"Daphne se levantó, decidida a marcharse. Casi arrojó la servilleta de vuelta a la mesa con un bufido, torciendo su muñeca para poder quitar su mano del agarre de Atticus.
—Atticus se negó a soltarla.
—No... no entiendo —parpadeó rápidamente, sintiéndose confundido y angustiado—. Esta noche no había salido según lo planeado, y parecía que Daphne se estaba irritando más con cada palabra que decía.
—¡No te preguntaría si supiera qué hacer! —exclamó Atticus, apretando por accidente la muñeca de Daphne tan fuerte que ella hizo una mueca de dolor.
—Déjame. Ir —Daphne siseó cada palabra, puro veneno en su mirada.
—Lo siento por lastimar tu muñeca, ¿estás bien? —preguntó Atticus preocupado, soltando de inmediato su muñeca.
Antes de que pudiera examinarla de cerca y determinar si Daphne necesitaba atención médica, ella se había alejado y caminado hacia la puerta.
—¡Daphne! ¡Tu muñeca! —Atticus intentó seguirla, pero ella extendió una mano para detenerlo.