—¿¡Qué significa esto!? —La voz del Rey Calarian retumbó, sus puños golpeando duro contra la superficie de su escritorio. Aunque él no estuviera presente en persona y esto no fuera más que una proyección borrosa, era claro ver la ira que teñía su cara de un alarmante tono rojo.
Puede que no sea una imagen perfecta, pero aun así, después de todo, es magia. Definitivamente es lo suficientemente clara como para ver los detalles necesarios. Atticus había encantado fuertemente su piedra de sodalita para que ahora, aparte de voz, fuera capaz de transmitir imágenes en tiempo real. Mientras que los líderes mundiales respectivos se sorprendieron de recibir su llamada, sabían que el curso de acción adecuado era contestar.
Después de todo, acababan de perder su magia, pero parecía que el Rey Atticus era plenamente capaz de usarla para potenciar la habilidad natural de una piedra.