaba aturdido ante lo que dijo Light.
El pequeño solo pudo sonreír de forma avergonzada mientras seguía diciendo.
—Mientras entrenaba en el bosque, me había dado cuenta de que por alguna razón, no podía avanzar para mejorar mi núcleo de mana, por lo que había decidido irme y cuando estaba a punto de marcharme, apareció un lobo salvaje.
Helleans seguía asombrado, su mente definitivamente no podía creer lo que escuchaba, ¿El niño frente a él había escapado de una bestia salvaje? Sin duda era algo difícil de aceptar.
Helleans también tenía conocimiento sobre las bestias y sus peligros. Conocía la fuerza y lo aterrador que era un lobo salvaje gracias a qué su abuelo le contaba personalmente sobre las bestias y que también había leído el libro que Light tenía actualmente.
En base a eso, Helleans podía darse una idea clara de lo peligroso que era encontrarse con una bestia salvaje, y no solo eso, Light, se había encontrado con un lobo salvaje, unas de las bestias más "salvajes" de su especie.
—Mientes. Ni siquiera mi abuelo y mi padre juntos podrían sobrevivir ante un lobo salvaje, y mucho menos tú —respondió Helleans mientras tomaba asiento.
Aún se sentía un poco sorprendido y fuera de sí.
—Bueno, sé a lo que te refieres. Yo también pensé que estaría acabado, pero mi suerte al parecer era buena.
—¿A qué te refieres? —preguntó Helleans confundido.
—Hubieron muchos factores que afectaron el encuentro. Primero, el lobo salvaje era muy joven, segundo, ya se encontraba cansado y hambriento, tercero, me había subestimado desde el principio dándome la oportunidad de contraatacar con todo lo que tenía —explicó Light—. Todo eso estuvo presente a la hora de enfrentarme al lobo dándome la oportunidad de matarlo y salir del bosque.
Helleans estaba escuchando cada palabra que salía de la boca de Light. Después de todo, estaba hablando de escapar de la muerte que representaba el lobo salvaje.
—Dices que tú suerte al parecer era buena, ¡Tu suerte definitivamente era buena, no solo buena, demasiado buena, idiota! —refutó Helleans en respuesta a lo que explicó su amigo.
Light solo podía sonreír con ironía mientras se frotaba la cabeza, después se puso un poco serio y comentó nuevamente.
—Hice todo lo posible por evitar ser destrozado por el lobo salvaje, aún así resulte con heridas, además de estar drenado de energía y estar extramadamente fatigado. Con un poco de esfuerzo reuní suficiente mana para llegar hasta aquí, aún así caí inconsciente, y cuando desperté, estaba como nuevo.
Helleans podía ver el rostro de asombro y curiosidad ante su situación en los ojos y gestos de Light, por lo que no pudo evitar soltar un suspiro y explicar lo que sucedió después.
—Cuando caíste inconsciente, te llevé a la cama y después use una poción de sanación que tenía guardado.
—¿Poción de sanación? —preguntó un poco confundido Light.
A pesar de que se la pasa leyendo mucho en su casa libros normales y libros relacionados a la magia o cosas similares a eso que existían en este mundo, aún así no podía recordar a ver leído algo sobre poción de sanación.
Incluso llegó a excavar en lo más profundo de sus recuerdos pero no sirvió de nada.
—Soy alguien que le gusta estar al tanto de todo, leyendo y absorbiendo información, pero no sé nada sobre eso de la poción... Mi abuela Susan tampoco me mencionó nada sobre eso.
—Es normal que no sepas ni encuentres nada relacionado a eso, ni yo mismo se muy bien sobre la poción de sanación, solo se lo básico gracias a mi abuelo —respondió Helleans mientras agarraba una galleta y se la comía.
—Puedes decirme lo que sabes, además ¿Cómo es que tú tienes algo como eso? —preguntó Light intrigado.
Al ver que Helleans comía galleta. Light no resistió a la tentación del aroma dulce que desprendía, por lo que en cuestión de segundos, apareció al lado de Helleans y agarró no una, si no dos, mientras un brillo recorrieron los ojos del niño al probar las deliciosas galletas.
Helleans miró a Light con ojos vacíos mientras se retiró un poco de él junto a la silla.
A Light no me importó mucho el gesto de su amigo por lo que agarró otras dos galletas más y se sentó en la cama. Helleans seguía viendo a Light con ojos como si estuviese viendo a un bicho raro.
Light no pudo aguantar más las miradas que le lanzaba Helleans por lo que hablo:
—¿Que? Están realmente deliciosas.
—Como sea ¡Solo no me vayas a dejar migajas en la cama! —Helleans se frotó sus cejas para aliviar el estrés que le producía Light y prosiguió—. La poción de sanación se crea a partir de plantas medicinales y es procesada con la ayuda del maná y todo ese proceso lo hace un mago. ¿Y como es que yo tengo algo como eso? Simple, soy el hijo del jefe de los guardias del pueblo, además de que soy el nieto del jefe del pueblo. Ellos me dieron eso como medida de prevención, incluso para mi abuelo y mi padre se les hace un tanto difícil conseguirlas.
Light escuchó a Helleans de principio a fin y pudo entender solo un poco. Debido a que ayudó a su abuela en el tratamiento de Sofía, comprendió lo básico sobre plantas medicinales.
Light se sentía sorprendido por lo útil que podía llegar a ser esas plantas, sin duda alguna, una emoción y curiosidad envolvió el pecho y la mente del niño, queriendo salir a recorrer el mundo en busca de conocimientos y ver qué tan peligroso era.
Pero ahora más que nunca, Light tenía muy en claro que para lograr eso, tenía que ser lo suficientemente fuerte como para no pasar una situación como la que experimentó en el bosque.
Una mirada seria y llena de determinación apareció en los ojos del niño, quería volverse fuerte, muy fuerte.
—¿Cuántas pociones de sanación tienes actualmente? —siguió preguntado Light
—Debido a que use uno en tí, ahora solo me quedan dos —afirmó Helleans sin miedo a revelar la verdad—. Cómo te había dicho, para el abuelo y mi padre se le hace un tanto difícil conseguirlas. Las pociones de sanación son caras y no todos los mercaderes andantes las venden.
Helleans no tenía miedo de contarle sobre la poción a Light, después de todo, ambos ya se tenían secretos guardados mucho más impactantes que eso. Helleans a pesar de tratar a Light como lo trataba, el niño sentía un nivel de confianza y amistad muy altas hacia Light; ambos sentían que eran compatibles en varios aspectos.
—Ya veo... Bueno, a lo mejor la abuela Susan sepa más al respecto, ella es una maga curandera.
Helleans entendió lo que quería decir Light y asintió al respecto, el también se sentía intrigado por saber más sobre la poción de sanación.
Su abuelo solo se especializaba en cosas de combates y algunas que otras armas, más no tenía un conocimiento basto de la poción, así que no podía preguntarle más sobre el tema a él.
—Por cierto, ¿que no Susan te da clases a ti sobre magia? —recordó Light.
—Ella por los momentos solo me está enseñando sobre lo básico de la magia, como funciona, el núcleo de mana y esas cosas. En realidad no es que me falte mucho eso, pero para salvaguardar las apariencias, tengo que recurrir a las enseñanzas de tu abuela —le respondió Helleans.
Light se sentía un poco mal por dentro, su abuela Susan quería enseñarle a él he instruirlo en el camino de la magia, pero el se negó; al ver que Susan se sentía feliz de ver cómo le enseñaba a Helleans, su tristeza se redujo bastante.
Light sospechaba que su abuela quería por lo menos formar parte en el crecimiento de niños tan talentosos como ellos, por lo que ver cómo ella se tomaba en serio la tutela de Helleans, se sentía satisfecho; pero al escuchar lo que decía su amigo, no pudo suprimir un leve sentimiento de tristeza y culpabilidad al respecto.
—Helleans, espero y te tomes las enseñanzas de la abuela en serio. No sabes lo feliz que se ve cuando nos relata sobre cómo eres muy bueno y tú progreso gracias a su pequeña ayuda —le comentó Light con una voz un poco seria y con una mirada un poco sombría—. No la ilusiones si no necesitas su ayuda.
Helleans podía sentir un leve escalofrío al escuchar a Light por lo que respondió rápidamente.
—Tranquilo, no lo tomes a mal. En realidad aprecio demasiado lo que ella hace por mi, y entiendo lo que quieres decir. A pesar de todo, sus enseñanzas si me son de ayuda, son como un conocimiento extra que me favorece cada vez más, y siempre trato de prestar la mayor atención posible, así que estate tranquilo.
Helleans pudo sentir el cambio drástico de humor de Light por lo que su rostro mostraba una sonrisa amarga.
'Este niño a veces da miedo' pensó Helleans.
Light solo sonrió de forma amable.
—Tampoco te lo tomes a mal, no te estaba amenazando, amigo.
Light se rió un poco y después procedió a tomar un poco de jugo para luego levantarse de la cama.
—Necesito bañarme y cambiarme de ropa, ¿Podrías prestarme tu baño? —pregunto Light.
—Claro, haz lo que quieras —le respondió Helleans.
Un rato después, Light salió bañado y cambiado de ropa.
Light se puso el suéter manga larga que había dejado y debido a que su short estaba un poco roto y muy sucio, Helleans le prestó uno del mismo tamaño y color y se lo puso.
La daga que llevaba estaba llena de sangre por lo que la lavó y la escondió debajo del suéter manga larga. Light tenía el cabello mojado, al estar un poco largo y ser liso le iba a costar un poco a qué secara por lo que recurrió a usar el fuego.
Light creo una pequeña llama y la colocó un poco retirado de su cabeza y el calor procedió a hacer lo suyo. Light después de un rato se acomodo el cabello y quedó como nuevo.
—¿Que harás ahora? Digo, casi mueres allá en el bosque, dudo que quieras volver nuevamente —comentó Helleans.
—En parte tienes razón, no volveré al bosque, por un tiempo. Dejaré que pasen unos tres días y luego retomaré con mayor seguridad y prevención mi entrenamiento en el bosque. Por alguna razón, siento que tendré un cambio dentro de poco.
Ante la respuesta de Light, Helleans solo pudo suspirar y negar con su cabeza.
'En serio, solo buscas más problemas' pensó para si mismo Helleans.