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Chapter 15 - Batalla en el magma

NOTA: Los derechos de las series Neon Genesis Evangelion y Black Lagoon NO me pertenecen. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, solo como medio de esparcimiento. No me demanden.

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— Profundidad actual 170, velocidad de descenso 20. Todos los sistemas normales. La visibilidad es cero. No puedo ver nada. Cambiando al monitor CT — informaba la Segunda Elegida a medida que junto a su EVA se internaba en las profundidades del magma.

— ¿Puedes ver algo? — preguntó Ritsuko.

— Poco, el rango de visibilidad está limitada a 120 metros — informó Asuka, mientras se sumergía cada vez más en las profundidades del volcán.

— La profundidad es de 400, 450, 500, 550, 600, 650... 900, 950, 1.000, 1.020. Excediendo el límite de seguridad — señalaba Maya, mientras iba dando un reporte metro a metro del descenso del EVA-02 — Profundidad 1.300: Posición prevista del objetivo alcanzada.

— ¿Puedes ver algo, pelirroja? — preguntó una seria Balalaika, quien estaba pie a un lado de Maya con los brazos cruzados bajo el pecho, sin despegar la vista de los monitores frente a ella.

— Nada detectado. No hay nada aquí — respondió la chica.

— La corriente de magma fluye mucho más rápida de lo esperado — señala Ritsuko de pie junto a Boris.

— Hay un margen de error en el movimiento del objetivo — informó Hyuga.

— Entonces apresúrense y recalcúlenlo. La operación debe continuar. Desciendan más profundo — ordenó Balalaika, recibiendo miradas de sorpresa de los presentes pero devolvieron inmediatamente la atención a sus obligaciones, ya que sabían que no era prudente cuestionar a la nueva Directora de Operaciones.

— Profundidad de 1.350, 1.400 — anunció Maya.

— Segundo tubo de circulación quebrado — informó Benny.

— Profundidad de 1.480. ¡Excediendo la profundidad máxima! — anunció una preocupada Maya.

— Aún no hemos encontrado al objetivo. Continúen. ¿Pelirroja, cómo estás? — preguntó la rubia.

— Puedo aguantar. Quiero terminar este trabajo y tomar una ducha — respondió Asuka, arrancando una sonrisa de la ex–mafiosa.

— Katsuragi conoce unas fuentes termales cerca de aquí. Vendrá luego y nos llevará después de la misión, por ahora, desciende un poco más — fueron las palabras de la rubia.

— Profundidad máxima más 120 — informó Maya.

— El EVA-02 perdió el Cuchillo Progresivo — informó un ya tenso Benny, logrando que Balalaika estrechara los ojos por un momento.

— Profundidad máxima más 200 — anunció Maya, logrando que la tensión en el ambiente se pudiera cortar con un cuchillo.

— ¡Capitán Balalaika, detenga esto! ¡Esta vez hay alguien ahí! — dijo Hyuga, mirando a la rubia, preocupado por la vida de Asuka.

— ¿Estás cuestionando mis ordenes, Hyuga? — preguntó la rubia al hombre de lentes, dándole una fiera mirada, que hizo que el hombre se encogiera en su asiento.

— Está bien, no hay problema. Puedo ir más lejos — se escuchó a Asuka por los altavoces.

— Profundidad 1.780. Alcanzando posición prevista del objetivo luego de la recalculación — anunció Maya, por lo que Hyuga tuvo que devolver su atención a sus instrumentos, pero pudo sentir que la penetrante mirada de la rubia aun seguía sobre sus hombros.

— ¡Esperen! ¡Puedo ver algo! — se escuchó por los altavoces a Asuka, interrumpiendo todo allá arriba.

— Objetivo visualmente confirmado — dijo Hyuga, revisando sus instrumentos.

— Prepárense para la captura — demandó Balalaika.

— Ya que la corriente los lleva a ambos, sólo dispondrás de una oportunidad para el contacto — informó Ritsuko, inclinada hacia adelante junto a Maya, revisando la información que entregaban los instrumentos de medición.

— Lo sé. ¡Confíen en mí! — dijo Asuka.

— 30 segundos para el contacto con el objetivo — informó Hyuga, logrando que la tensión en el Centro de Mando Móvil subiera aún más en intensidad.

 

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Cerca de 1.800 metros sumergidos bajo el magma, el EVA-02 enfundado en su traje especial Tipo-D se acercaba rápidamente al objetivo. En el interior de su unidad, una seria Asuka se preparaba para la parte más difícil de la misión, sujetando con fuerza los mandos de su EVA.

— Velocidad relativa 2.2. Objetivo en el rango. Expandiendo la jaula electromagnética — anunció la pelirroja, accionando la gigantesca jaula y capturando al Ángel en el primer intento.

— ¡Objetivo capturado! — Señalo Asuka sonriendo para sí misma al terminar de asegurar la jaula, mientras veía a esa gigantesca crisálida contenida dentro de la jaula en la cual la llevaría a la superficie. Las cosas habían resultado menos complicadas de lo que había imaginado. Con satisfacción escuchó por el comunicador un parco "Bien hecho, pelirroja" por parte de Balalaika, quien, por el tono de voz, dejaba entrever que había satisfacción en ella por el buen trabajo realizado. Seguía sin gustarle la nueva Directora de Operaciones, pero había algunas cosas de ella no podía dejar de reconocer, como su fuerza y liderazgo.

— Jaula asegurada, operación de captura completa. Comenzando el ascenso — terminó de informar la pelirroja con una sonrisa.

— ¿Asuka, estás bien? — se escuchó preguntar a Shinji.

— Por supuesto — respondió la chica con orgullo — Esto fue pan comido... sin embargo, esto más parece un Sauna-Suit que un Plug-Suit. Aaahh... quisiera ir pronto a las fuentes termales.

 

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En el Centro de Mando Móvil todos respiraban más tranquilos ahora que la operación había finalizado su parte más riesgosa. Balalaika esbozaba una leve sonrisa que dejaba claro que estaba satisfecha por como habían resultado las cosas, pero no por eso se había relajado. La operación no terminaría hasta que tuviera a esa "cosa" a buen recaudo en NERV.

— Parece que la tensión de Asuka hubiera desaparecido repentinamente — comentó Ritsuko.

— Es comprensible. Hay mucha presión sobre ella — respondió Boris dedicándole una mirada a la científica — Si fallamos en esta operación, tendremos otro Segundo Impacto.

— Veo que te has interiorizado bien de toda la información pertinente, Boris — dijo Ritsuko. 

— Y francamente no deja de sorprenderme todo esto. Los Ángeles, los EVA, y toda esta tecnología que parece sacada de una taquillera película yanqui. Las cosas eran más simples cuando a tu enemigo podías eliminarlo con la ráfaga de un AK-47.

— No sabía que fueras un hombre chapado a la antigua, Boris — comentó Ritsuko, dedicándole una sonrisa pícara al hombre de la cicatriz en la cara, arrancándole un leve sonrojo, para su total satisfacción.

— Muy bien ustedes dos. ¡Basta de cotorrear! La operación aún no ha terminado — ladró Balalaika, llamando al orden a la pareja, logrando que tanto el ex-militar como su nueva novia se cuadraran en posición firme y respondieran al unísono un "sí señor".

Para Balalaika no había pasado desapercibida la actitud de esos dos. Su leguaje corporal era bastante evidente. Comprendía que el Sargento era hombre, y como tal, era normal que buscara una mujer para que atendiera sus necesidades. Lo que nunca imaginó es que esa mujer sería Ritsuko Akagi, ni mucho menos que su relación fuera a un nivel tan personal. Bien, podía aceptar eso mientras Boris no descuidara sus obligaciones; además, la doctora podía ser una buena fuente de información y una carta muy importante en su plan para NERV.

— El EVA-02 está por emerger a la superficie — informó Maya, sacando a la rusa de sus reflexiones.

— Ya era hora — dijo Balalaika encendiendo otro habano, pero justo en ese momento las alarmas comenzaron a sonar por todo el Centro de Mando Móvil — ¿Qué demonios pasa?

— ¿¿Qué es esto?? — se escuchó gritar a Asuka por el intercomunicador.

— ¡No puede ser! El Ángel está empezando a desarrollarse mucho más pronto de lo calculado — dijo una sorprendida Ritsuko, observando las cifras de los monitores.

— ¿Estado de la jaula? — preguntó la ex–mafiosa a Hyuga.

— A este ritmo no lo soportará — informó el hombre de lentes.

— El EVA-02 ha emergido — informó Maya, logrando que por un momento todos guardaran silencio.

 

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Saliendo del magma y aún colgada de una gigantesca grúa, el EVA-02, enfundado en su traje de protección Tipo-D, tenía problemas para sujetar su carga ya que el Ángel en su interior comenzaba a crecer y amenazaba con romper la jaula electromagnética que lo tenía contenido, haciendo que el EVA-02 se meciera de un lado a otro.

— ¿Qué rayos está pasando? — preguntó un sorprendido Shinji, al ver como el EVA-02 luchaba por mantener sujeta la jaula, que se sacudía de un lado a otro — ¿¿Asuka, estás bien??

— ¿¿TE PARECE QUE ESTOY BIEN, BAKA?? — ladró en respuesta una apurada pelirroja.

— Aborta la captura pelirroja. ¡Suelta la jaula! — ordenó Balalika, desde el Centro de Mando Móvil.

Asuka no necesitó que le repitieran la orden, de inmediato accionó el seguro y la jaula fue liberada comenzando su caída hacía el magma, pero a medio camino ya no fue capaz de mantener cautivo a su prisionero, explotando y dejando libre al Ángel, que cayó al magma sumergiéndose en él.

— El Ángel se sumergió en el magma — informó Maya.

— Cambio de planes. La aniquilación del Ángel es ahora la máxima prioridad — ordenó Balalaika — Pelirroja, tendrás que bajar otra vez y acabar con esa cosa — informó la rubia, apareciendo en una pantalla desplegable dentro del EVA-02.

— He estado esperando por esto — respondió Asuka con una sonrisa, la misma que desapareció de su cara nada más ver una gruesa columna de magma elevarse desde abajo.

El Ángel saltó desde las profundidades del volcán estirando uno de sus brazos y por poco agarra una de las piernas del EVA-02, alcanzando a desgarrar parte de la protección del equipamiento antes de caer otra vez al magma incandescente, donde comenzó a nadar en círculos alrededor del EVA-02, que seguía colgando desde la grúa.

— Esa maldita cosa por poco y me atrapa — dijo una exaltada Asuka.

— Recuperen al EVA-02 de inmediato. Colgado ahí solo es un blanco fácil para el Ángel — ordenó Balalaika, justo en el instante en que el Ángel saltó otra vez, solo que ahora logró asirse de una de las piernas del EVA color rojo.

— ¡¡Me atrapó!! — gritó la pelirroja, moviendo las piernas, para tratar de liberarse — No me lo puedo quitar de encima. Este maldito traje no me deja moverme con libertad.

— Aborten la última orden. Si recuperamos el EVA-02 ahora, subiremos el Ángel aquí — dijo una molesta Balalaika, que no estaba para nada contenta por como iban las cosas — ¡Shinji! — llamó.

— ¡En posición, Capitán! Blanco en la mira — informó el Tercer Elegido desde el borde del precipicio que llevaba a la fuente de magma, donde se podía ver al EVA-01 con un Rifle Pallet en las manos.

— ¡¡Fuego!! — ordenó la rubia.

Shinji jaló el gatillo y el Ángel recibió una lluvia de balas con punta de uranio empobrecido impulsadas por ondas electromagnéticas, mientras pugnaba por sujetarse mejor de las piernas del indefenso EVA-02; pero las balas solo rebotaban sobre su dura piel sin causarle el menor daño. Al ver que el Rifle Pallet no causaba ningún efecto, el EVA-01 la lanzó a un costado y tomó un lanzamisiles que estaba a sus pies y apuntó.

— ¡Comete esto! — dijo el joven piloto EVA, jalando el gatillo.

El misil salió despedido dejando una columna de humo a su paso, yendo a impactar directo en la cabeza del Ángel que aún forcejeaba agarrado a las piernas del EVA-02. Se produjo una gran explosión, tras la cual el Ángel perdió el sentido del equilibrio para volver a caer de cabeza en el magma. Arriba, el EVA-02 lucía entero, salvo algunos rasguños extras causados al equipamiento de protección por las fuertes garras del Ángel. 

— ¿Estás bien, Asuka? — preguntó Shinji.

— ¡¡Por poco me vuelas junto con esa cosa y preguntas si estoy bien!! — rugió la pelirroja.

— Ya… bueno… es que no se me ocurrió otra forma — se excusó el chico.

— ¡¡El Ángel se acerca a la superficie!! — se escuchó informar a Hyuga, atrayendo la atención de los Pilotos EVA.

No habían pasado ni dos segundos desde que Hyuga dio el aviso cuando el Ángel volvió al saltar desde el magma, solo que ahora no se dirigía hacia el EVA-02, que aún seguía colgado de la grúa, sino que saltó hacia uno de los costados rocosos de la abertura que daba al río de magma, agarrándose con sus poderosas garras, trepando hasta saltar hacia la superficie, pero ya había alguien esperándolo.

El Ángel no alcanzó a aterrizar en tierra firme cuando fue recibido por una potente patada giratoria del EVA-01, que lo mandó volando de vuelta a donde había salido, solo que no cayó al magma como había previsto Shinji. El Ángel se sujetó del brazo de la grúa desde donde le lanzó un fiero rugido al EVA color púrpura, antes de abalanzarse sobre él. Las chispas saltaron al chocar los Escudos AT de ambos antes de rodar por el suelo. El impacto de fue de tal magnitud que todo saltó por los aires ante el impacto de ambos colosos, incluido el Centro de Mando Móvil, que quedó volcado de costado, con la puerta mirando hacia el cielo y todos sus ocupantes desparramados y aturdidos en su interior.

— Oigan, ¿qué rayos está pasando ahí arriba? ¡Alguien responda! — dijo una tensa pelirroja, aún colgada de la grúa.

— El Ángel está acá arriba… estoy peleando con él — dijo Shinji entre dientes, forcejeando con su enemigo, que abrió su boca en un potente rugido, enseñando sus afiladísimos dientes, momento en que el EVA-01 logró subir una de sus piernas empujando al Ángel y mandándolo a volar varias decenas de metros hacia atrás, levantando una nube de polvo al caer.

Un poco más atrás, Balalaika había logrado trepar por la puerta del volcado Centro de Mando Móvil, parándose sobre el costado del vehículo. Corría sangre desde su frente y por la comisura de los labios, pero parecía no notarlo, su vista estada fija en el gigantesco EVA-01 y el Ángel que comenzaba a ser visible a medida que se disipaba la polvareda. Balalaika no es una persona que fuera fácil de sorprender. Con varias guerras a cuestas y un pasado en la mafia, había visto y hecho cosas que perfectamente podrían volver loca a una persona normal. Ella era una mujer dura, una veterana de guerra; pero por primera vez en mucho tiempo, tuvo que reconocer que estaba realmente impactada al ver cara a cara a su enemigo.

Era un engendro irreal de más de 50 metros de alto, mucho más grande y corpulento que el EVA-01. Su cabeza era como la de una rana, con dos ojos al costado izquierdo y un par de curiosas antenas que parecían terminar en un par de ojos falsos. Sus brazos eran largos y poderosos y terminaban en unas portentosas garras dentadas diseñadas para sujetar y desgarrar todo lo que cayera en ellas. El resto de su cuerpo era como la cola de un camarón. Era la cosa más extraña y bizarra que Balalaika había visto en toda su vida, y se llevó una nueva sorpresa cuando el engendró rugió, revelando una gran boca llena de hilera tras hilera de largos y afilados dientes. Una verdadera bestia depredadora que, si no era detenida, perfectamente podía aniquilarlos a todos.

— ¡¡Capitán, póngase a cubierto!! Es peligroso estar aquí afuera — dijo Boris asomándose por la puerta del volcado Centro de Mando Móvil.

— ¿Puedes creer esto, Sargento? ¿Puedes creer que semejante criatura exista en este mundo? — se preguntó Balalaika de pie sobre el vehículo, sin prestar atención a lo que decía su subordinado y sin quitar la vista del Ángel, que se preparaba para atacar otra vez.

Boris siguió la línea de visión de su superior y no pudo dejar se sorprenderse al ver al Ángel. Ya había visto videos de las pasadas batallas, pero ver un Ángel en vivo y en directo rugiendo a unos cuantos cientos de metros era algo totalmente distinto y… aterrador.

— Hicimos bien en venir aquí, Sargento — dijo Balalaika con una sonrisa de satisfacción en los labios — Esta es una guerra que no podíamos perdernos. Esta guerra decidirá el destino de la humanidad. Pelearemos en ella… ¡¡Y ganaremos!!

— Capitán — fue todo lo que pudo decir Boris, al ver a la rubia con una sonrisa en los labios, excitada por la batalla.

— ¿Hemos recuperado los sistemas? — se alcanzó a escuchar la pregunta de Ritsuko, proveniente desde el interior del maltrecho Centro de Mando.

— No del todo. Pero al menos hemos logrado recuperar el contacto con los Pilotos — informó Benny.

— ¿¿Alguien quiere decirme que mierda está pasando ahí arriba?? — fue lo primero que se escuchó por los altavoces, palabras que venían de una furiosa pelirroja, demandando saber qué pasaba y porque aún seguía colgada de la grúa.

Boris, que estaba trepado por la puerta del vehículo, estaba por decirle algo a su Capitán, cuando la tierra comenzó a temblar. Con horror vio como el Ángel había cargado sobre el EVA-01.

Las chispas comenzaron a saltar nuevamente cuando los Escudos AT de los dos gigantes chocaron. Ninguno cejaba en su intento de neutralizar al otro. Finalmente ambos Escudos AT se anularon mutuamente, empujando hacia atrás a ambos contendientes producto de la onda de choque. Con sorpresa y algo de horror, Shinji se percató que se detuvo muy cerca aplastar al volcado Centro de Mando Móvil, y que su Capitán estaba de pie sobre el volcado vehículo observando la pelea. Shinji no tuvo mucho tiempo para seguir pensando en la rubia, ya que el Ángel nuevamente se le fue encima, y se vio envuelto en un nuevo forcejeó con la criatura, que lo llevó a quedar otra vez a escasos metros de aplastar, esta vez con un pie, al Centro del Mando Móvil y a su querida Capitán.

— ¡¡Capitán, salga de ahí!! — gritó Shinji por los altavoces del EVA.

— ¡¡Niet!! (1) — respondió Balalaika, por un intercomunicador en su mano — No vine a Japón para salir corriendo con la cola entre las piernas en la primera batalla. Estoy aquí para ganar esta guerra. Ahora cumple con tu deber, soldado. Derrota a esa bazofia. ¡¡ES UNA ORDEN!!

— ¡¡Si señor!! — dijo Shinji entre dientes, respondiendo a las ordenes de la mujer.

Haciendo uso de lo aprendido en el entrenamiento, Shinji se las arregló para liberarse del agarre del Ángel y, en un rápido movimiento, le aplicó una llave haciéndolo girar en el aire para mandarlo a volar; solo que no calculó bien la trayectoria y el Ángel se fue a estrellar contra la grúa, averiando el sistema de cableado que sostenía al EVA-02, haciendo que este cediera e hiciera caer descontroladamente al EVA-02 dentro del rió de magma.

— ¿¿A que mierda están jugando ahí arriba?? — gritó una furiosa Asuka, mientras el EVA-02 se sumergía en el magma por segunda vez y a gran velocidad.

Shinji no tuvo tiempo de responder a la chica. Con un salto se fue sobre el Rifle Pallet, abriendo fuego cuando lo tuvo en sus manos. El Ángel que estaba reincorporándose, recibió una lluvia de balas de uranio empobrecido que rebotaban en su dura piel sin dañarlo, pero que a su vez lo hacían retroceder hasta el borde del precipicio, por el que terminó cayendo gracias a una última ráfaga de disparos. Al ver que el Ángel había caído, el EVA-01 corrió hasta la grúa para detener el cable.

— ¿¿Asuka, estás bien?? — preguntó Shinji, logrando trancar el cable.

— No gracias a ustedes. ¿Acaso quieren matarme? — preguntó una furiosa pelirroja.

— ¡¡Basta!! — dijo Balalaika, apareciendo en una pantalla desplegable dentro de ambos EVA. Se la podía ver con algo de sangre en la cara y una mirada fiera en los ojos — El Ángel cayó dentro del magma y según nuestros instrumentos ahora va por ti. Prepárate para pelear.

— Genial. ¿Con qué se supone que pelee? Estoy desarmada.

— Improvisa mientras te enviamos algo — fue la cortante respuesta de la rubia.

— ¿Improvisar? — preguntó Asuka sin creerlo, pero no tuvo más tiempo para reclamar, ya que sus instrumentos le decían que el Ángel se acercaba a ella más rápido de lo aconsejable — ¿Dónde está? No logro ver casi nada.

De pronto una figura fue visible frente a ella y con horror se percató que era el Ángel que se acercaba con la boca abierta listo a devorarla.

— ¡Soltando lastre! — informó la pelirroja, justo a tiempo para que su EVA se elevara lo suficiente sobre la corriente de magma para dejar pasar al Ángel justo bajo sus pies, quien tuvo que conformarse por ahora con mascar el lastre haciéndolo añicos — Eso estuvo cerca. Esa cosa es rápida.

— Shinji lanzará su Cuchillo Progresivo. ¡Atrápalo! — ordenó Balalaika.

— Ya era hora. ¡Lánzalo Shinji! — dijo Asuka, levantando la vista y estirando un brazo por sobre la cabeza del EVA, para poder sujetar el cuchillo apenas llegara a su alcance.

Asuka tenía un ojo puesto sobre su cabeza y otro en los monitores que le mostraban lo que ocurría a su alrededor, y con horror vio que el Ángel se acercaba a ella nuevamente a toda velocidad con la boca abierta enseñando todos sus afiladísimos dientes. Sobre su cabeza, el Cuchillo Progresivo estaba casi al alcance de su mano.

— ¡¡Oh, no!! — dijo la chica cuando vio al Ángel que se iba sobre ella, sin darle tiempo a sujetar el Cuchillo Progresivo.

El Ángel abrió su enorme boca y le dio un fuerte mordisco al indefenso EVA-02, y comenzó a zarandearlo de un lado a otro, como si estuviera tratando de arrancarle un pedazo. Asuka apenas podía mantenerse sentada ante los controles del EVA, mientras su unidad era salvajemente masticada y zarandeada, sin poder hacer nada por evitarlo.

 

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— No puedo creerlo. Está tratando de comerse al EVA-02 — dijo una impactada Maya, observando sus monitores.

— Es increíble que pueda desencajar sus mandíbulas en semejante ambiente — comentó Ritsuko.

— Se han cortado 2 de los 6 tubos para el líquido refrigerante y un tercero no funciona — informó Benny.

— ¡¡Pelirroja, quítatelo de encima!! — ladró Balalaika, por el intercomunicador.

— ¡¡Es fácil decirlo desde ahí arriba!! — gritó en respuesta Asuka, aguantando estoicamente la embestida del Ángel, mientras hacía desesperados esfuerzos por quitárselo de encima.

— ¡Suban al EVA-02, ahora! — ordenó Balalaika.

— Hay un problema con la grúa, Capitán. Los sistemas están fastidiados, repararlo tardara unos minutos — Señaló Boris.

— No tenemos unos minutos, Sargento — le recordó la rubia.

— El Ángel se aleja del EVA-02 — informó Hyuga.

— ¿¿Pelirroja, estás bien?? — preguntó Balalaika.

— Por ahora, pero no creo que resista otra embestida así. Este traje no me permite maniobrar libremente para pelear. No tengo como defenderme, además que al perder el lastre estoy a merced de las corrientes internas. Tienen que sacarme de aquí — respondió la chica.

— Hay problemas con la grúa. Tendrás que aguantar un poco más — informó Boris a una sorprendida Asuka, que no podía creer lo que estaba escuchando.

— ¿Posición del Ángel? — preguntó Balalaika.

— Nadando en círculos alrededor del EVA-02, pero manteniendo la distancia — respondió Hyuga.

Balalaika sonrió al recibir esa respuesta. Aún podían lograrlo.

— Doctora Akagi. ¿Cuánto resistiría una armadura Tipo-B en ese río de magma? — preguntó la rusa, mirando con seriedad a la científica.

— No mucho. Unos cuantos minutos a lo más — respondió la científica, entonces cayó en cuenta del por qué de la pregunta — ¿No estará pensando...?

 

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Cientos de metros bajo el rió de magma, una tensa Asuka Langley no despegaba los ojos de sus monitores tratando de descubrir desde dónde atacaría el Ángel esta vez, mientras maldecía por enésima vez a ese ya fastidiado Equipamiento Tipo-D que no la dejaba moverse, a la grúa por estropearse justo en ese momento, y a no poder atrapar el Cuchillo Progresivo que le lanzó Shinji. En ese momento divisó una mancha a la distancia que se fue haciendo más grande, hasta revelar que era el Ángel que se acercaba de frente a ella, listo para acabar el trabajo.

— No me tendrás sin pelear, maldito — dijo Asuka, escupiendo cada palabra, preparándose para vender cara su vida.

— Tranquila, chica. Los refuerzos ya van en camino — dijo una seria Balalaika, escuchándose su voz dentro de la cabina del EVA-02

— ¿Refuerzos? — preguntó Asuka sin entender, pero no tuvo tiempo de esperar la respuesta, ya que el Ángel estaba casi sobre ella… entonces lo vio. 

En un primer momento Asuka no daba crédito a lo que veía, pero era cierto. El EVA-01 caía como plomo cargando una enorme roca como lastre, con la que impactó de llenó en la cabeza del Ángel haciendo que detuviera su ataque.

— ¡¡Sujeta esto, Asuka!! — gritó Shinji lanzándole una Lanza Progresiva.

Asuka a duras penas logró sujetar la Lanza Progresiva con las tenazas del traje Tipo-D, mientras el EVA-01 soltaba la roca y se sujetaba de las antenas del Ángel, que comenzó a dar vueltas desesperadamente tratando de librarse de su sorpresivo atacante.

— ¡¡Shinji!! — exclamó Asuka, impactada al ver a su compañero colgando del Ángel, que pugnaba por deshacerse de él.

El Ángel daba frenéticas vueltas tratando de liberarse de su atacante, entonces, el EVA-01 estiró un brazo hacia el EVA-02 y desde un compartimiento en su antebrazo, salió disparado un cable que fue a enrollarse en una de las piernas del EVA-02.

— Bien hecho. No te sueltes — dijo Asuka.

El EVA-01 liberó al Ángel, que comenzó a alejarse, pero no contaba con que el EVA-01 estiraría su otro brazo, y desde un compartimiento en su otro antebrazo, salió despedido otro cable que se enrolló en la cola del Ángel impidiéndole la retirada.

— ¡¡Lo tengo, Capitán!! — informó Shinji.

— ¡¡Bien hecho, soldado!! — dijo Balalaika — Ahora escucha pelirroja. Cuando el Ángel abra la boca, debes atravesarlo con la Lanza Progresiva para incapacitarlo. Eso nos dará tiempo para subirlos a ti y a Shinji a la superficie y preparar un contraataque — le informó la rubia.

— Tienen menos de 4 minutos para hacer su jugada. Ese es el tiempo que le queda al EVA-01 en las baterías internas, y para que su armadura comience a derretirse — señaló Ritsuko.

— Entendido. No fallaré — respondió una decidida Asuka, preparando la Lanza Progresiva — Shinji, trae a esa bazofia hacia acá.

— Entendido. Recogiendo el cable — dijo el Piloto EVA, recogiendo ambos cables, acortando la distancia con el EVA-02 y el Ángel simultáneamente, pero la fuerza con que el Ángel jalaba era mucho mayor a la calculada y estaba arrastrando a ambas unidades con él, junto con desgarrar tanto el cable que lo sujetaba con el EVA-02, como el cableado que sujetaba a esta última unidad con la grúa.

— Se ha cortado un tercer tubo para el líquido refrigerante — informó Benny, con el rostro cubierto de sudor por la tensión del momento.

— Restan 3 minutos de batería interna del EVA-01 — informó Maya.

— La temperatura interna y presión del EVA-01 se están incrementando — Agregó Hyuga.

— Esto no va a resultar. El Ángel nos va a arrastrar a los dos — señaló Shinji, quien comenzaba ya a sentir los efectos del descenso sin protección.

— ¿Tienes otra idea mejor? — preguntó Asuka.

Shinji consideró la pregunta de la pelirroja mientras reparaba que el calor y la presión estaban desgarrando los cables que le sujetaban tanto al Ángel como al EVA-02. Sí esto seguía, las fuerzas opuestas harían que ambos cables terminaran rompiéndose y sería Shinji el condenado a hundirse en el magma para siempre, a menos que…

— ¡Sí! Tengo otra idea… está — respondió Shinji, soltando el cable que lo unía al EVA-02, siendo arrastrado a las profundidades por el Ángel.

— ¡¡Shinji!! — exclamó Asuka, al ver como su compañero se perdía a la distancia.

Por unos momentos se produjo un tenso silencio. En el Centro de Mando Móvil todos habían contenido el aliento al escuchar lo que había pasado. La única que parecía estar tranquila era Balalaika, que parecía estar a la espera de algo. Abajo, Asuka miraba a todos lados tratando de divisar al Ángel y su compañero de equipo, entonces, la voz de Shinji se escuchó nuevamente.

— Asuka, prepara la Lanza Progresiva. Vamos directo hacia ti.

La pelirroja tuvo una fracción de segundos para reaccionar. En cosa de nada el Ángel apareció yendo directo hacía ella, desencajando por completo sus mandíbulas para enseñar toda su boca abierta, mientras el EVA-01 estaba sobre su cabeza, cual jinete intentando domar a un caballo salvaje.

— Trágate esto, maldito — dijo Asuka con desprecio, levantando la Lanza Progresiva.

El Ángel se fue sobre el EVA-02 con la boca abierta, atrapándolo y chocando contra él con tal violencia, que fue arrastrado decenas de metros hasta hacerlo chocar con la pared de roca tras él, mientras el EVA-01 hacia lo mejor que podía para sujetarse de los cables que sostenían al EVA-02 y no caer al vacío. Al mismo tiempo, producto de la fuerza del golpe, el Ángel se tragó íntegramente la Lanza Progresiva, que atravesó sus entrañas, saliendo por su espalda. Aún así, el Ángel no dejaba de luchar y tratar de morder al EVA-02, pero para ese entonces su suerte estaba echada.

La estocada que recibió el Ángel por parte del EVA-02 fue mortal. Producto de la fuerza de la colisión, la Lanza Progresiva atravesó y desgarró su garganta, para luego rajar sus vísceras hasta desgarrar su duro núcleo antes de salir por su espalda. Enojado y enrabiado por el dolor, el Ángel pugnaba por morder a su atacante, pero esta acción hacía que el magma ingresara por su boca y los tejidos perforados, quemando sus órganos internos e incinerando su núcleo para salir luego por la abertura que dejó la Lanza Progresiva en su espalda. Fue así como poco a poco el Ángel fue dejando de moverse para terminar totalmente inmóvil ante ambos EVA, los que observaban como su formidable enemigo se desintegraba a medida que este se perdía en las profundidades del magma.

— Eso estuvo cerca — comentó un Shinji completamente exhausto, mientras terminaba de agarrarse con fuerza a los cables no averiados de la grúa — ¿Estás bien Asuka?

— Un poco aturdida, pero bien — respondió la chica observando con una sonrisa a su compañero, que estaba colgado de los cables de refrigeración junto a ella, en su EVA-01. Un instante feliz, que fue interrumpido cuando el agarre de la unidad purpura pareció ceder un poco mientras las alertas resonaban al percatarse que el excesivo calor y la presión estaban haciendo colapsar la armadura del Eva 01.

— Misión cumplida, Capitán. Enemigo exterminado. Ahora sáquennos de aquí antes de que el EVA-01 comience a derretirse — informó seriamente la Segunda Elegida.

— Entendido. Los subiremos ahora — dijo Balalaika apareciendo en unas pantallas desplegables dentro de ambos EVA, con una sonrisa de satisfacción en el rostro — Y una cosa más — agregó, llamando la atención de los dos pilotos — Buen trabajo.

Shinji y Asuka esbozaron una pequeña sonrisa. Ese "Buen trabajo" era para Balalaika el equivalente a un fuerte abrazo y una invitación a comer por parte de Misato. No era mucho, pero era un inicio.

 

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En el Centro de Mando Móvil de NERV, las cosas finalmente se habían calmado un poco, sobre todo al escuchar la felicitación de Balalaika a los dos jóvenes Pilotos EVA una vez finalizada la batalla. Luego de eso la prioridad había pasado a ser la recuperación de las dos Evangelion y un chequeo médico completo de ambos pilotos nada más salieran sus Entry-Plug. Luego de impartir las órdenes de rigor, la rubia finalmente salió del Centro de Mando Móvil para que alguien del equipo médico viera su herida de la frente.

Más de 30 minutos había pasado del final de la batalla y Balalaika se encontraba de pie a un costado del Centro de Mando Móvil. Se podía apreciar con rostro serio y un parche sobre su frente cubriendo un pequeño corte sobre la ceja derecha. La rubia estaba con los brazos cruzados bajo el pecho contemplando con una mirada estrecha a las dos Evangelion, que estaban prontas a ser preparadas para su transporte de regreso a NERV, tan pronto como estos pudieran ser completamente enfriados. La ex-mafiosa no podía dejar de repasar en su mente lo que había visto ese día. La forma en que se habían enfrentado a ese engendro, pero por sobre todo, el impresionante poder de las Evangelion. En esas cavilaciones estaba la rusa cuando Makoto Hyuga se acercó a ella con una tablilla de datos en las manos.

— Capitán Balalaika. El chequeo médico de los Pilotos EVA fue satisfactorio. Fuera de algunas magulladuras, contusiones leves y algo de aturdimiento temporal por el excesivo calor en el caso de Shinji, puede decirse que los chicos están en perfecto estado. Respecto a las Evangelion…

Hyuga no había terminado de dar su reporte cuando un violento golpe en la cara lo mandó de cabeza al suelo. El hombre de lentes no se había alcanzado a recuperar cuando fue alzado del suelo como si fuera un muñeco de trapo, para luego ser azotado con fuerza de espaldas contra un costado del Centro de Mando Móvil. Una poderosa mano se cerró sobre su cuello y Hyuga pronto se encontró con problemas para respirar. Al levantar la vista se encontró con la afilada mirada de Balalaika y el cañón de su pistola Makarov apuntando justo entre sus ojos.

— Si existe una cosa que me molesta en esta vida, maldito Mudak (2) ¡Es que se cuestionen mis órdenes! Eso es algo que no voy a tolerar — dijo la rusa, amartillando su arma.

— Capitán Balalaika, espere… yo… no quise cuestionarla, solo… — trató de decir Hyuga, escupiendo sin querer un poco de sangre de su boca ensangrentada, producto del potente golpe de la rubia.

— Si lo hiciste, Hyuga. Y si en ese momento no tomé medidas al respecto, fue por la situación en que nos encontrábamos; pero ahora no hay nada que me impida volarte la maldita cabeza — sentenció la rusa con una mirada asesina en los ojos.

Hyuga apretó los dientes ante la mirada de la rusa. Era una mirada acerada y fría como el hielo. Una mirada que dejaba en claro que esa mujer podía matarlo en ese instante si no hacía algo por detenerla. El hombre de lentes tensionó su cuerpo, para luego volver a hablar, ahora con dificultad gracias al fuerte agarre sobre su cuello.

— No sé cómo habrán sido las guerras que peleó en el pasado, Capitán Balalaika, pero esta es una guerra distinta. Esos chicos de 14 años son los que deben pelean por nosotros en esta oportunidad. Es por eso, que nuestro deber es apoyar y cuidar a los Elegidos y sus Evangelion. Ellos son lo único hay entre nosotros y el Tercer Impacto — dijo Hyuga mirando fijamente a Balalaika, quien inconscientemente aflojo un poco su agarre, lo suficiente para que un poco mas de aire entrara a los pulmones de su victima y le permitiera señalarle con voz mas alta — Mi intención no fue cuestionarla, pero sin los Pilotos y sus EVA todo se acaba. Nunca lo olvide.

Balalaika entornó los ojos ante las palabras del hombre que tenía sujeto ante si. Lo miró fijamente unos segundos antes de darle una sonrisa torcida que distaba mucho de ser alegre, era más bien una sonrisa maquiavélica, que le heló la sangre al joven Teniente.

— Hyuga… hay dos cosas que uno debe recordar cuando suplica por su vida: Una es entretener a la persona que tiene la pistola… y la otra, es darle razones suficientes para no dispararte. Tú aún no has cumplido ninguna de las dos — dijo la rubia presionando el cañón de su arma en la frente del hombre — ¡¡Vamos, baila!! ¿Qué obligación tengo de salvarte? — señaló desafiante la mujer, mientras volvía a estrechar el agarre en cuello del hombre.

Huyga apretó sus dientes otra vez considerando sus opciones, las cuales no eran muchas, finalmente pareció tomar una decisión. Su mirada cambió por un momento, una mirada totalmente distinta a la que siempre tenía. Balalaika captó el cambio en los ojos del hombre, y estrechó aún más su mirada hasta que sus ojos solo fueron dos rayas. En ese momento se escuchó un fuerte grito resonando por todo el lugar.

— ¡¡KYAAAAAAAHH!! — gritó Maya, horrorizada al ver la escena frente a sus ojos.

— ¿Qué está usted haciendo? — preguntó una recién llegada Misato, de pie junto a Maya y Ritsuko, al ver como uno de sus mas fieles colaboradores estaba siendo amenazado por la rusa.

Balalaika miró de reojo a las recién llegadas y luego devolvió la vista hacia Hyuga. La mirada del hombre había vuelto a ser la misma de siempre. La rusa contempló al hombre por unos segundos, considerando qué hacer. No fueron más de un par de segundos, pero parecieron horas; entonces Balalaika apartó el cañón de su arma y con un rápido movimiento, propinó un fuerte golpe en la cabeza con la cacha de la pistola, haciendo que Hyuga cayera al suelo como peso muerto.

La rusa se giró y le dio una fiera mirada a Misato, haciendo que esta detuviera cualquier tipo de reclamo que fuera a proferir. La mirada de Balalaika era homicida, mientas sostenía su pistola Makarov aun con el dedo en el gatillo. Misato, Ritsuko y Maya estaban congeladas, sin poder hablar o hacer el amago de ir a ver al aturdido Hyuga, que seguía tirado en el suelo. De alguna forma las tres mujeres supieron que contradecir a la rusa en ese momento, equivalía a morir.

— ¿Quieres saber lo que estoy haciendo, Katsuragi? — preguntó de pronto la rusa, mirando fijamente a la morena — Estoy imponiendo disciplina.

Luego de decir estas palabras, Balalaika relajó la postura y guardó su arma, momento en que Boris; el cual había estado cuidando la espalda de la rusa, puso sobre los hombros de la rubia su sobretodo del Ejercito Ruso, que había caído al suelo por el rápido movimiento que hizo para golpear a Hyuga.

— ¡Sargento! — ordenó la rusa.

Conociendo a su Capitán desde hace tanto tiempo, Boris comprendió de inmediato lo que esta solicitaba y fue por el aun aturdido Hyuga, para arrastrarlo frente a Balalaika, dejándolo de rodillas frente a ella, sujetándolo del cabello para levantarle la cabeza forzándolo a mirar a la mujer. La sangre manaba de la frente de Hyuga cayendo sobre uno de sus ojos, el cual tenía cerrado.

Misato estaba al borde de la furia y lista para hacer algo, pero fue detenida por Ritsuko. Momentos antes, la rubia había intercambiado una mirada fugaz con Boris, el que negó casi imperceptiblemente con la cabeza, y esta comprendió lo que el hombre le quiso decir, esa es la razón por la que sujetaba con todas sus fuerza a una enojada Misato.

— Hyuga — dijo Balalaika, llamando la atención de todos, y del hombre de rodillas frente a ella, el cual logró enfocar su ahora único ojo en la rubia, la cual continuó — Te voy a decir esto solo una vez, así que presta atención.

Hyuga miró fijamente a Balalaika, la cual lo miró como si fuera basura.

— Primero — comenzó la rubia — No importa qué tipo de guerra sea esta. El deber de un soldado es morir combatiendo si fuere necesario, y eso es lo que son esos chicos: ¡¡Soldados!! Y segundo: No vuelvas a cuestionar mis órdenes si no quieres morir. Recuerda que aún no me has dado ninguna razón para no volarte la cabeza.

Luego de una última y fulminante mirada al hombre de rodillas frente a ella, la rubia se dio la vuelta y comenzó a caminar, solo para detenerse cuando estuvo junto al trio de mujeres. Le dio una seria mirada a Misato, la cual se estremeció al ver los duros ojos de la rubia, haciendo que parte de su enojo se desinflara solo por la fuerza de esa mirada.

— Los Pilotos EVA están en buen estado, Katsuragi. Puedes llevarlos a las fuentes termales que me habías comentado — dijo la rusa, para con esas palabras dar por terminado el asunto, retirándose caminando con paso marcial.

Cuando Balalaika estuvo a unos pasos de distancia, Boris miró a Ritsuko dándole un asentimiento de cabeza. La doctora soltó a Misato y se acercó para atender a un sangrante Hyuga, mientras el ruso le daba un leve apretón con una mano en el hombro a la científica, para luego seguir a la rusa, escoltándola como era su deber.

Misato y Maya corrieron a ver al lastimado Hyuga, que ya era atendido por Ritsuko, la que pronto vio junto a ella un botiquín de primeros auxilios tendido por Benny. La rubia agradeció con un asentimiento de cabeza y comenzó a tratar las heridas del hombre.

— ¿Te encuentras bien? — preguntó una preocupada Misato, al hombre que se limpiaba la sangre de la boca con el dorso de la mano, mientras Ritsuko se preocupada de su frente.

— Si Teniente. Por poco y creí que esa loca me mataría — comentó Hyuga masajeando su cuello, en que se veían claramente la marca que dejaron los dedos de Balalaika, mientras hacía una mueca cuando Ritsuko le limpio la frente con desinfectante.

— Eso solo un pequeño corte superficial y un hematoma por el golpe. Nada de qué preocuparse. La sangre es escandalosa y hace que se vea peor de lo que es. Aun así, te haré una tomografía cuando volvamos a NERV, solo para estar seguros — informó Ritsuko.

— Esa perra — masculló Misato, enojada.

— Esa mujer está completamente loca. No sé cómo el Comandante Ikari la tiene a ella a cargo de las Operaciones Militares de NERV — comentó Maya, ayudando a la científica a remendar a Hyuga.

— Loca o no, esa rusa malas pulgas es la que está al mando aquí, y sugeriría en el futuro no hacerla enfadar y hacer todo lo que dice sin chistar — comentó Benny.

Todos se giraron hacia el hombre de lentes con miradas reprobatorias y este suspiró en cansancio antes de volver a hablar.

— Miren, por lo que he visto y averiguado desde que estoy aquí, esta Balalaika es una mujer que ha pasado la mayor parte de su vida en el ejército, peleando de guerra en guerra, comandando a un grupo de soldados de elite. Es una mujer ruda y huraña, acostumbrada a dar órdenes y a que nadie la cuestione, y tú Hyuga, hiciste exactamente eso; cuestionaste una orden suya en medio de una batalla. Agradece a todos los dioses por estar con vida y no la provoques otra vez, o no tendrás tanta suerte como hoy — dijo Benny, tendiéndole los lentes a Hyuga, que habían salido volando producto del golpe de la rusa.

Las palabras del nuevo integrante del equipo hicieron eco en todos los presentes, porque tenía razón en cada cosa que dijo. Hyuga estiró una mano tomando sus lentes, dándole las gracias al hombre, dándose cuenta de que en verdad estaba vivo solo por la gracia de los dioses y porque por algún retorcido motivo, esa loca amante de la guerra había guardado su pistola.

Un poco más adelante, Balalaika contemplaba al EVA-01, que aún estaba siendo enfriado con agua a presión, levantando una cortina de vapor, cuando el agua entraba en contacto con la armadura que aún estaba a una temperatura muy elevada. Junto a ella estaba Boris, que la mirada como tratando de preguntar algo.

— Sé lo que me quieres preguntar, Sargento… por qué no le metí una bala entre los ojos a ese idiota — dijo Balalaika, adivinando los pensamientos del ruso.

— Así es Capitán. Su actitud pudo perfectamente ser tomada por insubordinación en situación de guerra. La pena de muerte está plenamente justificada — comento Boris, curioso. 

— En nuestro ejército era así, Sargento. Acá las cosas son un poco distintas. Pero no fue por eso que no le volé la cabeza… ese sujeto… por unos segundos creí ver algo en su mirada.

— ¿Algo en su mirada? — preguntó Boris, curioso.

— Haz que nuestros camaradas lo tengan vigilado — sentenció la rubia.

— A la orden Capitán — respondió el ruso, y se retiró dejando sola a ex-mafiosa, ya que por su forma de hablar en esa última orden, estaba claro que quería estar sola por unos minutos.

Boris fue a cumplir con sus obligaciones, mientras Balalaika seguía contemplando al EVA-01. Prendió un habano, le dio una calada y luego le dio una mirada al grupo a la distancia donde estaba Makoto Hyuga. Contemplo por unos momentos al hombre de lentes para luego devolver su vista al EVA.

 

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Benny entró al baño y fue hasta uno de los urinarios para descargar su vejiga. En ese momento entró Boris al baño en compañía de Kolshinsky. Boris se quedó de pie junto a los lavamanos mientras que Kolshinisky se cercioraba de que no hubiera nadie más en el baño con ellos. Una vez seguro que estaban solos le hizo un gesto afirmativo a Boris y fue a pararse junto a la puerta para impedirle el paso a cualquiera que quisiera entrar al baño en ese momento.

— Aún te ves algo pálido — dijo finalmente Boris, con una leve sonrisa en los labios.

— Después de lo que pasó ayer, no es para menos. Cuando me ofrecieron este trabajo, nadie habló que debía enfrentar monstruos gigantes sacados de una película de ciencia ficción Clase B — comentó Benny, yendo a lavarse las manos.

— Todo es parte del trabajo — dijo Boris con seriedad.

— Sabía que esto podía ser muy arriesgado, pero nunca imaginé que fuera algo así. Todo esto de los EVA y esos monstruos gigantes llamados Ángeles que pueden destruir a la humanidad. Esto es algo demasiado irreal — comentó Benny.

— No debes pensar tanto en eso. Solo limítate a hacer tu trabajo, luego de eso podrás largarte de aquí y regresar a Roanapur — dijo Boris, dejando una llave sobre el lavamanos que había usado Benny — Es lo que pediste. Ya sabes donde buscarlo. Esperaremos tu reporte.

Con esas palabras, Boris y Kolshinsky se retiraron del baño dejando solo a Benny, que comenzaba a sentir algo de reticencia a estar en NERV por lo que había vivido el día anterior. Dio un fuerte suspiro y miró su reflejo en el espejo frente a él.

— Tranquilo Benny. Esto no es tan distinto a como cuando estaba en Roanapur. Solo debo hacer mi trabajo y no involucrarme en demasiadas cosas peligrosas. Además, aquí no debo cuidarme a cada instante de morir accidentalmente a causa de alguna bala perdida.

Con en eso mente, Benny tomó algo mas tranquilo la llave que le dejó Boris, haciendo nota mental de pasar a la estación de trenes al salir de trabajar, para recoger el encargo que dejaron para él en una de las gavetas de equipaje.

Fue así como el hombre salió del baño de forma normal, aunque todavía no dejaba de tener dentro de su ser algo de miedo por lo vivido. No solo por la dantesca imagen de una lucha en directo entre un Ángel y los EVA, sino porque aunque en Tokyo-3 no hubiera grandes probabilidades de ser víctima de una bala perdida, no dejaban de ser menores los riesgos de que alguna bala certera o algo parecido pusiera fin a su vida. Después de todo, había descubierto una ruta para comenzar a atravesar las barreras que podían permitirle acceso directo a MAGI, un logro no menor considerando que no existían registros de que alguien lo hubiera logrado antes, pero todavía no había logrado que esta le revelara ninguno de sus secretos. Sin embargo, tanto secretismo le hacía intuir que tras esta gran lucha seguramente debía enmascararse algo aún más grande. Quizás, ello podía deberse a que la experiencia le había enseñado que trabajar con criminales es sucio, pero al menos siempre puedes saber cuáles son sus intenciones y los riesgos. Pero con los "Buenos" no solo nunca se sabe que tan buenas son realmente sus intenciones; sino que estos, muchas veces pueden llegar a ser mucho peor que los mas abyectos villanos con tal de conseguir sus objetivos. Y todo por el hecho de tener "o creer tener" una justificación moral para sus objetivos, lo que los hace justificar cualquier clase de acto, aún los más sucios.

 

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El hermoso jet modelo Embraer Legacy 600, se detuvo junto a un hangar en un aeródromo privado a las afuera de Tokyo-2. Momento después una elegante limusina color negro se acercó, estacionándose junto al Jet para recibir a los recién llegados. La puerta del Legacy 600 se abrió y comenzaron a descender unos hombres de traje oscuro que miraban con desconfianza en todas direcciones, luego de lo cual hizo su aparición un sujeto que a todas luces era el líder de ese grupo de hombres.

El hombre era de raza oriental, cabello oscuro, buen porte, gafas de sol, un impecable traje oscuro, abrigo y una bufanda blanca de seda colgando del cuello. El hombre le dio una calada a su cigarrillo, y descendió por las escaleras del jet.

— Todo está preparado tal como solicitó, Mr. Chang — informó uno de los hombres.

— Excelente — respondió el aludido, con una sonrisa.

— Sigo creyendo que es demasiado arriesgado venir a Japón. Si los yakuza se llegan a enterar que uno de los jefes de Las Triadas Chinas está aquí… — dijo otro de los hombres, con aprehensión.

— Tranquilo Lee. Eso no va ha pasar — dijo Chang, dándole unas palmaditas en la espalda al hombre — Ya te dije que tengo muy buenos contactos en estas tierras. Sabes que este es un viaje que debía hacer. Hace mucho tiempo que quedé de visitar a un viejo amigo. El sabrá arreglar todos los inconvenientes. Además, eso me dará la oportunidad de ver cómo le está yendo a "Cara Frita" en su nuevo empleo.

— En lo personal, no tengo ningún interés en ver otra vez a esa perra cicatrizada. Por mí que se pudra la muy puta — comentó una hermosa mujer de larga cabellera oscura, y un sexy vestido de corte chino, mientras descendía por las escaleras del jet.

— Tranquila Shenhua. Estarás muy ocupada estos días, así que no tendrás tiempo de verla. Recuerda que no te traje conmigo de vacaciones. Este es un viaje de negocios, por lo que tendrás un trabajo que hacer — dijo Chang dedicándole una mirada a la mujer, mientras lanzaba una última bocanada de su cigarrillo antes de arrojar la colilla al suelo.

Luego de eso, el hombre ingresó en la limusina seguido de una mosqueada Shenhua y dos de sus hombres. Una vez se cerraron las puertas, la limusina dejó el aeródromo privado y luego tomo una autopista que les llevaría a todos con dirección a Tokyo-3. 

 

 

Continuará…

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Notas del Autor: Finalmente tuvimos la primera batalla con Balalaika a la cabeza. Si bien las cosas se desarrollaron un poco distinto a lo que nos mostró el canon original, pudimos ver que el entrenamiento de Balalaika rindió frutos con los Pilotos, ahora en más control y más determinación a la hora de pelear.

Uno que hizo su flamante aparición fue Mr. Chang, pero su participación no será tan preponderante. La que se llevará el peso aquí será Shenhua, que meterá en más de un aprietos al bueno de Shinji.

1 – Niet: No.

2 – Mudak: Hijo de Puta.

Saludos y nos leemos.

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