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Desde el día en que Abel se confesó a Dani en su lecho de muerte falso, muchas cosas se habían desatado, dejando a Dani luchando por procesarlo todo. No podía sacudirse de la memoria la promesa de Abel, y él constantemente la hacía sentir apreciada en cada momento que pasaban juntos. A pesar de sus agitadas agendas, él la priorizaba, asegurándose de que sacaran tiempo juntos, incluida la cita prometida que habían planeado.
Y, efectivamente, fue el mejor día de su vida hasta ahora.
No fue mucho, por supuesto, con sus apretadas agendas cuando sucedió. Aún así, fue el día más memorable que había tenido con él hasta ahora, al nivel de la primera vez que hicieron el amor y sus respectivas ceremonias de boda. Realmente, esa noche pudo haber sido breve, pero fue la más apasionada que su relación había sido a lo largo de su historia compartida.
