Albert llegó a su casa y de ante mano, no habló inmediatamente con Susan ni Ailyn. Él espero hasta la cena para poder comentar sobre el tema.
—Susan, Ailyn —comenzó Albert—. Lo que diré en un momento puede que las afecte un poco, pero confío en que lo tomarán con calma y no entrarán en pánico.
Al ya decir eso, Ailyn no pudo evitar sentir un sentimiento de angustia y confusión. Que su esposo de la nada salga con ese tipo de conversación, sin duda era inusual, por lo que Ailyn ya se sentía un poco preocupada.
Susan por otro lado, a pesar de no sentirse tan preocupada, aún logró percibir una pizca de intranquilidad y un mal presentimiento. Susan de forma rápida optó por cambiar su expresión de una sonriente a una seria.
—Actualmente el pueblo se encuentra bajo una fuerte amenaza, dónde unos bandidos planean invadirnos y saquear todo —en el momento que Albert comentó el problema, notó de inmediato el pánico y la angustia que recorrieron los rostros de Ailyn y Susan—. Pido por favor que no se alarmen y se tranquilizen, ya se que esto es algo peligroso, pero mantengan la calma.
—Entiendo que quieras calmarnos, pero Albert, lo que dices es un grave peligro que nos acecha —agrego Susan.
—Cariño... No deberías de decir esas cosas en frente del niño —dijo Ailyn al notar que su hijo aún seguía en la mesa.
Ella no quería que Light se asustara y entrará en pánico también. Ella era ya una persona adulta, por lo que asimilar la situación solo tomaría unos cuantos respiros. Aún sabiendo eso, Ailyn no podía evitar sentirse asustada, y para evitar que su niño sintiera lo mismo, le avisó a Albert.
Light en vista al comentario de su madre, solo pudo reaccionar colocando un rostro serio y soltando un suspiro.
—Nena, Light ya sabía de la situación hace mucho, por lo que él está más calmado que tú y más al tanto del peligro que se avecina —le respondió Albert a su esposa de forma honesta y sincera.
Ailyn se sintió confundida y rápidamente miró a su hijo sin saber que decir.
—Madre, pido perdón por haberte ocultado este secreto, pero sabía que aún no era tiempo para discutirlo, y mucho menos yo sería el indicado para hacerlo —Light se disculpó inmediatamente y evadió toda probabilidad de regañó y reproche por parte de su madre—. Y concuerdo con mi padre, deberías respirar unas cuantas veces y calmarte un poco, la abuela Susan ya asimiló todo. Además, no te preocupes, ya hay un plan para esta situación.
Light le habló de forma directa y lo más suave posible para que su madre se calmara y pudieran seguir con la conversación. También agregó a su voz una pizca de inocencia para así darle a su madre un toque de seguridad y verdad en sus palabras.
El pequeño sintió que ya había hecho lo suficiente para que su padre siguiera comentando lo que se habló con el abuelo de Helleans, por esa razón, culminó con una sonrisa sincera sus palabras para reconfortar a su madre.
Albert asintió en forma de aprobación a su hijo. Cada vez sentía que su pequeño se volvía una persona fuerte y madura a pesar de su corta edad, y eso lo hacía sentir mucho más orgulloso.
Albert pudo notar que su esposa ya se sentía un poco mejor. Tuvo suerte de que Light hablara debe forma rápida para así lograr que Ailyn no se sintiera más angustiada y aterrada.
—Tienen razón, ahora me siento más calmada, cariño, puedes seguir —dijo Ailyn.
Dicho eso, Albert con el consentimiento de Sara, procedió a explicar tocó lo que se habló en la casa del jefe del pueblo. Ailyn mientras escuchaba, no pudo evitar sentir muy triste y una que otra lágrima se le salieron y con todo pesar, le daba su más sentido pésame a Sara.
Ailyn no podía imaginar lo trágico y lo mal que se hubiese puesto ella si hubiera vivido tal escena. Sabiendo y pensando en eso, una vez más se volvió a sentir incómoda y angustiada. Pero aún así, trato de mantener a la fuerza la calma.
—Ailyn, ya todo quedó en el pasado. Vine aquí para así poder evitar esa tragedia nuevamente —comentó Sara—. Me gusta estar aquí, y haré todo lo posible por mantener este pueblo a salvo también.
—Cariño, Lenear me indicó que tanto tú, como Susan, sean las portadoras de esta noticia. Ustedes son buenas para hablar de forma calmada con el público y también tienen muy buenas relaciones con ellos, sobre todo tu, Susan —Albert fue al grano y al mismo tiempo, depósito la mayor tarea a Susan.
—Entiendo completamente todo, admito que me siento algo angustiada y siento un mal presentimiento, pero aún así, haré todo lo posible por advertirles al pueblo —Susan a pesar de lo comentado, se sentía segura de si misma y tenía confianza en que podría calmar a las masas—. Ailyn, hija, espero y me ayudes con esta tarea.
Ailyn tenía la mente un poco desordenada por tantas emociones negativas y pensamientos de calma, pero como pudo, logró organizar todo en breves segundos y con una mirada llena de seriedad, asintió a la petición de su esposo y a la de su madre.
—Haré todo lo que esté a mi alcance para ser de ayuda también.
Light en vista de todo el desarrollo que ocurrió en tan pocos minutos, se sintió aliviado y muy inspirado, lleno de mucha más determinación que antes.
Aumentar su fuerza y progresar en su entrenamiento ya no era por un cosquilleo en el pecho que le daba motivación. Ahora su progreso en la fuerza era para poder proteger y salvar las vidas de sus seres queridos, para así seguir despertando cada mañana con un sentimiento de seguridad.
Ahora que las cosas estaban claras, la ceja fluyó tranquilamente y pudieron terminar rápido. Al no tener otro tema de conversación, todos se fueron a sus respectivas habitaciones.
Light por otra parte, se quedó en la biblioteca otra vez para seguir leyendo otro libro del autor, "Arthur Velmoch". Sin duda, esa persona había logrado captar la atención de Light sin necesidad de mencionar magia o algún tipo de texto relacionado al progreso de la fuerza y el poder.
Simplemente escribía libros llenos de poesía romántica y frases inspiradoras que aumentaban y expandían las mentes de los lectores que las leían.
Light al ser un niño con una capacidad cerebral ya madura y en pleno desarrollo, entendió el concepto detrás de esos libros. Por lo que fue fácil para él agradarle.
Light sabía que no todo en la vida tenía que estar envuelto en peleas, poder, fuerza y matanzas. Uno también tenía que tener un tiempo para calmar el alma y la mente, disfrutar del momento y apreciar lo bueno del mundo.
El pequeño se dió cuenta de eso al notar que estaba entrenando excesivamente sin el tiempo justo para detenerse y pensar mejor en su entrenamiento. Debido a eso, ocurrió el problema de no saber cómo avanzar en su cultivo y estancarse.
También confirmó ese pensar cuando estuvo leyendo el libro esa noche. El libro también contenía frases que hacía que Light entendiera mejor el descanso después del esfuerzo.
Eso sí, que uno tuviese tiempo para descansar y relajarse no significaba que se tenía que aflojar el esfuerzo, no. La idea era despejar la mente para que tú progreso y ese dicho esfuerzo, fluyera con mejor calidad y mayor rendimiento.
Light al estar en frente de la estantería, buscó en la sección donde se encontraba los libros de dicho autor. Allí encontró unos 6 libros, de esos 6, ya había leído uno, por lo que procedió a escoger otro.
"La luna y el sol". Ese fue el título del libro que Light eligió.
Le pareció intrigante el nombre del libro, por lo que no dudó en agarrarlo y sentarse en el sofá junto a la chimenea ya encendida.
Y así pasó nuevamente la noche. Sentado en el sofá, frente a la chimenea leyendo un buen libro para calmar su mente y así lograr que su energía y maná fluyera mejor.
Al día siguiente, Light pidió permiso para ir al pueblo por si solo. Él quería pasar un día recorriendo el lugar sin la necesidad de ir con sus padres.
Si bien el pequeño iba al pueblo de vez en cuando con su madre, siempre tuvo que recorrer un camino fijo. Light nunca había explorado como tal el pueblo donde había nacido y se encontraba creciendo.
Pedir permiso fue un asunto fácil ya para él. Light no sentía miedo o pena alguna cuando le hacía alguna petición a sus padres. Y el que ellos aceptarán no era razón para alarmarse o asombrarse.
Light ya tenía 5 años, no solo eso, Light ya podía defenderse y cuidarse de cualquier persona del pueblo. Albert y Ailyn también conocían a los que habitaban, por lo que ya sabían que de igual manera, la gente del pueblo eran buenas personas.
Albert incluso fue el primero que accedió a la petición de su hijo. Él más que nadie sabía sobre la seguridad aumentada en toda la zona, así que no había que alarmarse tanto.
Albert también tenía que hacer las cosas notificadas por Lenear, para así comenzar la construcción de la casa de Sara.
Ailyn y Susan tampoco iban a estar en casa, ellas dos junto a Sara irían a comenzar a informar sobre el peligro que se avecinaba. La esposa de Zirion también estaba involucrada.
Sara al notar que nadie estaría en casa, se sintió angustiada por su hija. Por un momento se le cruzó por la mente no ir y quedarse con su pequeña, pero Ailyn y Albert le dieron una solución.
—Sara, deja que Sofía salga con Light. Le caerá bien explorar el pueblo también —dijo Albert.
—Así es, mi pequeño es todo un caballero y podrá cuidar muy bien de tu hija —comentó Ailyn con una sonrisa agradable.
Sara al escuchar a la pareja, dudó por un momento y después miró a Light. Light al sentir la mirada, giró su cabeza y observó a Sara.
Light podía notar la mirada de duda y al mismo tiempo de inspección, por lo que, Light asintió afirmando que cuidaría de Sofía todo el tiempo.
—Esta bien, Light, pequeño, cuida de mi hija, desde que llegó, ella no ha salido y tampoco se ha relacionado con nadie. De seguro le caerá bien conocer un poco —dijo Sara con una voz suave y comprensivas—. Deja y la busco.
Light también comprendió lo que dijo Sara. Una niña que había sufrido una enfermedad que no le permitía disfrutar como era debido su niñez era sin duda un golpe trágico para la pequeña. Además, ella también había visto un poco de la tragedia que ocurrió en su pueblo.
Light en ese momento había pensado en como no había entrado en un estado de shock o depresión. Sin duda era una niña con una voluntad fuerte.
Después de un rato, Sara bajó con su hija. Sofia iba vestida con un vestido de tela suave y ligero de color rosa, y al mismo tiempo tenía un sombrero que cubría su cabeza.
Light la observó y no pudo evitar pensar en lo linda que estaba. Anteriormente, Sofía tenía un tono de piel pálido debido a su enfermedad, pero gracias al tratamiento de Susan, la piel de Sofía ahora lucía blanca con tonos rosados por sus mejillas.
—Oohh, pero que linda se ve —comentó Ailyn al ver a Sofía—. Mi pequeño estará cuidando de una encantadora señorita.
La sonrisa y el comentario inocente de Ailyn pudo notarse y eso hizo que Sofía se sonrojara un poco. Ella nunca había salido desde que llegó y tampoco había compartido mucho con nadie, menos con Light.
En el momento que su madre subió y le contó de la situación, se sintió nerviosa y apenada. Salir de repente con un niño la tomó por sorpresa.
Sara tenía una sonrisa igualmente de agradable y feliz como Ailyn. Su hija saldría a tomar un aire después de tanto, y podrá despejar su mente de todo lo malo que le había pasado, obvio que Sara se sentiría feliz.
Sofía miró por un instante a Light y pudo notar su mirada en ella y como sus mejillas también se encontraban un poco sonrojadas. Eso la hizo sentir mucho más avergonzada y nerviosa.
Light era también un niño con buenos rasgos, serio, inteligente y muy atractivo para su edad. Todo eso sumado a ser un gran talento, Sofía definitivamente se sentiría algo tímida.
—Bueno, supongo que tenemos que irnos ya. El tiempo es valioso —interrumpió el momento Susan.
Ella tenía razón, el tiempo a partir de ahora era valioso y debía aprovecharse.