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Chapter 4 - Capitulo 4: Una decisión desesperada

La noche cayó y Eric se encontraba recargado en la pequeña pared de la cueva, su estomago gruñía debido al hambre provocada por no haber comido bien en su "ultima cena" y por haber vomitado esa dichosa cena hace algunas horas. Estaba tratando de no pensar en ello y "solucionar" ese problema durmiendo, sin embargo el estar en un ambiente presuntamente hostil y desconocido hacia que su cerebro estuviera mas alerta que nunca, privándolo de aquel anhelado sueño. Mientras cerraba los ojos para tratar de dormir una repentina realización cayo en su mente, mirando a aquel supuesto conejo, que aun se conservaba en buen estado a pesar de haber muerto hace horas, su boca comenzó a salivar.

Desesperado por comida, tomo el cuerno de aquel supuesto conejo y comenzó a tratar de despellejarlo, con mucha dificultad comenzó a quitar la piel, la cual separo hacia un lado y la enrolló para hacerla similar a un recipiente y comenzó a verter toda la sangre que pudo en aquel recipiente improvisado. Después de que se llenara se quedó contemplando la acción que iba a tomar en este momento, dudó y dudó por minutos, sin embargo el recordatorio dado por su estomago gruñendo lo obligó a actuar y de un solo trago y sin ganas de saborear bebió toda la sangre que había en el recipiente. Aguantando las ganas de vomitar de nuevo y desperdiciar su escasa determinación, trago toda la sangre y comenzó a respirar pesadamente, tratando de calmarse por tan traumática experiencia.

Después de un tiempo descansando de haber bebido la sangre del supuesto conejo comenzó a mirar aquella carne que se veía curiosamente rosada, con un toque tierno y probablemente un sabor delicioso, sin embargo recordó que no puede disfrutarla tal como se la imagina y tendrá que comerla cruda, lo cual provoca algunas arcadas al imaginarse comiendo carne cruda, pero después de haber bebido sangre fresca consiguió algo de valor y comenzó a trozar la carne del supuesto conejo, sintiéndose extraño por el tacto de la carne. Terminando de trozar la carne comenzó a colocarla en el recipiente del cual bebió la sangre y tomando un pequeño trozo de carne lo metió a su boca sin pensarlo y masticando lo mas rápido que pudo para tragarlo sin saborearlo tanto. Por error, al tratar de masticar lo mas rápido que podía terminó mordiéndose la lengua y debido a eso pudo saborear algo de la carne, sorprendentemente tenia un buen sabor incluso cruda y pensó "Tal vez este es el sabor que sienten todos los animales al comer carne cruda que por eso no tratan de mejorar el sabor juntándola con otros posibles ingredientes"

Comenzó a disfrutar la carne como si no hubiera comido en 30 días, sentía que era el manjar mas grande que haya tenido en su vida y curiosamente pero sin que el se diera cuenta, la carne que estaba consumiendo comenzaba a fortalecer de manera poco perceptible su cuerpo, reponiendo por completo la energía que había gastado de manera casi milagrosa, parecía que ahora podría correr un maratón de 10 kilómetros y aun tener energía de sobra para hacer varias series de lagartijas y sentadillas, tanta energía le quito el sueño que tenia y comenzó a utilizar la piel para hacer un abrigo poco convencional, cortando pequeñas secciones entre las pieles para poder unirlas con nudos y extenderla un poco mas, todo el proceso duro hasta que ya había amanecido y pudo completar su obra maestra, una especie de chal hecho de piel de un supuesto conejo.

Contento de tener un abrigo con el cual poder cubrirse en las frías noches decidió buscar alguna roca para poder afilar el cuerno que tenia en la mano y con el cuerno sobrante trataría de hacer un hueco en el centro para poder usarlo como cantimplora para llevar lo que quedaba de sangre y no morir deshidratado en el camino. Salió de la cueva decidido a encontrar algo mas para comer y de paso encontrar algo que usar para poder afilar su cuerno. Fue dejando rastros que pueda seguir para volver a su cueva, fue una suerte que el paramo fuera similar al gran cañón de su antiguo mundo y no un desierto, si incluso ahora dudaba en sobrevivir, si esto fuera un desierto probablemente ya no estaría vivo, aunque realmente no le importaba dejar la cueva atrás siempre y cuando encontrara un lugar mejor.

Eric estuvo caminando por horas y regreso muy feliz a su cueva. Aunque se sintió muy feliz de haber encontrado a otro supuesto conejo y poder cazarlo se desanimo un poco por no poder encontrar una cueva mas grande o algún rastro de la civilización. Rápidamente despellejo al supuesto conejo y comenzó a comer su carne y beber su sangre, habiendo probado la carne correctamente decidió también probar el sabor de la sangre y realmente fue bueno, tal vez no tanto como alguna bebida carbonatada pero si lo suficiente como para satisfacer su paladar. Mientras comía rápidamente se lleno de energía, esta vez después de haber probado la carne y la sangre del supuesto conejo por segunda vez pudo notar como se sentía mas fuerte, su vista mejoro un poco, también su fuerza y sobre todo su sentido del olfato, con este ultimo en especial tuvo una sensación mas curiosa puesto que podía oler algo extraño en el aire, todavía no lograba distinguir bien que era, pero cada vez que inhalaba fuertemente para sentir mas ese olor curioso se sentía mas activo, sentía que su cuerpo se limpiaba con cada respiración que daba, era una sensación cómoda, tan cómoda que después de todas las dificultades que ha pasado en este día pudo dormir tranquilamente.

Mientras dormía pudo sentir como si su cuerpo flotara, una extraña energía entraba constantemente a su cuerpo, entraba desde su nariz hasta sus pulmones y de sus pulmones se extendía hasta todo su cuerpo, pasando por sus manos, sus pues y cabeza, rodeando todos sus órganos vitales y huesos, fortaleciéndolos poco a poco, fue un cambio tan minúsculo que Eric no lo noto pero que iba mejorando su constitución de una manera extraordinaria. Cuando todo este proceso se estaba dando dentro del cuerpo de Eric, el estaba soñando con su antiguo mundo, aquellos momentos felices que paso con Brisa, unos momentos que probablemente no volverá a experimentar pero que por esa misma razón ahora atesora aun mas que cuando vivía en el otro mundo.