Nota 1: Todos los derechos de la serie Neón Génesis Evangelion pertenecen a Gainax/Khara, o a aquellos quienes les sucedan legalmente en el futuro. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, solo como medio de esparcimiento. No me demanden.
Nota 2: Este capítulo contiene escenas de tipo LEMON (descripciones explicitas de contenido sexual) por lo que no es apto para menores de 18 años.
Nota 3: Shinji tiene dos tipos de diálogos, "Normal" y "Cursivo", esto es para poder diferenciarlos correctamente. Ya lo entenderán cuando lean.
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Shinji y Misato estaban solos en la enfermería sin decir una palabra. Ambos estaban sonrojados y ninguno se atrevía a ser el primero en hablar. Por un lado, Shinji estaba impactado por la conversación con su "Otro Yo", y por recordar todas las cosas que le hizo a su tutora. Por otro lado, Misato estaba avergonzada por desear a Shinji, y por querer que volviera hacerle todas las cosas que le hizo esa noche.
— Shinji — dijo suavemente Misato.
— ¿Sí? — pregunto el chico, algo dubitativo.
— Yo… bien… cámbiate de ropa para llevarte a casa. Te espero afuera — dijo Misato de golpe, para luego salir de la enfermería con la cabeza gacha, sin atreverse a intercambiar miradas con su "protegido/amante/amigo con ventaja"; o lo que sea que fuera Shinji en este momento.
Atrás, el Tercer Elegido se quedó sentado en la camilla observando a su tutora salir de la habitación. Por algún motivo, le fue imposible no devorarla con la mirada y recordar lo bien que lo habían pasado en ese "Hotel del Amor". Sin darse cuenta, su mente se dejó llevar y fantaseó con la idea de volver a estar con ella y de hacer alguna de las cosas que había aprendido con Ritsuko. O probar algunos de los "Trucos" que le enseñó su padre para excitar a una mujer.
Se dio un golpe en el rostro.
Eso no estaba bien, Misato es su tutora y debía respetarla; además esa no era una buena señal. Su "Otro Yo" tenía razón, estaba cambiando, y ya tenía una idea de por dónde estaba comenzando el cambio. Bueno, no había por qué sorprenderse. Había tenido tanto sexo últimamente, que estaba seguro de haber impuesto un nuevo record. Eso le hizo recordar que estaba perdiendo el peso que había logrado ganar y que lo hacía verse menos raquítico que antes.
En ese momento el estómago de Shinji dio un fuerte gruñido, recordándole que no había comida nada en varias horas, por lo que estaba bastante hambriento. Suspiró en resignación, pensando en que tendría que hacer algunos cambios en su estilo de vida. Si seguía trasnochando, teniendo sexo y comiendo poco, se arriesgaba a desaparecer.
Conclusión: "Menos sexo y más comida".
Shinji se quitó el Plug-Suit y se vistió con su uniforme escolar. Al salir de la enfermería, Misato estaba esperándolo apoyada contra la pared con los brazos cruzados. Se obligó a apartar los malos pensamientos de su mente; después de todo, el lujurioso era su "Otro Yo", no él.
— Misato, yo… tengo hambre. ¿Podríamos ir y a la cafetería a comer algo antes de irnos a casa?
Misato miró a Shinji con sorpresa por esta petición. Se hubiera esperado cualquier cosa, menos que dijera eso; pero no le pareció tan mala la idea de comer algo juntos. Así podrían romper el hielo y conversar sobre lo que pasó la mañana anterior.
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Misato observaba con los ojos desorbitados y la boca abierta, como Shinji terminaba con su tercer plato de comida; eso, sin contar con las ensaladas, patatas, un pedazo de carne tamaño familiar y dos gaseosa.
— ¡Puf! Comí mucho — dijo Shinji con cara de felicidad, recargándose en el respaldo de la silla, mientras se sobada la panza, en una muy buena imitación de Goku después de comer.
— ¿Te sientes bien? Digo, comiste más de lo normal — comentó Misato, mirando con sorpresa y preocupación.
— Sí, bien, hoy no comí nada al almuerzo y, bueno; de un tiempo a esta parte vivo con hambre a cada rato — dijo Shinji algo sonrojado.
Misato bajó la cabeza, imaginando a qué se debía el tremendo apetito de su protegido. No pudo evitar preguntarse con quién más tuvo sexo antes de ella. Porque las cosas que le hizo Shinji en la habitación de ese "Hotel del Amor", no es algo que un novato inexperto pudiera hacer. Él sabía perfectamente lo que estaba haciendo y cómo hacerlo. Se notaba a kilómetros que tenía bastante experiencia en la cama. ¿Lo habría hecho con Isuzo?
Apenas se formuló esa pregunta, supo la respuesta. Por supuesto que tuvo sexo con Isuzo. Sabía que su voluptuosa novia había pasado al menos dos noches con Shinji. Es estúpido pensar que nada pasó entre ellos. Pero intuía que había más. Shinji hizo algunas cosas que no se podían aprende empíricamente. Es como si alguien le hubiera enseñado cómo y dónde tocar; cómo estimular y cómo llevarla al orgasmo. ¿Alguien le enseñó? Todo apuntaba a que sí. ¿Quién le enseñó? No tenía respuesta para eso.
Estrujó su cerebro en un intento por recordar alguna pista que la llevara a responder esa interrogante, pero no encontró nada. Lo único que podía recordar que estaba un poco fuera de lugar, es haber visto a Ritsuko cerca de Shinji en esa fiesta, pero lo desechó. Todos habían estado algo alocados esa noche.
Haciendo una mueca al recordar lo ocurrido esa alocada noche, Misato decidió dejar eso de lado por el momento, y atender aquello que la estaba molestando desde hace un rato; el ardor entre sus piernas se negaba a desaparecer, por más que intentaba distraerse divagando. Suspiró.
Ya no podía dilatar esto por más tiempo. El ardor entre sus piernas era cada vez más apremiante. Apretó con fuerza los labios, hasta que se rindió y le habló a su "protegido/amante/amigo con ventaja".
— Shinji… tenemos que hablar — dijo una repentinamente seria Misato.
Shinji se tensó al instante, ya que sabía cuál era el tema que quería abordar la mujer.
— Sí, bien... creo que tienes razón — dijo Shinji con algo de timidez.
Justo en ese momento, un grupo de unos quince ruidosos operarios ingresó a la cafetería en busca de comida, por lo que esta había dejado de ser un lugar adecuado para tener una conversación tan importante.
— ¿Te parece que conversemos esto en mi oficina? — preguntó Misto, a lo que Shinji respondió con un asentimiento de cabeza.
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Shinji y Misato estaban recostados en el suelo de la oficina, completamente desnudos, sudorosos y cansados. Shinji estaba de espaldas sobre la alfombra, con un brazo detrás de la cabeza y con el otro rodeaba a Misato por los hombros. Por su parte, la mujer estaba acurrucada a su lado, acariciándole el pecho con una mano.
"Ahí se fueron todas las calorías que acababa de consumir" pensó Shinji con resignación, mientras Misato trataba de asimilar lo que acaba de pasar. Estaba aquí en su oficina para hablar con Shinji, pero terminaron haciendo algo completamente diferente.
Sí, tuvo sexo con Shinji otra vez, y debía reconocer que fue condenadamente genial. Fue follada de una forma tan deliciosa, que aun podía sentir los estragos del último orgasmo que alcanzó. Solo esperaba no haber sido demasiado escandalosa, y que la profunda voz de "Barry White"; que sonaba desde su pequeño equipo de música en un estante en una esquina de su oficina, hubiera enmascarado cualquier ruido comprometedor.
— Misato — llamó Shinji, luego de un prolongado silencio.
— Dime — dijo Misato, levantando un poco la cabeza para verlo a los ojos.
— ¿Qué va a pasar ahora con nosotros?
Misato debió reconocer que esa era una muy buena pregunta; demasiado buena en realidad, por lo que se tomó un tiempo antes de responder.
— No lo sé — dijo finalmente, para luego soltarse gentilmente del abrazo en que estaba siendo retenida, para sentarse, llevar las piernas al pecho, rodearlas con los brazos y enterrar la cabeza entre ellas.
— ¿Misato? — preguntó Shinji preocupado, sentándose junto a la mujer, sin saber qué debía hacer a continuación.
— Esta no era la idea que tenía en mente cuando te pedí que habláramos — dijo Misato con voz resignada, levantando la cabeza para darle una seria mirada al joven Piloto EVA.
Shinji se sonrojó por la intensa mirada de esa hermosa mujer desnuda junto a él, mientras ella dio un leve suspiro de resignación, para luego hacer una mueca con los labios.
Misato tenía muy claro que esto fue un gran error, y no podía culpar a Shinji por esto. Ella era la adulta aquí y se dejó llevar pensando con el coño y no con la cabeza. Lo que complicaba un poco más las cosas es que no tuvo sexo con el "Shinji Hentai". Recordó que la pulsera de Shinji siempre marcó azul mientras era follada por él, por lo que tuvo sexo con el verdadero Shinji. No podía negar que eso la hacía sentirse bien, pero ese no era el punto aquí. Volvió a suspirar.
— Esto no estuvo bien — comentó Misato.
— ¿Estuve tan mal? — preguntó Shinji, con algo de decepción en la voz.
— ¿Qué? ¡No! No se trata de eso. Estuviste genial. Fue increíble — dijo Misato, negando las palabras del joven Piloto EVA. De hecho; ahora mismo tenía dificultades para contener las ganas de saltar sobre él e ir por otra ronda.
Ambos se miraron a los ojos por unos segundos, sin poder evitar sonrojarse. Shinji esbozó una pequeña sonrisa y desvió la mirada.
— Entonces… ¿estuve bien? — se atrevió a preguntar.
Misato suspiró.
— Sí, estuviste bien… más que bien. ¡Pero que se te suba a la cabeza! — exclamó Misato.
— Por supuesto — dijo Shinji con rigidez, pero sin poder evitar sentir algo de orgullo al ser reconocido como un buen amante por Misato. Eso lo hizo feliz.
Se produjo un momento de silencio luego de ese intercambio, cada uno metido en sus propias reflexiones, hasta que Misato tomó la palabra una vez más.
— La noche de la fiesta fue una completa locura. Creo que ambos estábamos algo superados por la situación cuando… cuando lo hicimos. Y ahora; bien, ambos lo deseábamos. Ninguno de los dos forzó al otro y participamos activamente en esto. Simplemente pasó, pero eso no quiere decir que estuviera bien — añadió.
— ¿Eh? — fue todo lo que pudo decir Shinji.
— Shinji; soy tu tutora, la persona legalmente a cargo de ti, y hacer esto juntos simplemente no está bien. ¿Lo entiendes? — preguntó Misato con seriedad.
— Sí… lo entiendo — respondió Shinji haciendo una mueca. Sabía que Misato tenía razón.
— Lo que compartimos fue algo muy lindo; lo disfrutamos y será un hermoso recuerdo para ambos. Algo que pasó entre dos amigos que se quieren, pero creo que lo mejor es dejarlo hasta aquí — dijo Misato esbozando una pequeña sonrisa.
Muy a su pesar, Shinji supo que Misato tenía razón. Era mejor dejar las cosas hasta aquí y no complicarse más la vida. Ya tenía una linda novia en Isuzo y una entretenida amiga con ventajas en Ritsuko. Eso le hizo pensar que tenía que buscar una solución respecto a la rubia. Era divertido tener una amiga con ventajas; más aún si era una mujer tan atractiva como Ritsuko, pero no podía seguir así por siempre. Bien, esa era harina de otro costal, por ahora…
— Tienes razón. Es mejor parar las cosas aquí — reconoció Shinji.
— ¿Amigos? — preguntó Misato.
— Amigos — respondió Shinji, compartiendo una sonrisa con la mujer.
— Bien, ya que aclaramos las cosas, será mejor vestirnos antes de que alguien aparezca y nos encuentre así — dijo Misato con una sonrisa torcida.
Con eso dicho, la pareja se puso de pie y se turnaron para asearse y vestirse en el pequeño baño de la oficina de Misato, eliminando cualquier vestigio que pudiera delatar lo que estuvieron haciendo hasta hace unos minutos atrás. Luego de eso, comenzaron a limpiar el desastre que dejaron.
La verdad es que no habían comenzado su encuentro sexual en el suelo alfombrado de su oficina, habían comenzado sobre sobre su escritorio, razón por la cual lanzaron al suelo todos los papeles y carpetas que estaban ahí entorpeciendo las maniobras que estaban realizando. Ahora eran un desastre en suelo y tardaría una eternidad volver a ordenar todo eso. Lo único bueno, es que Shinji estaba aquí con ella ayudándola a arreglar el desastre y ordenar todos esos papeles.
Desgraciadamente, Misato no había encontrado el momento adecuado para salir de dudas y confirmar si Shinji había estado antes con otra mujer, ya que obviamente no era un amante inexperto. Alguien le había enseñado. Él sabía demasiado bien lo que estaba haciendo.
Bien, ya tendría otra oportunidad para hablar de eso en otro momento. No era aconsejable volver sobre eso justo ahora, o las cosas podría calentarse otra vez, y eso era justo lo que ella no quería. Fue en ese momento que tocaron a la puerta de la oficina.
— Adelante — dijo Misato, con varias carpetas llenas de papeles en las manos, viendo como ingresaban a su oficina dos gorilas de Seguridad de NERV — ¿Qué desean? — preguntó, levantando una ceja.
— Buscamos a Shinji Ikari. La doctora Akagi nos señaló que estaba con usted — respondió en forma marcial uno de los hombres de traje negro.
— Bien, aquí está. ¿Cuál es el problema? — preguntó Misato con un mal presentimiento.
— Tenemos orden de arrestarlo y confinarlo a un calabozo — dijo el hombre, mientas su compañero se iba sobre un sorprendido Shinji para esposarlo y comenzar a sacarlo a rastras de la oficina.
— Oigan, esperen. ¿Qué hacen? — gritó un asustado Shinji.
— ¡¡Esperen un momento!! ¿Quién dio esa orden? — gruñó Misato enfadada, lanzado a un lado las carpetas con papeles, yendo a detener al par de idiotas, pero uno se detuvo frente a ella y le cortó el paso.
— La orden fue dada por el Comandante Gendo Ikari. Nosotros estamos simplemente cumpliendo con nuestro deber. Si tiene alguna queja, diríjase con el Comandante Ikari — respondió el hombre, para luego darse la vuelta y salir de la oficina, alcanzo a su colega y tomó a Shinji de un brazo para arrastrarlo por el corredor.
— ¡Misato! ¿Qué está pasando? ¿Por qué me arrestan? ¡¡MISATO!! — gritó Shinji, mientras era llevado a rastras por el corredor.
Atrás, Misato miraba impotente como se llevaban a su protegido, arrastrándolo de los brazos. Apuñó las manos con furia y enfiló a la oficina del Comandante Ikari con paso decidido.
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— ¿¿Por qué?? — casi ladró Miasato, golpeando con fuerza sus manos sobre el escritorio del Supremo Comandante de NERV.
— Baje el tono, Mayor. No olvide que está ante su superior — la reprendió Fuyutsuki.
— Perdón, señor — dijo Misato entre dientes, conteniendo las ganas de partirle la cara a Gendo de un puñetazo, mientras este esbozaba una sonrisa detrás de sus enguantadas manos.
— Shinji fue encarcelado para evitar futuros problemas debido a su condición. Debe concordar conmigo, Mayor, en que su comportamiento es demasiado impredecible en este momento — dijo Fuyutsuki, de pie a un lado de Gendo.
— Sí, bien; es cierto. Pero hasta ahora hemos podido controlarlo. Tengo a un par de Agentes de Seguridad detrás de él todo el tiempo. Además, la doctora Akagi…
— La doctora Akagi ya ha recabado los datos que necesitaba. El Tercer Elegido permanecerá confinado hasta que se solucione el problema de Trastorno de Identidad Disociativo — dijo Gendo con voz fría, haciendo callar a Misato.
— Pero Comandante, la doctora Akagi, dijo que mantener confinado a Shinji era un error. Eso puede interferir con la cura para…
— Es todo, Mayor. Puede retirarse — dijo Gendo, cortando a Misato a media frase.
La Directora de Operaciones apuñó las manos con furia ante los dichos del hombre de lentes, y presa del enojo, abrió la boca antes de pensar.
— ¡¡Shinji no tiene la culpa de que usted asistiera a esa fiesta, y se subiera al escenario para cantar y bailar como si fuera Elvis Presley!!
Misato se tapó la boca con las manos apenas fue consciente de lo que había dicho, mientras que Gendo estrechó peligrosamente los ojos.
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Un resignado Shinji, estaba sentado en el duro y frío suelo de concreto de una oscura, pequeña y maloliente celda en las profundidades de NERV. La celda estaba desprovista de todo. No había cama, ni retrete; solo una cubeta para cagar. Al final su "querido" padre había cumplido su amenaza. Suspiró con resignación mientras masajeaba sus muñecas, donde las esposas se le habían clavado con saña en la piel, cortándole la circulación y dejándole feas marcas como recuerdo.
En eso estaba el Tercer Elegido cuando la puerta de la celda se abrió y con sorpresa vio como Misato fue metida dentro de un fuerte empujón.
— ¡¡No me empujes, pedazo de animal!! — gritó una indignada Misato.
Las protestas de la morena fueron respondidas por la pesada puerta de acero, cerrándose de golpe en sus narices. La indignada mujer le dio una fuerte patada a la puerta con todo el odio de su alma.
— ¿Misato? — preguntó Shinji mirando a la mujer, sin comprender qué hacia ella aquí.
La mujer se giró estrechando los ojos, acostumbrando su visión a la penumbra del lugar. Prontamente divisó a Shinji sentado en el suelo, apoyándose a la pared del fondo. Suspiró con resignación y fue a sentarse junto a él.
— ¿Qué haces aquí? — volvió a preguntar Shinji.
— Hablé más de la cuenta y el Comandante Ikari me envió a hacerte compañía un par de días — fue la respuesta de una enojada Misato.
El Tercer Elegido observó con sorpresa a su tutora y luego de unos segundos, le fue imposible esbozar una pequeña sonrisa. Misato debió ir a reclamarle a su padre por mandarlo a encarcelar.
— Gracias por tratar de interceder por mí — dijo Shinji con una sonrisa de gratitud.
— De nada. Para eso están los amigos — respondió ella.
Luego de ese intercambio, la pareja permaneció por largos minutos sentados uno junto al otro sin decir una sola palabra. Para ese momento los ojos de Misato se acostumbraron a la oscuridad del lugar, y se percató de que no había cama ni retrete para hacer sus necesidades.
— Shinji; no hay cama. ¿Dónde se supone que dormiremos? — preguntó ella.
— En el suelo — respondió un resignado Tercer Elegido.
— ¿Y qué hay del baño? Necesito ir — preguntó Misato, con un leve sonrojo en las mejillas.
Por respuesta, Shinji tomó la cubeta y la colocó frente a Misato.
— ¿Es una broma? — preguntó la mujer, espantada.
— No hay papel, así que tendrás que sacrificar alguna prenda de ropa para limpiarte — informó Shinji con amargura.
Una indignada y furiosamente sonrojada Misato Katsuragi, maldijo su mala suerte y al bastardo de Gendo Ikari por ponerla en semejante situación. ¡Necesitaba ir al baño! Ya no lo podía aguantar.
Con la vergüenza pintada en el rostro y una infinita resignación, una complicada Misato se puso de pie, tomó la cubeta y caminó hasta el rincón opuesto de la celda. Dejó la cubeta en el suelo y se levantó la falda.
— ¿Podrías voltear hacia el otro lado? — preguntó una avergonzada Misato.
— Sí, yo… por supuesto — dijo un sonrojado Shinji, girando la cabeza hacia el otro lado.
Misato suspiró con resignación y juró que el maldito de Gendo Ikari pagaría algún día por hacerle pasar por semejante humillación. Se bajó las bragas, se acuclilló sobre la cubeta y comenzó a orinar.
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Asuka estaba sentada en una de las sillas de la terraza del departamento de Misato, contemplando el cielo estrellado, pensando que cuando comenzó el día esta mañana, jamás se habría imaginado que las cosas acabarían de esta forma.
Como ella no era ninguna tonta, no se creyó ni por medio segundo la explicación que le dio la doctora Akagi, sobre ella cantando una canción junto con Maya y Shinji; por lo que se dedicó a hacer sus propias averiguaciones y escuchar furtivamente algunas conversaciones. Para su sorpresa, descubrió que todo este asunto era mucho más grande de lo que había imaginado.
Para empezar, descubrió que esa famosa fiesta de la que todos hablaban en NERV, fue efectivamente organizada por Shinji. También descubrió que era la misma "Súper Fiesta" que se comentaba por todo Tokio-3; fiesta que había sido mucho más desenfrenada y alocada de lo que creyó en un inicio. Y es que por la información que había logrado recabar, descubrió que esa noche había pasado de todo… literalmente.
También, para su absoluto pesar y enojo, logró confirmó que la siempre seria y componente doctora Ritsuko Akagi, su tímida y retraía asistente Maya Ibuki, y el idiota Shinji; efectivamente cantaron una canción juntos esa noche. Lo que la científica olvido mencionar convenientemente, es que habían cantado arriba de un escenario improvisado… ¡¡En ropa interior!!
Para su completo fastidio, al parecer Misato también cantó arriba de ese escenario improvisado en ropa interior; lo que en honor a la verdad no le sorprende para nada. Pero sin dudas lo más bizarro de todo, es que al parecer el mismísimo Gendo Ikari asistió a esa fiesta, se subió a ese escenario y se desarmó cantando como si fuera la reencarnación del mismísimo Elvis Presley. Cantaba tan bien, que fue la sensación de todas las mujeres presentes. Solo pensar en eso le daba escalofríos, por lo que la pelirroja decidió dejarlo de lado.
Lo siguiente que logró confirmó al salir de NERV, es que el par de idiotas que tiene Shinji por amigos, junto con Hikari, también estuvieron en esa famosa fiesta; lo mismo que esas tres chicas que los esperaban a la salida de la escuela.
Asuka fue impactada cuando le sacó algunos de los detalles de esa famosa fiesta a Hikari. El saber cómo es que su amiga de pecas y el troglodita de Suzuhara se hicieron novios fue algo impactante; pero no tanto como descubrir que el Nerd de lentes que respondía al nombre de Kensukue Aida, en realidad se había enredado con esas tres chicas que se lo llevaron al salir de la escuela. Tristemente sobre Shinji no descubrió nada comprometedor.
Aprendió que el idiota realmente cantaba muy bien, que casi lo matan a flechazos, y que en venganza había vestido con lencería de mujer al chico que quería matarlo, para que luego el Nerd de Aida le tomara fotografías comprometedoras para chantajearlo.
Suspiró con resignación. Las cosas estaban resultando mucho más complicadas de lo que esperaba, y aún no había podido realizar ningún avance con Shinji. Lo único seguro por ahora, es que en esa fiesta pasaron muchas más cosas de las que había descubierto; eso y que Shinji de seguro se acostó con más una mujer, todo por cortesía del "Shinji Hentai".
Ese solo pensamiento le causó un profundo dolor, pero muy a su pesar, sabía que no podía reclamarle nada. Pero todo cambiaría cuando Shinji fuera de ella. En ese momento se aseguraría de que él nunca mirara hacía otro lado; estaba segura de tener las armas necesarias para lograr eso, a menos que "él" apareciera.
— Maldito "Shinji Hentai" — masculló entre dientes la pelirroja.
Bien, estaba decidido; a partir de ahora tendría que ser mucho más agresiva si quería tener resultados con Shinji y lograr que por fin le dedicara un poco más de atención. Y cuando eso sucediera… sonrió malévolamente al pensar en lo bien que lo pasarían.
— Prepárate Vaca Lechera. Tienes los días contados — dijo con una sonrisa de triunfo.
Asuka se levantó de la silla y entró al departamento. Al ver la hora se percató que ya eran más de las 12:00 de la noche, así que decidió ir a acostarse de inmediato. Lo único que le extrañó, es que Misato no hubiera llegado aún, ya que se suponía que hoy llegaba temprano. Bueno, ya era una niña grande como para cuidarse por sí sola. Se encogió de hombros y fue al baño a lavarse los dientes.
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Kaji ingresó a su departamento silenciosamente para no despertar a Shinji, que supuso dormiría plácidamente a esta hora de la noche. Era tarde, pasadas la 1:00 de la madrugada, pero estaba feliz de por fin estar en casa, luego de ausentarse un tiempo realizando algunos "negocios" para el Comandante Ikari, junto con hacer "otras cosas" para su agenda paralela.
Dejó su maleta en la sala y fue hasta el cuarto de Shinji para cerciorarse de que todo estuviera bien. Para su sorpresa, el cuarto estaba vacío y la cama intacta. Frunció el ceño. En el estado de Shinji, esto no era una buena señal. Si el "Shinji Hentai" estaba haciendo de las suyas, solo Dios sabe hasta dónde sería capaz de llegar. Regresó a la sala mientras sacaba el teléfono móvil desde el bolsillo de su pantalón y marcó en número de Misato mientras se sentaba en un sillón.
Sí, era muy tarde, pero estaba seguro de que Misato no se molestaría al ser despertada a esta hora, para comprobar el paradero de Shinji. De hecho, si ella no supiera donde se encuentra, entonces estaría agradecida de recibir la llamada para intentar dar con el paradero del chico.
Luego de esperar por algunos momentos sin respuesta y de marcar un par de veces más sin ningún resultado, el hombre de la coleta comenzó a preocuparse. Llamó a NERV preguntando por Misato, creyendo que podría estar ahí trabajando, pero nadie pudo darle una respuesta de su paradero. Ahora, oficialmente preocupado, decidió llamar a la única persona que creía podría responder la pregunta de dónde estaba Misato; y si fuera posible, dónde estaba Shinji.
Ritsuko Akagi respondió a su teléfono móvil luego de algunos segundos, molesta por ser despertada tan tarde en la madrugada. Cuando la rubia finalmente se percató de que era él y lo preocupado que estaba, pudo responder la pregunta que lo atormentaba. La respuesta no fue para nada lo que esperaba.
— ¿Están los dos encerrados en una celda en NERV? — preguntó el hombre, apenas creyendo lo que escuchaba.
Luego de una breve y muy resumida explicación por parte de la rubia, Kaji lamentó no haber estado aquí los pasados días; obviamente para asistir a la fiesta y para intentar evitar que Misato y Shinji acabaran encerrados en una celda como un par de criminales.
— Gracias por contarme esto. Mañana hablaré con el Comandante Ikari y trataré de sacar a esos dos del área de detención. Espero poder convencer al viejo… sí… sí, gracias. Mañana me cuentas la historia completa. Vuelve a dormir. Adiós.
Luego de esas palabras, Kaji cortó la llamada, lanzó a un lado su teléfono móvil y dio un fuerte suspiro de resignación. La pareja de tutora y protegido estaba metida en un gran lío. Ritsuko le contó las cosas a muy grandes rasgos, pero era evidente que todo el asunto era mucho más grande. Aun así, no sacaba nada calentándose la cabeza a estas horas de la noche. Solo le restaba ir a dormir para poder estar en NERV a primera hora de la mañana e interceder por la libertad de esos dos.
Con un nuevo suspiro de resignación, Kaji de puso de pie y se encaminó a su cuarto a dormir algunas horas.
Continuará...
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Notas del Autor: El presente capítulo estuvo un poco lento y terminó con Shinji encarcelado por segunda vez, todo por cortesía de su querido padre. Pero no todo iba a ser tan malo para el Tercer Elegido, pudo tener un nuevo encuentro con Misato, luego de lo cual se hicieron compañeros de celda.
Ya veremos si Kaji logra sacar a esos dos de la sombra; pero una cosa es segura, próximos días no serán nada fáciles para Shinji.
Saludos y nos leemos.