"Daphne vio el reflejo en los ojos de Blanche antes de que rápidamente los limpiara con su manga. Su corazón dolía por su pobre hermana menor, que se sentía tan atrapada en una terrible circunstancia que estaba dispuesta a casarse con un completo extraño a pesar de su corta edad, solo para escapar.
De repente, a Daphne se le ocurrió una idea.
—Bueno... si quieres, puedes venir a visitarnos a Vramid —ofreció Daphne con vacilación—. Sé que está lejos de Reaweth, y el clima es mucho más frío de lo que estás acostumbrada, pero es un lugar muy bonito.
—...Gracias, suena perfecto —respondió Blanche con un asentimiento brusco—. La esperanza floreció en su cara. Te tomaré la palabra. Y solo por eso, te ayudaré a romper la cadena para que puedas llevarte el libro.
—Yo no estaba― —balbuceó Daphne, pero Blanche simplemente la miró con conocimiento, lo que la hizo callar.