—Mami Azul, tengo sueño — dijo Lucy de pronto.
—Claro, amor. Creo que iré a dormir con los niños Rudy — dijo Roxy que tomo a Siegh en sus brazos.
—Bien, amor. Buenas noches. Nos quedaremos un poco más — le dije, mientras Roxy partía con los niños y Leo a la habitación del primer piso donde nos quedábamos, por petición de Ariel. También se llevó a Edward. Por mientras, la reina seguía con nosotros.
—Tienes unos hijos muy lindos, Rúdeus — me dijo Sara.
—Sí, aunque todos se parecen a sus madres, solo que algunos sacaron mis antiguos ojos —dije.
—Claro que no. Siegh es idéntico a ti, Rudy. Bueno, salvo que sacó mi pelo y orejas élficas,— dijo Silphy .
—Sí, es curioso — dijo Isolte. —Tú, Silphy, eres una humana con 1/4 de elfo. Pero aún así pareces una elfa de raza pura. Y Sieghart y Lucy son 1/8 elfos y aun así sacaron razgoa de elfo . Yo conocí gente nieta de elfos pero ya tenían las orejas redondas. Tu abuela debe tener una sangre muy fuerte.
—Sí, ella es una alta elfa. Perugius la encontró en un cristal hace 400 años, le explico Silphy.
—Espera, ¿dices que esa elfa Rubia , la esposa del sacerdote Milis es la misma que encontró mi padre con el tío Perugius en el Laberinto de las montañas Dragonroad? — dijo Kalman II, emocionado.
—Sí, es ella.
—Maldición. Papá me contó esa historia. La encontraron en un cristal en un laberinto. Nunca supieron quién era ni como llegó ahi. Papá tenía la teoría de que tal vez fue una aventurera que quedó atrapada, o tal vez tenía algo que ver con el segundo Dios Dragón y fue encerrada en la segunda gran guerra humano demonio.
—Mi abuelita dice que no recuerda nada antes de que la sacaran de ahí, pero es bastante probable que tenga mucho más de 1000 años. —
—Ya veo. Si recuperara la memoria, ella podría contarnos muchas historias increíbles dijo Alex emocionado.
—Ella tiene varias historias, jajaja pero no de aventuras precisamente jejejeje , recuerdo una vez que Elinalise estaba nadando desnuda en el río y entonces Paul.... (...).
—Oye Ghislaine, no quiero saber eso, —le dije.
—¿Porque? es una historia graciosa.
—Mi abuelita esta casada, y ya no hace eso,— le dijo Silphy con las mejillas infladas.
—Diablos chica, pones la misma cara de Elinalise cuando esta cabreada, —dijo la gata,— bueno como sea, Cúando regresen dile a Paul que te cuente esa historia es muy graciosa —insistió Ghislaine. Pero a Silphy no le gustó para nada la anécdota y a mi me puso nervioso, ya Ghislaine no tienen ningún filtro , de hecho no le mencione pero cuando estábamos en la aldea Superd recordó algo muy explícito qué hizo con papá y lo recordó cuando estábamos en una fogata con Ruidjerd, Norm, papá, Doga y Alex , basta con decir que Norm estaba roja de ira, y a papá le costó casi un día hacerla entender que hizo eso cuando aun no conocía a mamá.
—Creo que los altos elfos habían sido asimilados por los elfos del gran bosque ¿no es así? pregunto Sara.
—Mi abuelita estuvo encerrada, Quién sabe cuántos siglos estuvo encerrada ahí, así que ella no fue asimilada — dijo Silphy.
—¿No será una elfa oscura? — dijo Kalman III.
—Lo dudo — dijo Silphy. —Mi abuelita solo sabe magia intermedia y nunca le vi talento para la magia de exorcismo o magia oscura. Solo es intermedia en magia de agua y tierra, ademas ese tipo de magia es tabú, esta prohibido usar magia negra y crear almas artificiales para controlar cadáveres o revivir monstruos . Una cosa es crear familiares que haces con mana y solo te obedecen a ti y otro es revivir muertos con almas artificiales creadas con ese mana, si bien ambas magias son muy parecidas la diferencia es que el familiar se crea con tu mana propio, pero la magia oscura ocupa un cuerpo de un muerto y este se sigue pudriendo, es algo horrible.
—Pero si quedó en un cristal y perdió la memoria, eso significa que también la forma de usar su mana debe haberse alterado. Los cristales alteran nuestro flujo de maná — dijo Kalman III.
—Tú, ¿cómo sabes eso, Alek?,— le pregunté.
—Bueno, he explorado muchos laberintos por mi cuenta, y siempre me gusta hablar con veteranos. Además, eso me lo contó papá, y a él Perugius además mi abuela una vez me contó que esa magia fue prohibida por la misma Kishirika, ni los demonios se atreverían a usarla, ni siquiera Laplace llego a hacer eso, incluso lo aborrecia y mataba a quien descubrirá usando esa magia .
—Ya veo, y creí que usar círculos de trasporte era complicado, —¿que raro que Orsted nunca le hablo de ello, pensé? . —Como sea, Elinalise no es una elfa oscura. Si es una alta elfa. Y por eso Silphy y mis hijos sacaron rasgos élficos fuertes a pesar de ser humanos, —dije volviendo al la pregunta de Isolte.
—¿Cómo sabes de elfos oscuros? — le preguntó Sara a Alek .
—Una vez me topé con uno. Usaba magia negra para crear zombies con alma. Les daba un alma artificial cada con magia oscura a los muertos y los usaba como títeres. Es una magia repulsiva. Traté de cazarlo, pero el desgraciado desapareció en un laberinto cerca de las montañas al norte de Milis. No era un laberinto peligroso, pero ese tipo estaba ahí. Lo busqué por un año completo, pero había desaparecido.
—Ya veo. Debe haberse teletrasportado — dije. —Pero es raro que Orsted no sepa de él.
—Bueno, el Dios Dragón debe pensar que no es alguien importante ni debe ser un apóstol — dijo Kalman II. —No es un enemigo peligroso, solo que usa esa magia repulsiva.
—¿También lo conoces Alex? —pregunte ya intrigado por este tipo.
—Sí. Una vez me topé con él, pero no me atacó. Es un enigma. Como todo elfo, es atractivo de pelo castaño oscuro, pero es un tipo raro, se viste como un brujo de ropajes púrpura y negros y es muy pálido. Seguramente pasa su vida en laberintos y cavernas.
—Yo quiero conocerlo y combaritlo — dijo Eris con su entusiasmo de costumbre .
—¿Para qué? No es peligroso, Eris. No tenemos nada contra ese tipo,— le dije.
—Le quitas la diversión a la vida, mi amor — me dijo Eris poniéndonos cabeza en mi hombro , ella cuando bebe se pone más cariñosa conmigo.
—¿Cómo se llama ese elfo oscuro? — preguntó Silphy.
—No lo sé, solo lo he visto de pasada — dijo Alex.
—Yo tampoco, pero es un tipo misterioso. De hecho, cuando me atacó fue cuando encontré un raro artefacto con una gema escarlata. El tipo trató de quitármelo con esos malditos zombies con voluntad y bestias revividas , pero los maté fácil y el elfo entró en pánico. Pero cuando doblé en la esquina del laberinto , el tipo había desaparecido, —nos dijo Aleksander.
—Eso suena tan genial — le dijo Aisha a Alek, quien se puso muy rojo.
—Eso suena algo aterrador — dijo Ariel — usar magia de esa manera me parece horrendo, se parece a los libros que escribe Rudy en especial a esa historia de Resident evil . Por cierto Lady Nanahoshi, en su mundo no había magia, pero me hablaste de brujería, ¿cierto?
—Bueno, sí, existen sacerdotes claro, videntes, o brujos. También magos, pero no como acá. Más bien son trucos de manos ilusionismo le llaman es más habilidad y rapidez con las manos qué la magia qué ustedes conocen, y es un show parecido al teatro . Pero también se habla de magia negra. Es algo mal mirado ya que se invocan favores a seres sobrenaturales , aunque no tiene sustento científico . Aún así Mucha gente cree en ellos, posesiones demoníacas o fantasmas. La gente acude a brujos para amarres de amor y cosas así, aunque la mayoría to diría un 99% son charlatanes y estafadores.
—¿Y ese 1% restante no lo son?, pregunto Sara, que le ponía mucha atención a Nanahoshi.
—Bueno, eso no tiene explicación — dijo Nana.
—Tal vez, son almas de este mundo que reencarnaron allá y tienen afinidad aún con esas cosas — dije, sin pensarlo.
—¿Y tú cómo sabes eso, Rúdeus? — me preguntó Sara.
—No lo sé, solo estoy suponiendo — dije.
—Vaya, eso suena genial, lastima que se quedarán poco, me hubiese gustado hablar más contigo,— le dijo Sara a Nana, mi esposa le dio una genuina sonrisa.
— Voy a cambiar este tema aterrador, dijo Ariel— ¿ cuáles son tus próximas misiones, Rudy? — me preguntó.
—Pensaba ir al santuario de la espada a hablar con Jino Britts el Dios del filo , pero esperare que Eris dé a luz, ya que ella sabe más como funciona ese lugar y no quiero arriesgarme a provocar una pelea o un mal entendido — dije.
—¿Puedo ir con ustedes? — preguntó Isolte.
—Sí, ¿por qué no? — dijo Eris, cruzándose de brazos.
—Después de eso, afianzar las alianzas, conseguir más apoyos para la causa e incrementar nuestras fuerzas para el futuro. Tengo pensado reclutar chicos talentosos y enseñarles magia en silencio, según los que Orsted apruebe para su enseñanza — dije.
—Sí, ya me habías contado algo sobre eso. Por cierto, ya te lo había pedido Cúa do nues(....) mi bebé nació, pero quisiera que entrenes a Edward en magia y esgrima. Tengo planeado enviarlo contigo algunos días al mes y enviarlo a Ranoa un par de años Cúa do cumpla 15 años . También pienso hacer lo mismo con el bebé que cargo en mi vientre — dijo, acariciándose. —Y me gustaría que te acompañaran a misiones de vez en cuando cuando crezcan.
—Eso es peligroso. No es un juego, Ariel.
—Lo sé, pero Lady Roxy me comentó que pronto empezarás a llevar a tus hijos a misiones y también quiero que mi hijo crezca con su pa, pa, padrino y que tenga conocimientos prácticos de combate. No quiero otro pelele como mi padre en el trono y no haga nada y el poder termine en otro Darius , menos si Edward será el rey durante la guerra de Laplace, o tal vez el hijo o hija de Edward. Sé que no te gusta meterte en política Rúdeus, y no te estoy pidiendo eso. Solo quiero que eduques a mis hijos con principios.
—Con todo respeto, Ariel, no puedes hacer eso, ¿tú?, eres su madre después de todo. — le dije.
—Por favor, Rudy. Tú sabes que no tengo principios — me dijo, guiñándome un ojo, mientras, yo tragaba saliva sonoramente. Dios, a esta mujer sí que le gusta jugar con fuego, pensé .
—¿O a menos que eso moleste a tus esposas? — dijo Ariel mirando a las chicas .
—No, claro que no — dijo Silphy, algo ebria, que tenía su cabeza apoyada en el hombro de Nana, la cual sí estaba algo molesta por Ariel.
—Con respecto a niños. Estaba pensando en llamar al bebé Sariel si es niña, pero si es niño, no se me ocurre nada. Tú, ¿qué piensas, Rudy? ¿Cómo llamarías al bebé si es varón?
—No creo poder hacer eso, Majestad, ademas algo me dice que será niña,— dije .
—Serás su padrino también. Vamos, puedes darle un nombre si es varón.
—Mmmm, bueno ya que insistes déjame pensar. ¿Qué tal Saga?
—Uuf, Rudy. No puedes llamar al príncipe como uno de esos caballeros del zodiaco — me regañó Nana.
—¿Qué es eso? — preguntó Alek con curiosidad.
—Tenías que decir eso — le dije a Nana en japonés.
—Pero Rudy, ¿qué te pasa? ¿Cómo se te ocurre llamar al bebé como esos estúpidos personajes de ese rancio anime?
—Retractate ahora, Shizuka.
—Claro que no, Greyrat — me dijo, inflando las mejillas.
—Ya dejen de pelear ustedes dos y de hablar en ese idioma — nos regañó Eris.
—Pero quedé con la duda, ¿qué son esos caballeros? — pregunto Alek emocionado y Alex también estaba con los ojos abiertos, ahora que los miro son muy parecidos.
—Eeeh, es un libro que estoy escribiendo — les dije.
—¿Puedes contarme de qué se trata? — dijo Alek, que tenía la misma sonrisa de Alex.
—Bueno, es una historia de fantasía. La diosa de la guerra, Atenea, regresa a la Tierra como un bebé cada 200 años para enfrentarse al dios del inframundo Hades.
Entonces, lo que pasa es(…) Caballeros de Bronce(…) Caballeros de Plata(… ) Armadura Dorada(… ) Doce Caballeros Dorados(…) Las 12 Casas(…) Entonces, el Patriarca es un impostor Y trece años antes, mató a Aioros de Sagitario. El Patriarca Shion, Saga de Géminis(…)
Finalmente, se suicida y pide perdón. Y ese es la primera parte. Otro día te contaré la segunda.
—Dios, esa historia es muy genial. ¿ cómo te inspiras para escribir historias tan buenas? — me dijo Alex.
—Este, bueno, eeeh, en mi armadura dorada y en ustedes, los caballeros dorados de Asúra. — les dije.
—Y la diosa sería yo — dijo Ariel, cerrando un ojo.
—Si, claro que es por ti , —por qué no, pensé.
—Eso es muy alargador Rudy — me dijo Ariel mordiéndose el labio inferior (labio inferior de la boca, no vayan a pensar mal).
—Bravo imbécil. Ahora esta yegua está caliente pensando que esa estúpida historia es sobre ella. ¿Eso querías acaso?¿Excitarla?, me dijo Nanahoshi en japones.
—Hey, no te enojes conmigo, Nana. Tú sacaste el tema a colación.
—Es que es estúpido, Rudy no puedes llamar a un príncipe así .
—Más estúpida era esa serie de Inuyasha qué veías . Eso sí que era estúpido,— le dije.
—Oooh, retractate inmediatamente — me dijo Nana.
—Claro que no.
—Ya dejen de discutir en ese idioma — nos regaño Silphy.
—Lo sentimos — dijimos Nana y yo al unísono mira do para otro lado, mientrasAriel parecía disfrutar de esto .
—Vaya, la elfa debe ser muy mandona que hizo callar a Reidar y tu otra cuñada — le dijo Alek a Aisha con un tono de burla .
—Sí, en mi familia las mujeres tenemos carácter fuerte y mandamos — le dijo Aisha.
—Puuf son un montón de sometidos — dijo Alek.
—¿Dijiste algo, pervertido? ¿Quieres que le diga a mi hermano y a tu padre que te sorprendí espiándome a mi y a las chicas feráles como nos bañabamos desnudas en el río?
—No las espiaba, estaba cuidándote, niña malagradecida.
—No habían monstruos — le dijo Aisha.
— Qué tanto murmura ustedes dos ? — les dijo Rúdeus, de pronto.
—Nada, hermano.
—Jajajajajaja, qué se decían con tu esposa en ese lenguaje, Rúdeus. —preguntó Isolte.
—Nada, es que Nana dice que la historia es mala y no quiere que la publique.
—Ya veo. A mí me pareció genial — dijo Ariel.
—A mí también me encanta — dijo Sara.
—Vez, Nana, es una buena historia — le dije con una sonrisa de triunfo.
—Nerd — me dijo Nana con una mueca mientras bebía su trago.
—Ellos se enojaron — preguntó Sara a Silphy.
—Jaja, no. Ellos estaban bromeando siempre hacen eso como si estuvieran discutiendo y Después van a andar como un nudo de abrazados. Su relación es así. Rudy a veces es algo infantil, y Nana también.
—Mira quién habla — le dijo Nana.
—Por cierto, Rudy, veo que perdiste tu espada — me dijo Ariel.
—Sí, bueno, destruí tres espadas en la batalla. Solo ésta sobrevivió (la espada qué le dio Orsted) , y una de ellas era una de las 49 espadas mágicas.
—Ya veo. La próxima vez que vayas al palacio de plata, te daré una espada nueva. No es una de las 49 espadas mágicas gradas por Julian Jalisco , pero es una espada mágica también. Muy parecida a esa de dos filos que tenías, es hermana de la espada qué tiene Luke .
—No es necesario, Alteza.
—Insisto, el hecho de que Luke no sepa usar su espada no quiere decir que es mala, de hecho es mucha espada para el dijo Ariel provocando las risas de Kleene, Elmore y Silphy .— También puedo darle una espada a usted, Lord Alek.
—No gracias, Majestad. Ya dejé encargada a una con un herrero, que usaré por mientras viajamos al continente Milis, a ver al Dios Metal, ademas mi batalla con Reidar me hizo darme cuenta que una espada mágica me frenaba en vez de hacerme más fuerte como Dios del norte.
—Ya veo. Bueno, espero que de ahora en adelante los problemas y ataques de nuestros enemigos no sean tantos.
—Eso espero. Badigadi dijo que el hombre Dios está derrotado y no tiene con qué atacarnos. Pero nunca se sabe, les dije.
—¿Y qué nuevos proyectos tienes, Rudy? Me Pregunto Ariel.
—Bueno, la automata. Falta muy poco para completarla. Seguir con las armaduras y armas mágicas para cuando llegue Laplace tener un ajercito fuerte que lo derrote rápidamente. Además Escribiré más libros de historias y cuentos .
—Plagiador — me dijo Nana en español, entrecerrando los ojos.
—Jajajajaja. Como sea, Rudy, volviendo al tema del bebé, si es varón, tú podrás elegir el nombre — dijo Ariel.
—Claro — le dije.
—Por cierto, Sara, ¿qué pasó con las amazonas? — pregunté.
—Oh, el grupo se disolvió. Alisa decidió ir al Reino Dragón, y las demás formaron un nuevo grupo.
—Oye, si no funcionan las cosas acá, tal vez podrías ir a Ars y trabajar para los mercenarios. Solo di que me conoces.
—Jaja, te lo agradezco, pero me gusta lo que hago en Roa y pronto tendré una casa. Creo que encontré mi lugar en el mundo.
—Me alegra escuchar eso. Tal vez pronto conozcas a alguien y tengas hijos, —le dije.
—Quién sabe — dijo, sonrojada. —Sabes, Rúdeus, aún me cuesta creer hasta dónde has llegado.
—Sí. Bueno, como te dije esa vez en Gardenia, nunca planeé nada de esto. Supongo que el accidente de maná de hace 13 años nos cambió la vida a todos — dije—Pero aún así, no me arrepiento de nada.
—Bueno, yo sí me arrepiento de muchas cosas — dijo Sara jugando con su pelo .
—¿Ah, sí? ¿Como qué cosas?
—Jajaja, de no haber tomado otra decisión cuando debí o hacerle caso a la líder de mi equipo cuando me dijo que podía quedarme en cierto lugar.
—Grrr, se perfectamente a que te refieres, gata rompe hogares — murmuró Eris para si misma .
—Creo que iré a dormir — dijo de pronto Aisha, quien fue a su habitación. Después fue Alek, Alex y Doga. Finalmente, solo quedamos Ariel, mis esposas y Sara.
—¿Qué harán ahora, Rúdeus? — preguntó Sara.
—Bautizar a Edward en el lugar en que nací, y después regresaremos a casa.
—Ese viaje les tomará mucho — dijo Sara.
—No, bueno, este, este, viajaremos con Perugius. ¿Cómo crees que llegué tan rápido a casa desde Biheril? — le dije.
—Eso es increíble. Conoces al héroe legendario, a los dioses del Norte, y tú mismo eres el Dios del Cauce. —¡Diablos! Si que me equivoqué en grande al no quedarme esa noche — pensó Sara.
—Rudy, será mejor ir a dormir. Debemos partir temprano a la aldea buena. Son casi medio día de viaje desde Roa, le dijo Eris.
—Claro. ¿Te acompaño a tu posada, Sara?
—No puedo ir sola — me dijo.
—No claro que no. No podemos hacer eso. Si gusta, duerma en la posada, Lady Sara — le dijo Ariel.
—No gracias, Majestad mi pisada esta a solo 10 minutos.
—En ese caso, Rúdeus y Lady Nanahoshi, ¿pueden acompáñarla? — nos preguntó Ariel.
—Está bien — le dijimos.
—Buenas noches. Pasaré por Edward e iremos a dormir. Vamos, Kleene, Elmore.
—Sí, Majestad.
—Iremos a dormir, Rudy. Regresen pronto — nos dijo Silphy.
—Claro, amor.
Así salimos de la posada esa noche de verano a dejar a Sara en su posada. Yo iba de la mano con Nanahoshi y Sara a nuestro lado, mientras miraba el cielo.
—¿Te desintoxico, Sara?
—No, tranquilo. No bebí mucho. ¿Sabes, Lady Nanahoshi, me gustó lo que contaste del mundo de donde vienes, me hubiese encantado saber más, Oh lo siento, olvide que tratas de regresar .
—Sí, bueno, volveré algún día, pero estar en compañía de Rudy y mis hijos hace mi estadía aquí feliz.
—¿Qué edad tienes, Lady Nanahoshi? Te vez muy joven.
—Casi 31 años.
—Te ves muy bien para tu edad .
—Si es que no envejezco en este mundo. El tiempo no me reconoce.
—Ya veo — dijo, mirando a las estrellas. Momento en que pasó una estrella fugaz, y Sara cerró los ojos y puso las manos en su pecho .
—¿Qué deseaste, Sara?, pregunté.
—Jaja, no te lo puedo decir si no no se cumplirá mi deseo — dijo.
—Sabes, este mundo es el mismo de Nana — le dije.
—¿Pero cómo? Crei que venía de otro mundo.
—Pues, la verdad es que… — Y ahí le expliqué lo de universos paralelos.
—Eso es complicado, pero entendí que hay más mundos como éste? O me equivoco, dijo Sara.
—Así es. Por la ubicación de las estrellas, que son las mismas de donde Nana deducimos que estamos en un mundo paralelo al de ella.
—Ya veo. ¿Y en esos mundos, todo es igual?
—No, pero las posibilidades son infinitas — dije.
—Ya veo, eso es interesante.
Finalmente, llegamos a su posada.
—Bien, Sara, llegamos. ¿Qué descanses?
—¿Cuándo parten?
—Al amanecer.
—Bien. Supongo que nos separamos nuevamente, Rúdeus.
—Nos volveremos a ver. Y cuando eso pase, espero verte con familia, Sara.
—Cuidate, tonto — dijo, golpeando levemente mi pecho y sonriendo. —Adiós, Lady Nanahoshi. —
—Fue un gusto, Sara.
Y así la vimos entrar.
Cuando Sara entró a la posada, se quedó apoyada en la puerta pensando.
Espero que en alguna de esas realidades, infinitas Rudy, yo no haya sido tan estúpida y me hubiese quedado contigo esa noche .
— ¿Estás bien, Sara? — preguntó la dueña de la posada.
—Sí, estoy bien. Solo estaba recordando mi pasado — dijo, limpiándose una lágrima.
Mientras yo caminaba de la mano con Nana.
—Ella te amaba, ¿cierto?
—Sí, pero no funcionó. Ella se fue esa noche y me dijo algo horrible, pero no la culpo. Ella no sabía lo que me pasaba, y además, ella era una niña orgullosa. Todos cambiamos con el tiempo, tu eras arisca y ahora eres Arisca pero de otra manera, una manera más sexy, le dije guiñandole un ojo.
—Creo que ella aún siente cosas por ti, Rudy.
—No creo. Yo solo la veo como una amiga, así como a Suzanne o Isolte.
—Cuando me hablaste de ella, me la imaginé distinta, así como Eris, agresiva, pero me pareció una mujer muy dulce.
—No tan dulce como tú, mi amor — dije, agarrándole el culo.
—Oye, no, tonto. Nos pueden ver.
—Aún estoy enojado contigo por lo que dijiste de mi anime favorito , Shizuka — dije, abrazándola.
—Mentiroso, estas caliente. Me estás agarrándole las nalgas.
—Jajajajaja, te amo, Nana.
—Y yo a ti — dijo, mientras nos besábamos.
Regresamos a la posada y entramos a la habitación. Los niños ya estaban durmiendo, así que nos acurrucamos en una gran cama junto con Eris. De pronto, Aisha entró a la habitación.
—¿Y tú dónde estabas? — pregunté.
—Nada, fui al baño. —
—Fuiste hace casi media hora — le dijo Silphy.
—Sí, es que eeeh, me dolía el estómago.
—¿Te lanzaste curación?
—No, tranquilo. Ya me lancé — dijo.
—¿Quién hará guardia esta noche? — preguntó Silphy.
—Tranquila, nada pasará — le dije — además, Ghislaine estaba durmiendo cerca de la entrada de la posada.
A la mañana siguiente, preparamos todo para partir a la aldea buena. Armamos los carruajes y estábamos listos para empezar el camino, cuando Sara llegó a nuestro lado.
—Hola, vine a despedirme de todos — dijo.
—Gracias por despertar temprano — dije bajando del caballo.
—Por cierto, tengo algo para ti — dije, buscando en mi bolso y sacando un libro.
—Toma, es un libro de historias de terror. Ha tenido mucho éxito. ¿Recuerdas cómo leer, cierto? —
—Claro que sí, Timothy me enseñaba todos los días, dale mis saludos a los chicos cuando los veas .
—Viste Eris ella si sabe leer, —le dije a mi esposo que ahora iba en el carruaje, ella solo se puso roja e infló las mejillas.
—Bien, le daré tus saludos a Timothy y Susanne cuando regrese a la Sharia. Cuidate mucho, Sara — dije, dándole un abrazo que la sorprendió.
—Cuidate tu también — me dijo , dándole una sonrisa mientras yo subía a mi caballo.
Ella se quedó ahí, a las afueras de Roa, mirando cómo partimos.
—Adiós ex cuñada, fue un gusto conocerte — le gritó Aisha, mientras mis hijas y mis esposas le decían adiós con la mano.
Sara los vio hasta que desaparecieron en el camino.
—Tal vez en otra vida, Rúdeus — dijo, llevándose el libro a su pecho y mientras cerraba los ojos y sonreía.