—Atticus —Daphne llamó suavemente—. Cuando su madre se apartó, ella colocó una mano sobre la de su esposo y lo atrajo cuidadosamente para que se parara a su lado en lugar de adelante, listo para protegerla. —No ahora. Tenemos que ocuparnos del cuerpo de Hazelle. Así como del posible paradero de Alistair.
—¿Qué pasa con Alistair? —preguntó Luis, que había estado escondido detrás de sus padres y hermana todo el tiempo—. Hablando de eso, ¿dónde está él?
—¿Acabas de notar que falta, imbécil? —dijo Atticus burlándose—. Se cruzó de brazos sobre su pecho, resoplando mientras Daphne comenzaba a mover su mano de arriba hacia abajo en su espalda en un intento de aplacarlo.
—Probablemente él sea el principal culpable de esto —dijo Leonora, resoplando—. Sabía que él despreciaba a Hazelle pero nunca pensé que haría algo así. Ella debió haber dicho algo.