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Chapter 16 - La mujer que vino de un lugar peligroso 1

NOTA: Los derechos de las series Neon Genesis Evangelion y Black Lagoon NO me pertenecen. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, solo como medio de esparcimiento. No me demanden.

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Un contingente de efectivos de seguridad vestidos en sus impecables trajes oscuros, escoltaban a un grupo de recién llegados a uno de los rincones más recónditos de NERV. Los hombres de negro no dejan de mirar con desconfianza a los hombres que custodiaban al invitado del Comandante Supremo de NERV. Estos hombres a su vez devolvían las miradas con igual desconfianza y severidad. En el centro de todo, el invitado en cuestión caminaba sin prestarle mayor atención a las miradas de desconfianza que intercambiaban los demás, él tenía mejores cosas en que pensar en ese momento. Junto a él, una hermosa mujer de larga cabellera oscura, vestida con un revelador y sexy traje de corte chino, avanzaba con cara de hastío ignorando a todos los presentes.

— Hemos llegado. El Comandante lo está esperando — dijo uno de los hombres de negro mirando al invitado, deteniéndose frente a una puerta custodiada por otros dos sujetos de negro, a lo que el invitado asintió con la cabeza lanzando al suela la colilla del cigarrillo que había estado fumando.

— Ustedes espérenme aquí — señaló Chang a sus hombres, para luego mirar a la mujer que estaba junto a él — Tú podrías ir a descansar un rato Shenhua; de seguro debe haber un lugar habilitado por aquí para eso. Esta reunión tomará bastante tiempo.

— Hay una cafetería 5 niveles más arriba — señaló uno de los hombres de negro.

— Por mi está bien. No tengo ninguna intención de quedarme parada aquí como una idiota toda la tarde — respondió mosqueada la mujer cruzándose de brazos, arrancando una sonrisa de Chang y una mirada severa por parte del resto de los hombres, ya que ellos si iban a tener que quedarse parados ahí como idiotas toda la tarde.

— Solo trata de no meterte en problemas Shenhua; recuerda que esta es una instalación militar — señaló Chang, antes de encaminarse a la puerta de la oficina, que uno de los hombre de negro abrió para él.

Una vez que el jefe de la Tríada China de Roanapur se adentró en la oficina y la puerta se cerró tras él, el grupo de hombres se contempló mutuamente con caras de pocos amigos, midiéndose con la mirada. Ambos grupos tenían claro que estaban en el mismo negocio: "Matones a Sueldo", por lo que no se quitaban los ojos de encima y; sobre todo, no le quitaban el ojo al bulto que todos tenían bajo la chaqueta. En eso el grupo de hombres reparó en la persona que estaba de pie ahí, mirándolos con cara de circunstancia.

Doce pares de ojos giraron para posarse sobre Shenhua, como cuestionándola por su presencia ahí. La aludida rodó los ojos y dio un bufido de resignación.

— Está bien, está bien. Ya entendí. Tampoco tenía ganas de quedarme acá para ver su competencia de quién mea más lejos, tropa de idiotas — dijo Shenhua con molestia, dándose la vuelta y comenzando a caminar en dirección al ascensor que los había bajado hasta ese lugar.

Viendo que esta era la oportunidad que había estado esperando, para acercarse a esa bella mujer que le había alborotado las hormonas nada más verla llegar a NERV, uno de los hombres de negro se adelantó y fue hasta ella con paso majestoso, hablando con voz de Macho Alfa y una sonrisa seductora.

— Permítame escoltarla al ascensor, señorita — dijo el hombre con sensualidad, cual Rodolfo Valentino, pero sus ínfulas de galán murieron nada mas sintió el frío filo de una daga presionando su cuello.

— Aleja tu asqueroso trasero de mi, puto maricón, sino quieres que te corte las pelotas y te las meta por la boca — dijo Shenhua con voz afilada y una mirada fiera que prometía cumplir cada una de sus palabras.

El efectivo de seguridad se congeló ante la dura y afilada mirada de la bella mujer, por lo que solo pudo asentir con la cabeza totalmente descolocado y asustado. Por su parte, Shenhua guardó la daga con maestría en la manga de su chaqueta, para luego reanudar la marcha, dejando atrás al frustrado intento de galán que tocaba su cuello donde hizo contacto la daga, constatando con horror que tenía un corte superficial y algo de sangre corriendo por el cuello.

Los hombres que acompañaban a Mr. Chang, estallaron en carcajadas ante la escena que habían presenciado. El frustrado y herido efectivo de seguridad de NERV miró con enfado a los hombres que literalmente se doblaban de la risa.

— No sé de que rayos se ríen. ¡¡Esa mujer está loca!! — estalló con enfado el ahora molesto y herido hombre, sobre todo al ver que sus colegas se habían unido a la risa de ese grupo de chinos que escoltaban al invitado del Comandante Ikari.

Finalmente uno de los hombres de Mr. Chang logró recuperar la compostura, y hablarle al sujeto que los miraba enfadado con una mano en su lastimado y sangrante cuello.

— No te enojes colega. Es solo que fue muy divertido ver como te cortaban de raíz los aires de galán; pero te sugiero tomes muy en serio las palabras de Shenhua. Ella en verdad es capaz de hacer lo que dijo — comentó el hombre que respondía al nombre de Lee, con una amplia sonrisa en sus labios.

— Pero hablando en serio; espero que esa tal Shenhua no se pierda. Esta instalación es mucho más grande lo que imaginan, y tiene muchos recovecos — comentó otro de los efectivos de seguridad de NERV, mirando la dirección en la que se había alejado la belicosa acompañante del invitado del Comandante Ikari.

— Descuida. Shenhua puede ser cualquier cosa, menos estúpida. No se perderá — dijo Lee con toda seguridad, restándole importancia al comentario del hombre de negro.

 

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La puerta metálica se abrió automáticamente y la bella mujer se deslizó por la cinta transportadora, ingresando en una especie de gigantesco pozo que no parecía tener fondo, ya que solo se podía apreciar oscuridad hacia abajo. El pozo era atravesado de lado a lado por varias cintas transportadoras que iban en distintos niveles deslizándose unas hacia un lado y las otras hacia el otro.

Una gota de sudor asomó en la nuca de Shenhua, mientras se deslizaba por la cinta transportadora hacia el otro lado del gigantesco pozo. Era la tercera vez que pasaba por el mismo lugar.

— De haber sabido hubiera venido con pantalones — comentó para sí, esperando que no pasara nadie por la cinta trasportadora de abajo, o tomaría una muy buena vista de su ropa interior.

 

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Shinji salió de los camerinos luego de un refrescante baño que lo dejó como nuevo; algo necesario luego de pasar media mañana sentado dentro de un Entry-Plug respirando LCL, para las famosas y tristemente aburridas pruebas de sincronización; luego de lo cual fue aporreado como saco de box por un par de horas, cortesía del Sargento Boris y su duro entrenamiento. Si bien, es cierto que habían terminado con ese feroz entrenamiento de tiempo completo por el que los tres Pilotos EVA debieron atravesar, sus instructores aun los seguían presionando para mejorar. Lo bueno de esto es que en verdad había notado una mejora. Los ejercicios que debía realizar ya no le eran tan difíciles, y podía responder de mucho mejor forma a los combates cuerpo a cuerpo que tenía con el Sargento Boris. Podía darse cuenta de esto ya que no terminaba tan magullado como en un inicio, lo que agradecía internamente, ya que no era para nada agradable andar con el cuerpo cubierto de moretones de arriba abajo.

Otra cosa en la que se había vuelto muy competente en el último tiempo es en pelea con cuchillo. Había aprendido a enfrentarse con las manos desnudas ante a un oponente armado y desarmarlo; y por supuesto, a hacer cosas con un cuchillo que nunca en su vida se hubiera imaginado. Ahora bien, aún no tenia claro si este "habilidad" con el cuchillo le sería realmente útil en un enfrentamiento contra un Ángel, ya que realmente dudaba que un día de estos apareciera un Ángel, cual delincuente con un cuchillo en las manos, exigiendo que lo dejen pasar al Geo-Frente. Eso quedó demostrado en la última batalla, donde pelear con un cuchillo no hubiera servido de mucho, aunque las otras habilidades que el Sargento Boris le estaba inculcando a punta de golpes habían sido fundamentales.

Bien pensado, toda esa batalla fue una completa locura. Asuka lanzándose a la caldera de un volcán, solo protegida por una especie de traje de buzo de profundidad, colgada de unos cables, era totalmente descabellado, pero ella se lanzó sin replicar. Ni qué decir de él mismo, que luego de forcejear con el Ángel en la superficie, se lanzó a la caldera del volcán sin ninguna protección, con una sola orden de la Capitán, pero, ¿qué otra cosa podía hacer? ¿Dejar que Asuka muriera sola ahí abajo abrazada por el magma incandescente? Ni en un millón de años.

Asuka Langley Soryu había sido un dolor en el trasero desde que la conoció, siempre burlándose de él o menospreciándolo, pero las cosas habían cambiado desde que la Capitán y sus hombres habían aterrizado en NERV. Desde que ellos tomaron sus entrenamientos y los hicieron mejorar personalmente, también los hicieron mejorar como equipo. Eso quedó totalmente demostrado en ese ejercicio cuando llevaron adelante el descabellado plan de la Capitán Balalaika, para tomar la "Fortificación Gendo". Nadie en NERV creyó que serían capaces de lograrlo, hasta Misato lo dudó. Pero no la Capitán. Ella confió en ellos, en sus capacidades y en su entrenamiento. Ella nunca lo dudó y ellos no fallaron. Ese día dejaron los pañales y se graduaron como soldados, y lo hicieron en el campo de batalla. Ya no eran solo Pilotos EVA, eran soldados y podían confiarle su vida al otro, porque además eran camaradas.

Es por eso que no dudó ante la orden de la Capitán de saltar a esa caldera de magma. Tenía que salvar a Asuka, no solo era su compañera Piloto, era su camarada, y a un camarada no se le abandona. Aun si tuviera que atravesar un infierno de balas, iría por ella, así como también lo haría por Rei. De hecho, estaba por saltar al magma incandescente, aun si la Capitán no hubiera dado la orden. Nuevamente, a un camarada no se le abandona. Sonrío.

— Realmente he cambiado. Ya ni me conozco — comentó Shinji para sí, rascándose una mejilla.

— ¡Oye tú! — dijo una voz con un marcado acento chino.

Shinji se dio la vuelta hacia la voz y se sorprendió al ver a una bellísima mujer acercándose a él con paso acelerado. Su rostro era hermoso, ojos rasgados, labios pintados de rojo y larga cabellera oscura, con un gran flequillo cayendo hacia adelante cubriendo el lado derecho de su rostro, mientras que el resto caía por su espalda. Vestía un hermoso y ajustado vestido de corte chino, con bordes y diseños en dorado, que resaltaba todas sus curvas, dejando expuestas sus largas, perfectas y torneadas piernas desde las caderas, donde podía ver el lazo que amarraba sus bragas, todo complementado con una chaqueta blanca corta con bordes en dorado, que solo acentuada la devastadoramente sexy vestimenta de la mujer.

Shinji tragó sonoramente.

Es cierto que desde que llegó la Capitán Balalaika a NERV y le concedió el honor de hacerlo hombre y ser su amante, había estado más receptivo al atractivo de las mujeres. Había comenzado a notar a sus compañeras de clase, incluso a las mujeres de NERV. La doctora Ritsuko, Maya, Rei o Asuka no habían escapado a sus miradas, pero a sus ojos, ninguna de ellas le llega ni a los talones a la Capitán Balalaika. La rubia y huraña militar es simplemente una mujer demasiado impresionante, incluso sus cicatrices solo parecen aumentar su ya desbordante atractivo; aunque es imposible negar que Misato puede hacerle sombra sin ningún problema. Eso aplica también para esta mujer que se acercaba a él; su belleza también podía hacer algo de sombra a su querida Capitán.

— Oye tú, niño tonto. Deja de babear y llévame a la cafetería. Llevo una hora perdida dando vueltas en este puto laberinto y tengo mucha hambre — dijo la mujer, molesta.

Hermosa sin dudas, pero aparentemente con un carácter de mierda.

"¿Por qué todas las mujeres bellas que aparecen en mi vida son un dolor en el trasero?" se preguntó el Tercer Elegido con resignación.

— Seguro. Sígame — respondió Shinji luego de unos segundos, haciéndole un gesto a la bella mujer para que lo siguiera, pensando en tal vez pedir un consejo sobre mujeres al Sargento Boris. No, olvida eso, de seguro lo patearía hasta el próximo año solo por preguntar. Tal vez podría hablar con el instructor de Asuka, ¿cómo se llamaba? ¿Sakharov? Como fuere, por ahora escoltaría a la bella mujer a la cafetería y luego buscaría al instructor Sakharov… o tal vez a Kaji.

Negó con la cabeza, tal vez sería mejor quedarse con sus dudas por ahora. 

 

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Asuka estaba disfrutando del agua caliente que relajaba sus músculos luego de un extenuante y largo día de pruebas de sincronización y entrenamiento con el instructor Sakharov. Luego de todo lo que habían pasado las últimas semanas, consideró que ya podían bajar un poco el nivel del entrenamiento, pero no habían aflojado. El Sargento Boris seguía apaleando a Shinji a diario, lo mismo que con Rei y su instructor, y le constaba que la perra cicatrizada seguía con su adiestramiento de francotirador. ¿Hasta dónde los querían llevar? ¿Cuánto era suficiente?

Habían demostrado con creces su mejora. El ejercicio para tomar la "Fortificación Gendo" fue la prueba palpable de eso. Nadie en NERV daba un yen por ellos, incluso Misato no creía que fueran capaces. Aun podía recordar la cara de horror de Misato a bordo del C-130 antes de saltar al mar para iniciar la operación. Podía ver en sus ojos el temor de que murieran llevando a cabo ese loco plan. No fue eso lo que vio en los ojos de la perra de Balalaika, o los ojos del Sargento Boris. Ese par creía en ellos, sabían que podían hacerlo; y ciertamente lo hicieron. Fue su momento de máximo orgullo cuando le entregó esa maldita bandera a la perra de Balalaika, y al ver como luego esta se la restregó en la cara al Comandante Ikari. Habían demostrado que eran más que Pilotos EVA, eran soldados y lo probaron en el campo de batalla, con ella dirigiendo el grupo. Sonrió.

Sí, ciertamente las cosas estaban mejorando después de todo, aunque no fueron del todo bien en la última batalla. Algo que se pensó iba a ser de llegar y llevar, casi se transforma en un desastre en toda regla. Ella había estado muy próxima a la muerte, hasta que llegó Shinji "El Invencible" a salvar el día. Estrechó los ojos. No, él no llegó a salvar el día, llegó para salvarla a ella.

Ciertamente era algo que no pensarías que Shinji haría; saltar sin ningún tipo de protección a una caldera de magma, con el fin de salvar su vida y; de paso, ayudarla a matar al Ángel de turno. Él se había jugado el pellejo por ella. No lo dudó, no lo pensó, simplemente saltó al magma y fue por ella.

Asuka no dejó de sentir un estremecimiento al finalmente detenerse a analizar las acciones de Shinji ese día en la caldera del volcán, al comprender hasta donde estuvo dispuesto a llegar por ella. Aun así, no se engañaba. Sabía que no había un interés romántico de fondo. No era ciega, y le constaba que Shinji no la miraba con esos ojos. De hecho, era evidente que andaba perdiendo el culo por la perra cicatrizada de Balalaika; incluso pudo ver algo de interés de él hacia Rei poco antes de que llegara la rubia cicatrizada, entonces, ¿por qué ir tan lejos?

En ese momento, un recuerdo llegó a la mente de Asuka, algo ocurrido luego de la batalla, cuando estaban relajándose en las aguas termales.

 

— Flashback —

La puerta que daba a la sección de mujeres de las aguas termales se abrió repentinamente, y para sorpresa de Misato y Asuka, que ya estaban dentro disfrutando de las bondades del agua termal, ingresó nada más ni nada menos que la Capitán Balalaika, caminando con paso majestuoso exhibiendo sin ningún complejo su desnudo cuerpo y su espectacular figura. Pese a estar cubierto de cicatrices de las piernas hacia arriba, estas no mermaban un ápice de la impresionante belleza de la mujer.

Asuka no pudo dejar de sentir celos al ver el bien formado cuerpo y la espectacular delantera de la rusa. Cicatrices o no, Balalaika no dejaba de ser una mujer realmente atractiva. Para Misato el sentimiento era parecido. También se sintió opacada por la belleza de la rubia, pero no tanto como la pelirroja. Ella también tenía lo suyo, modestamente.

— Espero no les moleste que las acompañe — dijo la ex-mafiosa, ingresando con movimientos sensuales en el agua caliente — ­­Aaahhh... esto sí que es delicioso. Fue buena idea que vinieras luego de la batalla y nos trajeras a este lugar, Katsuragi. Te felicito.

— Me pareció que era una buena idea para celebrar el triunfo de los chicos — comentó Misato, aun algo molesta por lo ocurrido con Huyga más temprano ese día.

— Hablando de eso, ¿dónde está Shinji? No lo veo por ningún lado — comentó la rubia, buscando al chico con la mirada.

— Por supuesto que no está aquí. Está en el lado de los hombres, al otro lado de la valla. ¡¡Y más le vale no estar tratando de espiar o ya sabe lo que le pasará!! — regañó Asuka, diciendo lo último en voz bien alta para poder ser escuchada.

Asuka miró a la valla de madera, como si esperara que Shinji se hubiera encaramado y luego caído al agua, disuadido por sus palabras, pero nada pasó. Aun así, Asuka miraba con ojos estrechos a la valla, como si buscara algún agujero por donde Shinji pudiera espiar. Balalaika esbozó una pequeña sonrisa y negó con la cabeza ante las estupideces de la pelirroja. Ella sabía que Shinji no necesitaba espiar, ya que ella le mostraba todo lo que quisiera ver; mejor aún, lo dejaba tocar, lamer y otras cosas más. Eso le hizo pensar que sería buena idea pasar por su departamento esa noche para festejar. Por su parte, Misato se preguntaba si a Shinji le gustaría su cuerpo, si este decidía asomarse a espiar.

— Una pregunta — dijo la rubia llamado la atención de las otras dos mujeres — Si esto es para festejar la victoria de hoy, ¿no debería estar Shinji aquí con nosotras? — preguntó, ganándose una mirada de sorpresa por parte Misato y otra de espanto por parte de Asuka.

— No necesitamos a ese baka hentai aquí. Sería un estorbo — señaló la pelirroja, recordándole lo obvio a la rusa.

— Dolbayeb Stervashka (1) — masculló por lo bajo Balalaika, antes de observar a la pelirroja con una mirada penetrante — ¿Es que no aprendiste nada el día de hoy, pelirroja? — preguntó.

Asuka retrocedió en el agua instintivamente al ver la amenazadora mirada de la huraña Directora de Operaciones de NERV, agradeciendo que la susodicha no cargara ningún arma en este momento. Balalaika dio un suspiro de resignación antes de hablar.

— Es cierto que has mejorado mucho. Tus capacidades como combatiente son excepcionales, pero por muy buena que seas, no ganaras sola esta guerra, así como no ganaste sola la batalla de hoy.

— Bien, es cierto, pero pude idear algo y...

— ¡¡Malchaniye!! (2) — ladró la rubia poniéndose de pie cortando a la pelirroja, que fue a refugiarse a espaldas de una cada vez más preocupada Misato. La rubia miró duramente a la chica por unos segundos y continuó — En el campo de batalla, donde la muerte está a la vuelta de la esquina, solo puedes confiar en dos cosas. Tus propias capacidades y en tus camaradas.

Tanto Misato como Asuka se sorprendieron al escuchar esas palabras.

— Como te dije, no importan que tan buen soldado seas, una guerra no puedes ganarla sola. Es imposible. Esas películas yanquis con su héroe "Rambo", que acaba con ejércitos enteros usando tan solo un arco y un cuchillo, no son más que basura imperialista. Ese "Rambo" no hubiera durado ni cinco minutos en el desierto de Afganistán. Sola en el campo de batalla no eres nada, pero con un grupo de camaradas, trabajando unidos, como si fueran una máquina afinada y aceitada, te vuelves invencible — dijo Balalaika mirando seriamente a la pelirroja — Hoy bajaste a las entrañas de un volcán. Peleaste contra un Ángel, sin miedo, con decisión, con coraje. Demostraste lo que vales. Eres un gran soldado, no permitas nunca que nadie te diga lo contrario. Pero no estuviste sola ahí abajo. Shinji también demostró lo que vale el día de hoy. Demostró arrojo y coraje bajando a las entrañas de ese volcán sin ninguna protección especial. El no dudó y saltó a ese volcán para apoyarte, para cubrirte las espaldas y ayudarte a acabar con esa maldita cosa. Y lo acabaron... juntos, como equipo.

Asuka quedó congelada, golpeada por las palabras dichas por la rusa, pero Balalaika no había terminado aún.

— De eso se trata esto, Asuka Langley Soryu, ya deberías saberlo. De trabajar unidos, como un equipo. Sólo así podremos ganar esta guerra contra los Ángeles. Ya demostraron que son un buen equipo en el ejercicio del Comandante Ikari, y hoy lo reafirmaron en el campo de batalla — dijo la rubia con una media sonrisa, volviendo a sumergirse en las aguas termales — Pero hay algo incluso más importante que eso. Hoy Shinji demostró que es capaz de ir hasta el mismo infierno con tal ayudar un camarada en problemas, y sin temor a arriesgar su propia vida. Hoy demostró que es tu camarada. Un camarada al que puedes confiarle tu vida.

Asuka intentó decir algo, pero sus palabras simplemente se negaban a salir.

— Yo... no lo había visto de esa forma — comentó una impactada Misato.

— Es porque nunca has peleado en una guerra, Katsuragi. No has metido los pies en fango, ni te has ensuciado las manos con sangre. En el campo de batalla dependes de tus camaradas y ellos dependen de ti — dijo Balalaika acercando una pequeña bandeja que flotaba en el agua con una botella de sake y un par de vasos — ¡¡Shinji!! — llamó la mujer a viva voz.

— ¡¡Si, Capitán!! — respondió el joven marcialmente, desde el otro lado de la valla.

— Debes sentirte bastante solo por allá. Ven aquí a hacerle compañía a este trío de hermosas mujeres — demando la rusa con una sonrisa pícara.

— ¿¿QUÉ?? — preguntaron Shinji, Misato y Asuka al mismo tiempo, no creyendo lo que habían escuchado.

— ¡¡Es una orden!! — demando la rusa, para el completo horror de Misato y Asuka.

— ¡¡Si, señor!! — respondió desde el otro lado Shinji en forma marcial, sabiendo que no era buena idea contradecir a ese mujer.

— ¿Pero qué cree que está haciendo? ¿Cómo se le ocurre llamar a Shinji aquí? — preguntó una espantada Asuka, mientras una emocionada Misato no sabía si cubrirse o no, ya que no quería ser tan evidente en lo que sentía, al menos por el momento.

— Con permiso — dijo finalmente Shinji, asomándose tímidamente en el lado de las mujeres.

— ¡¡¡KYAAAAAAAAAAA!!! — gritó una espantada Asuka, mientras Misato solo atinó a cubrirse los pechos con un leve sonrojo.

La pelirroja comenzó a lanzarle a Shinji todo lo que tenía a mano, golpeándole acertadamente la cabeza con una cubeta de madera, que lo mandó al mundo de los sueños, no sin que antes a este se le cayera la toalla que llevaba a anudada a la cintura, dejando al aire sus partes viriles.

Asuka se sonrojo tanto como su cabello, con los ojos como platos al darle una buena mirada a la herramienta de su "camarada". Por su parte, Misato reaccionó y le cubrió los ojos con una mano a la chica.

— No sabía que fuera tan... bueno... ya sabes... grande — dijo una impactada pelirroja que se las había arreglado para separarle los dedos a Misato, y echarle otra mirada al inconsciente chico.

— Sí... ya lo creo — respondió una sonrojada Misato, dándose cuenta de que Shinji se había desarrollado un poco desde esa vez que lo había visto desnudo el día que se cambió a su departamento.

— Parecen un par de adolescentes — comentó Balalaika sin prestarles atención, ya que estaba más entretenida degustando el licor de fabricación japonesa — Mmmhh... este sake no está nada mal. Voy a tener que pedirle al Sargento Boris que me consiga un par de botellas.

— Fin del Flashback —

 

Asuka no pudo evitar sonrojarse ante el recuerdo de un desnudo Shinji de espaldas en el suelo de piedra en las aguas termales. Aunque no le gustara admitirlo, el idiota no se veía mal. Tanto entrenamiento por parte del Sargento Boris estaba dando sus frutos y sus músculos estaban marcándose bastante bien. Tampoco podía dejar de lado el hecho de que su parte baja tampoco se veía mal. Con un rápido cálculo mental podía deducir que en estado erecto, debía tener un largo y grosor más que interesante.

La pelirroja se puso bizca ante ese pensamiento y se hundió por completo en el agua caliente para apartar la mente de la cuneta. Volvió a salir sacudiendo la cabeza para apartar el exceso de agua de su cabello, se apretó la nariz para despejar su vía respiratoria, y decidió que ya venía siendo hora de salir de ahí. Si se quedaba por más tiempo terminaría pareciendo una pasa.

Salió de la gran bañera de agua caliente tomando su toalla y envolviéndose en ella para ir hasta su camerino y ponerse su ropa, pensando en que debería hablar apropiadamente con Shinji. Aunque no le gustara admitirlo, la perra cicatrizada de Balalaika tenía razón. Shinji había demostrado que era su camarada, uno que se jugaría la vida por ella sin dudar, un camarada al que sabía que le podía confiar su vida. ¿Podría hacer ella lo mismo por él?

Si le hubieran preguntado eso hace unos meses atrás hubiera sido un "No" rotundo. Pero ahora, luego de pasar por todo ese entrenamiento, de realizar esa prueba ejecutando una operación que hasta un grupo de fuerzas especiales hubiera pensado dos veces, luego de la última batalla, podía decir que su respuesta había cambiado. Haría lo mismo por ese idiota.

Había cambiado, ya no era la niña que fue una vez al llegar a Tokyo-3. Había crecido, y aunque no le gustara admitirlo, era todo gracias a la perra de Balalaika. Y le gustaba la mujer en la que se estaba transformando.

— Supongo que invitaré a ese idiota a comer en agradecimiento — comentó para si Asuka, mientras comenzaba a ponerse la ropa.

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La hermosa mujer devoraba la comida con gran ahínco, demostrando que tal como había dicho minutos atrás, estaba bastante hambrienta, aun así, pese al entusiasmo que ponía en acabar con el contenido del plato de comida que tenía al frente, lo hacía en forma muy refinada, como si fuera una mujer de alta alcurnia, aunque por su forma de hablar pareciera todo lo contrario.

El Tercer Elegido estaba sentado a la mesa frente a la mujer, siendo la envidia de todos los técnicos y operarios que estaban presentes en la cafetería en ese momento. Le dio un nuevo sorbo a su jugo de naranja, agradeciendo que el sabor cítrico le estuviera quitando el pegajoso sabor del LCL de la boca. Hubiera comido algo para acompañar a la mujer, pero la verdad no tenía apetito en ese momento. De alguna forma retorcida, esa condenada cosa con olor a sangre llamada LCL, lograba aportarle proteínas y nutrientes necesarios para saciar su hambre. Era ideal para mantenerlos por horas arriba de un EVA sin necesidad de comer.

— Aaaahhh, eso estuvo muy delicioso — exclamó la feliz mujer una vez hubo terminado de comer, con ese marcado acento chino, que para Shinji hacía que su forma de hablar sonara algo linda.

— Sí, la comida es una de las pocas cosas buenas que tiene NERV — comentó Shinji a esa mujer de la que aún no conocía el nombre, o qué hacía aquí en primer lugar.

Es cierto que había sido una irresponsabilidad hasta cierto punto escoltar a una completa extraña por el interior de NERV, y de paso pagar su comida, siendo que a todas luces no trabaja aquí. Aun así, no cualquiera puede entrar al Geo-Frente y a NERV, así que supuso que debe contar con la autorización necesaria para pasar por todos los filtros de seguridad, y eso precisamente le había llamado la atención. Su instinto entrenado a punta de golpes por el Sargento Boris, le avisaba a gritos que esta mujer es mucho más de lo que aparenta.

En este punto debía agradecer a que su permanente e intenso roce sexual con la Capitán Balalaika lo había vuelto mucho más resistente a los estímulos, o ahora mismo estaría babeando el piso como si fuera Touji o Kensuke. Es evidente que esta mujer sabe lo hermosa que es y su elección de vestimenta está pensada para sacar partido a todas sus virtudes. Su maquillaje, peinado y ropa gritan "Sexy" por todos lados, y está estratégicamente preparado para dejarte embobado con su belleza, pasando por alto lo realmente importante. Podía notar por algunos pequeños pliegues en su ropa que estaba cargaba. No parecían ser armas de fuego, sino más bien chuchillos; muchos de ellos. Además, su caminar aparentemente sensual, escondía una postura lista para atacar. Como si fuera un felino listo a saltar sobre su presa. Sus ojos solo confirmaban eso. Parecían traviesos, pero podía ver detrás ellos esa misma frialdad y dureza que tenían los ojos de la Capitán Balalaika, o el Sargento Boris. Al igual que ellos, esta mujer había manchado sus manos con sangre.

¿Era preocupante? Sí. ¿Estaba asustado? La verdad no, más bien estaba curioso; precavido sí, pero curioso. Esa sola actitud de su parte era de por sí mucho más preocupante. ¿Algo andaba mal con él? Se supone que es un alfeñique llorón… o al menos lo fue en el pasado no tan lejano.

Shenhua dejó los palillos sobre el vació plato de comida que tenía ante sí, feliz de haber saciado al fin el hambre que taladraba su estómago, y ahora con eso de lado podía centrarse un poco más en el chico que estaba sentado frente a ella, bebiendo otro sorbo de su jugo de naranja. No pudo evitar levantar una ceja. 

En primer lugar, el que un chico como él anduviera por este lugar era de por si extraño, tomando en cuenta que esta es una especie de instalación militar. Eso la llevaba al otro punto, ¿Cuántos años tiene? No más de 15, con suerte a medio camino de los 16, solo un mocoso pajero que debería estar babeando el piso por solo tener la fortuna de que ella le hablara, o le dejara pagar su comida. Debería estar hecho un manojo de nervios, tratando y fallando en desvestirla con los ojos, haciendo lo posible por recordar todo de ella, para usarlo luego como material para una paja, pero en cambio estaba bastante tranquilo; demasiado tranquilo, como si estar junto a una mujer devastadoramente hermosa fuera algo normal para él.

Es cierto que el chico se la comió con los ojos en un inicio, pero pronto su mirada cambió por una más contenida, seria y apreciativa, como si la estuviera evaluando con la mirada, tratando ver de qué es ella capaz. Eso la llevó al punto más interesante, este chico tenía entrenamiento. Caminaba de forma marcial, equilibrado y atento, con los músculos listos para la acción. Su experiencia le decía que si lo atacaba, él sabría bloquear y responder.

"Interesante" pensó Shenhua, poniendo los codos sobre la mesa, cruzando las manos y descansando su barbilla en ellas, mientras le daba una mirada y una sonrisa bastante sensual al chico para medirlo mejor.

— Gracias por la comida. Me salvaste la vida — dijo ella ampliando un poco su sonrisa sensual, dándole una fija mirada que decía por todos lados: "Tengo ganas de follarte"

— Eeehh, descuide. No, no fue nada — respondió él, con una pequeña sonrisa apenada, mientras se rascaba la mejilla.

Y aquí estaba su respuesta. Él había sostenido su mirada y sin dudas comprendió el mensaje que le envió. Apartó la mirada un tanto apenado, pero ni por lejos desarmado; por el contrario, parecía como si se sintiera alagado por la insinuación. Esa no es la reacción que se esperaría de un mocoso virgen y pajero de 15 años.

"Que me condenen. El mocoso tiene algo de experiencia con mujeres" pensó Shenhua, divertida y curiosa por partes iguales.

— Sé que debimos partir por esto primero, pero, bien, más vale tarde que nunca. Mi nombre es Shenhua. Un gusto. ¿Y tú eres…? — dijo, dejando la pregunta en el aire.

— Shinji Ikari. El gusto es mío — respondió él, oficialmente adorando el acento de la mujer. La hacía sonar condenadamente linda — ¿Qué la trae a NERV, señorita Shenhua? — preguntó luego de despejar su mente.

Shenhua estrechó un poco el ceño ante la mención de ese nombre. Le sonaba de alguna parte. Estaba segura de haberlo escuchado y de que era importante, pero de alguna forma no podía hacer la conexión. Decidió dejarlo de lado por ahora y responder.

— Acompaño a mi jefe. Tiene una reunión con el mandamás de este lugar. Como estarán reunidos por largo rato, y no quería estar como una idiota parada por horas afuera de esa oficina, decidí buscar algo de comer, pero me perdí. Este lugar es un puto laberinto — comentó Shenhua.

— Sí. Este lugar es realmente enorme, llevo cerca de un año aquí y aún no he recorrido ni un tercio de este lugar. De hecho, conozco a alguien que trabaja aquí desde hace años y aun hoy se pierde de vez en cuando — comentó Shinji, recordando con cariño a Misato, la que justo esta mañana se volvió a perder, y solicitó por el sistema de altavoces que la doctora Ritsuko se comunicara con ella.

Shenhua levantó una ceja al ver como el chico en verdad era capaz de mantener una conversación con ella sin convertirse en un manojo de nervios, mientras parecía perderse en un recuerdo agradable.

— Si se puede saber. ¿Qué hace un chico tan joven como tú en este lugar? — preguntó Shenhua.

— Oh, sí. Bien, soy Piloto del Evangelion Unidad 01 — respondió simplemente Shinji.

Los ojos de Shenhua se agrandaron y su boca se abrió mientras miraba al chico. De ahí es de donde lo conocía. El Evangelion. Aun en Roanapur, esa ciudad sin ley abandonada de la mano de Dios, la gente estaba al tanto de las batallas libradas en Japón por robots gigantes contra monstruos espaciales, o lo que sean esas cosas. Máquinas gigantes pilotadas por niños, siendo Shinji Ikari uno de ellos. Mr. Chang le comentó eso, mientras veían algunos videos de las batallas en su vuelo a Tokyo-3, donde supo que el piloto del Evangelion que había dado cuenta de casi todas esas cosas, era además el hijo del amigo que venía a ver.

La mujer cerró la boca y no pudo evitar una pequeña sonrisa apreciativa. Ahora las cosas comenzaban a tener un poco más de sentido.

 

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— ¡Hola Balalaika! Ha pasado mucho tiempo — dijo a viva voz Mr. Chang ingresando al Centro de Mando de NERV, con su tradicional aire de dueño del mundo, resistiendo el impuso de usar el apodo de "Cara Frita" con el que siempre tenía el descaro de honrar a una de las mujeres mal peligrosas y mortales del mundo, sabiendo muy bien que él era uno de los pocos hombres capaces de pararse frente a ella y salirse con la suya, aunque siempre era algo prudente. Sabía que no debía presionarla demasiado.

Aparentemente Balalaika notó la falta del apodo, ya que levantó una ceja curiosa, pero Chang era un hombre inteligente y sabía cuál era el momento y el lugar para las informalidades, y ciertamente este lugar no lo era. Si bien Balalaika estaba a cargo de las Operaciones Militares aquí, teniendo a su mando los Evangelion, las armas más poderosas jamás creadas en la historia de la humanidad, este lugar no es Roanapur, ni mucho menos "Hotel Moscow". Balalaika no podía simplemente sacar su arma y volarle la cabeza al pobre infeliz que osara ponerse en su lado malo. Este era un trabajo formal y oficial bajo el paraguas protector de la ONU; al menos en el papel, por lo que debía haber cierta formalidad. Como invitado aquí, iba a mantener el juego, al menos hasta que conversaran en privado con un buen trago de vodka.

Balalaika le entregó a Misato la carpeta con los papeles que habían estado revisando, para girarse hacia un sonriente Chang, que vestía su tradicional e impecable traje de diseñador, sobretodo, bufanda de seda blanca, inseparables gafas de sol y un sempiterno cigarrillo en los labios, mientras era escoltado a cada lado por uno de los hombres de Gendo.

— No ha pasado el suficiente tiempo para mí — respondió de vuelta la rusa mientras le daba una sonrisa algo torcida, ahorrándose también el apodo que le tenía a Chang, para cuando pudieran hablar más en privado.

— Hieres mis sentimientos — dijo Chang, con una pose dramática.

La rusa amplió un poco más su sonrisa mientras le hacía un gesto con la cabeza a los esbirros de Gendo para que se retiraran. Una dura mirada de Boris, que como era su costumbre, cuidaba las espaldas de la rusa, fue suficiente para hacer que los hombres se fueran apresuradamente.

— Boris, es bueno verte también. Dutch te manda saludos y te recuerda que aún tienen pendiente un viaje de pesca — dijo Chang, mirando al enorme ruso.

— Mr. Chang, es bueno verlo también. Dele mis saludos a Dutch y dígale que tengo pendiente lo del viaje de pesca. Cuando tenga algo de tiempo lo contactaré — comento Boris con una sonrisa.

— Tal vez puedas llenar un formulario para pedir vacaciones. Puedo ver que este lugar funciona un poco distinto a "Hotel Moscow" — comento Chang, echando un vistazo al lugar.

— Estamos en medio de una guerra Chang. Una guerra distinta a la que estamos acostumbrados, pero una guerra al fin. No hay vacaciones para nadie. Al menos no aun — respondió Balalaika, haciendo que Misato hiciera una mueca. Ella necesitaba un descanso.

Chang levantó una ceja ante la bella mujer junto a Balalaika. Era su tipo de mujer.

— Pero bueno, no vas a tener la cortesía de presentarme a esta hermosa dama junto a ti — dijo Chang, logrando un leve sonrojo de Misato, mientras Balalaika rodaba los ojos.

— Esta es Misato Katsuragi, mi subordinada. Katsuragi, este es Chang, un viejo conocido de mi antiguo empleo — comentó la rusa, la que decidió no darle cuerda al líder de la Triada China para intentar meterse entre las piernas de la morena — Entonces, sabía que vendrías a ver al viejo hijo de puta de Gendo, pero no te esperaba tan pronto por aquí.

— Sí, bien, surgieron algunas cosas y pude adelantar mi viaje a Tokyo-3. Acabo de hablar con mi viejo amigo Gendo, pero él tenía un compromiso ahora mismo, así que terminaremos de ponernos al día mañana. Por ahora se me permitió venir a saludar, aunque escoltado — comentó Chang — Y debo decir que este lugar es realmente impresionante. Nunca imaginé que sería algo tan magníficamente grande.

— No has visto nada aun, créeme — comentó Balalaika.

— Puedo imaginarlo. Tal parece que no fue mala idea de mi parte el recomendarte a Gendo para este trabajo. Se te ve muy a gusto aquí, y supongo que la paga tampoco está nada mal — dijo Chang, dando un paso adelante echando un vistazo al lugar.

Misato no dejó de sorprenderse por ese comentario. Este hombre, que tenía una aparente cercana relación con la rusa malas pulgas, la había recomendado para este trabajo. ¿Quién era él? Por su parte Chang echó un vistazo y vio a los tres operarios sentados ante una consola un poco más adelante. Por fortuna en ese momento estaba un turno de reemplazo, por lo que Chang no se topó con Benny, lo que le iba a ahorrar a la rubia algunas explicaciones. Con una mirada a Boris, este entendió que debía comunicarse con el hombre, para pedirle que desaparezca hasta que Chang se haya ido de Tokyo-3

— ¿Esos son los famosos pilotos de Evangelion? — preguntó Chang señalando al trio de operarios.

Por respuesta Balalaika y Boris rieron abiertamente por el comentario de Chang, que no pudo evitar levantar una ceja, curioso. La rusa negó con la cabeza aun con una sonrisa en los labios.

— No, no lo son. Ellos son operarios de algunos sistemas críticos. Me causó gracia porque yo pensé lo mismo que tú cuando llegué aquí por primera vez — comentó Balalaika.

— Ya veo. Espero tener la oportunidad de conocer a alguno. Sé que el hijo de Gendo es piloto de una de esas cosas — comentó Chang — ¡Oh! Por cierto, ¿podría tomar prestado a uno de tus chicos como guía para Shenhua? Tiene que hacer un encargo para mí en la ciudad y no conoce el lugar.

— ¿Trajiste a Shenhua contigo? ¿Qué pretendes Chang? ¿Sabes lo que pasará si la Yakuza local se entera que el líder de la Triada China está aquí? — peguntó Balalaika sin tapujos, haciendo que Misato abriera los ojos como platos al saber quién era ese hombre.

—Tranquila Balalaika, no vine aquí para agitar el avispero. Solamente vine para asistir a un par de reuniones mañana, una de ellas aquí en NERV con mi amigo Gendo, luego de esto subo a mi avión y me regreso a Roanapur.

— ¿Y Shenhua donde encaja en todo eso? — preguntó la rusa, levantando una ceja mientras se cruzaba de brazos.

— Digamos que un imbécil hizo algo para molestarme y me llegó el dato de que está escondiendo su trasero aquí en Tokyo-3. Shenhua vino para tratar con él en mi nombre — respondió Chang con un encogimiento de hombros.

— Ya veo. Mientras no vaya por ahí haciendo destrozos que llamen la atención de personas indeseadas, por mi está bien — comentó Balalaika comprendiendo perfectamente a Chang. Ella en su lugar haría exactamente lo mismo — ¿Dónde está ella, por cierto? ¿Allá afuera con tus hombres?

— De hecho, no. Me dijeron que fue a una cafetería que hay aquí adentro por algo de comer — dijo Chang sacando un teléfono móvil apretando un número de marcado directo.

— ¿La dejaron vagar sola aquí dentro? — preguntó Balalaika, arrugando en el entrecejo.

— Tranquila. Solo fue a la cafetería — respondió Chang encogiéndose de hombros, momento en que respondieron la llamada del otro lado — Shenhua… sí, sí… terminé la reunión por hoy. ¿Dónde estás?... ¿La cafetería? Ok. Estoy con Balalaika y Boris ahora en el "Centro de Mando". Creo que así lo llaman… ¿Qué? ¿Conociste a alguien?... ¿Te puede traer aquí?... bien. Te espero.

Chang colgó el aparato y lo guardó en un bolsillo de su chaqueta mientras Balalaika y Boris estrechaban los ojos ante lo que habían escuchado.

— Como dije, está en la cafetería, Parece que en este rato conoció a alguien ahí. Ese sujeto la traerá hacia acá ahora — explicó Chang con un nuevo encogimiento de hombros.

— ¿La traerá o ella lo obligó a traerla? — preguntó Balalaika.

— Conociendo a Shenhua, lo último — comentó Boris con una pequeña sonrisa.

— Como sea, esperemos que ella llegue aquí y luego vamos a afinar los detalles en mi oficina con un trago de sake — dijo Balalaika.

— ¿Sake? ¿Qué pasó con el Vodka? — la cuestionó Chang con una ceja levantada.

— ¡Oh! El otro día gracias a Katsuragi probé algo de sake, y me dio una muy buena impresión. Le pedí al Sargento que consiguiera algunas botellas y trajo algo de muy buena calidad. Créeme, te gustara — respondió Balalaika con una sonrisa.

— Vaya, de ser ahí, ¿podrían conseguirme una botella o dos? — preguntó Chang.

— Seguro. Sargento… — dijo la rusa.

— A su orden Capitán. Tendré un par de botellas para mañana — respondió Boris con una sonrisa. Había descubierto una pequeña botillería en una parte no tan concurrida de la ciudad, mientras estaba en una cita con Ritsuko. El lugar tenía una muy buena variedad de tragos, ahí había comprado el sake para la Capitán.

Luego de ese intercambio Misato se acercó a los operarios que tomaban el turno de reemplazo de Maya, Hyuga y Benny, mientras Balalaika, Boris y ese sujeto Chang, seguían conversando animadamente. Misato no podía en su sano juicio estar contenta con la situación. Por lo que sabía esta mujer Balalaika fue parte de la Mafia Rusa antes de aterrizar en NERV, y este sujeto era nada menos que el líder la Traída China, esto no era nada bueno. Aun no podía entender qué rayos estaba pensando el Comandante Ikari al traer a esta rusa loca y su grupo de matones a NERV; aunque no podía negar que habían hecho muy bien su trabajo hasta ahora. Por otro lado, el que el Comandante Ikari fuera amigo del líder de la Triada China abría un nuevo frente de preocupación. Fue en ese momento que la puerta de acceso al Centro de Mando se abrió, por la que entró una hermosa mujer de larga y sedosa cabellera oscura, con un atrevido vestido que debía reconocer que le quedaba demasiado bien; por muy escandaloso que fuera. Pero lo que realmente llamó su atención y la horrorizó por partes iguales, es que la mujer venía colgada alegremente del brazo de un sonrojado Shinji.

— Buenas tardes Miss Balalaika, Boris. Ha pasado un tiempo desde la última vez — saludó una alegre Shenhua acercándose al grupo.

Demás está decir que todos quedaron más que sorprendidos al ver a una feliz Shenhua colgada del brazo de un Shinji algo sonrojado, pero resistiendo sin mayores problemas el tener a una mujer tan bella apegada a él. Por su parte, Balalaika arrugó el entrecejo visiblemente al ver el brazo de Shenhua colgado de su subordinado/mascota/amante. 

— ¿Y esto que significa, Shinji? — preguntó duramente Balalaika al Tercer Elegido, con una mirada penetrante.

Shinji se tensó en el acto liberándose del brazo de Shenua, la que dio un par de pestañadas en sorpresa por él repentino movimiento, mientras el chico hacia un perfecto saludo marcial a la mujer, ya que había notado que la rusa estaba en modalidad: "Exijo una explicación ahora o te corto las bolas" 

— Capitán. Encontré perdida a esta mujer en un corredor unos niveles más arriba. La escolté a la cafetería para comer algo. Recibió una llamada hace unos minutos solicitando su presencia aquí, la traje y… bien. Insistió en colgarse de mi brazo, Capitán — respondió Shinji con la marcialidad a la que estaba acostumbrado en estas situaciones.

Balalaika le dedicó una seria mirada a Shenhua, que simplemente se encogió de hombros con una sonrisa divertida.

— Solo quería molestarlo un poco. Ya sabes, lo encuentro algo lindo — dijo la mujer, logrando que Balalaika rodara los ojos.

— ¿Dijiste Shinji? ¿Shinji Ikari? — preguntó Chang interesado.

— Así es — dijo Balalaika con un suspiro resignado — Shinji, este es Chang, un viejo colega. Chang, este es Shinji Ikari, piloto del Evangelion Unidad 01.

— Es un honor conocerte chico. He escuchado mucho sobre tus impresionantes hazañas. También he visto algunos de los videos de las batallas que circulan por la internet —dijo un interesado Chang parándose frente al chico mientras lo evaluaba con la mirada — Mmmhh… contextura delgada, pero atlética, de seguro hay músculos firmes y bien trabajados bajo esa camisa, brazos fuertes, buena postura, listo para saltar a la acción. Se nota que hay un buen entrenamiento detrás — comentó el líder de la Triada China, logrando una mirada sorprendida por parte de Shinji.

— Puedes estar seguro de eso. El Sargento Boris se encarga personalmente de su entrenamiento — comentó Balalaika.

Ese pedazo de información sorprendió por completo a Chang. El que Balalaika pusiera a Boris a cargo del entrenamiento del chico quería decir que se estaba tomando este trabajo muy en serio, y a simple vista podía ver que Boris también se tomó en serio su papel de instructor. Con un solo vistazo supo que él chico tenía entrenamiento militar avanzado. Sonrió. ¿Qué pretendía esta mujer? ¿Reclutar al chico para su Vissotoniki?

Por su parte, para Shenhua cayó en su lugar una pieza más del rompecabezas que era Shinji Ikari. El chico había despertado su interés por varias razones, una de ellas, era su forma de moverse y esa postura casual, pero lista para saltar a la acción. Ahora todo tenía sentido, si Boris lo estaba entrenando, era seguro pensar que el ruso lo había hecho pasar por el infierno en vida para sacar lo mejor de él. Esa era la forma de hacer las cosas de esa manada de rusos enfermos de la cabeza. Ahora solo faltaba saber cómo rayos este mocoso se las había arreglado para pasar de las pajas, a encajarla entre las piernas de una mujer, porque por increíble que parezca, el chico parecía tener experiencia, y ella quería conocer la historia detrás de eso. Intuía que sería algo interesante y divertido de escuchar.

— Así que Boris se encarga de entrenarlo — comentó Chang con una sonrisa — Puedo ver que has hecho un buen trabajo — añadió mirando a un serio Boris, que no se sentía muy cómodo con los elogios.

— Tan buen trabajo; de hecho, que Shinji se las arregló para encajarle un buen golpe el otro día. ¿Verdad Sargento? — comentó una divertida Balalaika, logrando que Boris hiciera una mueca ante ese amargo recuerdo, por muy orgulloso que lo hiciera sentir el progreso del mocoso de Gendo.

Chang y Shenhua se congelaron en su lugar mirando a Balalaika como si le hubiera crecido una segunda cabeza, pero la mirada en los ojos y la sonrisa divertida en sus labios no dejaban dudas de que hablaba en serio. La cara de fastidio de Boris solo contribuyó a reafirmar los dichos de la rusa.

— ¿Golpeó a Boris? — preguntó Chang incrédulo.

Balalaika amplió su sonrisa, y Boris dio bufido de molestia.

— ¿¿ME ESTÁS CAGANDO?? — estalló Chang.

 

 

 

Continuará…

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Notas del Autor: Hola a todos. Comienza la visita de Chang a NERV en compañía de Shenhua, que viene a realizar un trabajo de esos a los que ella está tan acostumbrada. En su periplo por NERV, Shenhua se encuentra con Shinji y queda muy interesada en el joven Piloto EVA al percatarse de algunas cosas que le llaman poderosamente la atención. Algo se viene ahora con Shenhua, y todo indica que cierto Piloto EVA será arrastrado con ella.

Saludos y nos leemos pronto.

(1) Dolbayeb Stervashka: Pequeña puta estúpida (literalmente estúpida putita)

(2) Malchaniye: Silencio.

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