—Nikolai miraba fijamente a sus oficiales en la sala del trono. Mientras realizaba su rutina diaria de reunirse con ellos, su mente constantemente se perdía en sus recuerdos perdidos. Y aún así, a pesar de esos recuerdos perdidos, estaba fascinado de cuán cómodo se sentía cerca de su esposa. Hubo algunos momentos incómodos con ella ya que no podía recordar nada, pero había una cosa segura: le gustaba tanto que simplemente no podía negar la fuerte conexión que sentía entre ellos.
Aunque había visto algunos de sus recuerdos con él y le gustaban todos, aún quería ver más de ellos. Tampoco le ayudaba que no quería beber más de su sangre a pesar de lo adictiva y celestial que era hacerlo. Tenía que controlarse por temor a perderla. Así que no tenía dudas de que su Reina era alguien a quien realmente podía valorar y amar.
