"Aparte de Daphne, Drusila y Atticus, todos los demás presentes habían elevado las cejas en sorpresa. Miraban de Drusila a Daphne, y al Duque Lanperouge, que aún estaba de rodillas en el suelo. Tenía los dedos apretados entre sí como si estuviera rezándole a Daphne por salvación.
—¿La Conquista Coronada? —repitió la Reina Anette—. Eso fue hace meses. Si lo que el Duque Lanperouge dice es cierto, entonces...
—Entonces nada, —interrumpió el Rey Cyrus—. ¿Acaso escuchas lo que este hombre está diciendo? Es obvio que esta escoria sólo está tratando de zafarse de la responsabilidad por lo que le hizo a Drusila!