Zephyr negó con la cabeza frenéticamente. —No, no, estoy bien. De verdad. Solo necesito más descanso. Verlo de nuevo... trae malos recuerdos.
Daphne asintió en señal de acuerdo. La aparición de Jean Nott fue completamente inesperada y nada bienvenida, pero de alguna manera, ella no podía recordar la conversación exacta que habían tenido. Podía recordar a Jean Nott gesticulando hacia ella y su perversa sonrisa. Sin embargo, cuando su boca se movía, todo era silencio para ella, sin importar cuánto tratara de leer sus labios.
Presionó sus pulgares contra sus sienes y frotó. Simplemente pensar en él le estaba provocando dolor de cabeza.
—¿Daphne? —preguntó Zephyr preocupado—. ¿Necesitas descansar? Quizás deberías volver a acostarte.