Camine en un corredor oscuro sin ventanas. No sabía por qué estaba ahí. Solo que tenía que caminar.
Camine, camine y seguí caminando mientras el tiempo pasaba lentamente. Pase por el reloj de péndulo una y otra y otra y otra vez. Cada vez que terminaba el pasillo, encontraba una puerta; abriéndola vi otro corredor exactamente igual.
Mi movimiento fue el de siempre. Sin mirar, entre y moví mis piernas en un movimiento perpetuo. Siempre es igual. Atrapado en estas paredes por la eternidad. Era una rata en un laberinto sin salida, moviéndome eternamente en búsqueda de una salida inexistente.
Pase por los mismos muebles:un sillón rojo, el reloj de péndulo, la ventana con la vista cubierta de ladrillos, un cuadro de una casa de madera agrietada roja en medio del desierto; y llegué, por fin, a la puerta.
Y repetí una vez más. Sillón rojo, péndulo, ventana, cuadro y puerta. Repetición constante sin parar.
Había dejado de pensar hace tiempo.
¿Quién era yo?
No importaba. Sillón rojo, péndulo, ventana, cuadro y puerta
¿Por qué estaba aquí?
Tampoco. No había salida. Era una pregunta sin sentido. Podría haber reflexionado hace tiempo sobre esta pregunta. Pero ya no tenía sentido. Estoy, estuve y estaré aquí. Sin salida. Atrapado.
Sillón, péndulo, ventana, cuadro y puerta.
¿Futuro? Nunca hubo. Solo yo caminando en este pasillo interminable en un limbo sin final aparente. Estoy cansado. Pero siempre puedo seguir caminando. No sé de donde vienen las fuerzas interminables para este esfuerzo colosal. El aburrimiento nunca me vencía.
Sillón, péndulo, ventana, cuadro y puerta.
¿Cuánto tiempo llevo?
Había perdido la noción del tiempo hace mucho. Mis recuerdos se habían dispersado como una voluta de humo en el viento. Es posible que hace mucho, mucho tiempo haya intentado escapar. Seguramente haya intentado ir en reversa. Solo para darme cuenta de que era inútil. Al pasar por la puerta previamente atravesada, solo quedaba una cosa; repetir el orden:sillón, péndulo, ventana, cuadro y puerta.
Era algo fantasioso. El como se colocaba el pasillo siempre igual cuando atravesaras cualquiera de las puertas:inicial o final.
Sillón, péndulo, ventana, cuadro y puerta.
Moví mi mano al pomo de la puerta y la abrí. Iniciando de nuevo el ciclo. Sillón rojo, reloj de péndulo, ventana cubierta por una pared de ladrillos y el cuadro de una casa de ladrillos en el desierto.