"Antes de que Daphne pudiera registrar correctamente el significado de las intenciones de Atticus, sus brazos habían llegado fácilmente debajo de sus faldas. Daphne se estremeció al sentir sus cálidas manos recorrer sus muslos, pero las manos de Atticus siguieron subiendo, acariciando su centro a través de las bragas.
Daphne gimió ante la sensación extraña. El mundo empezaba a parecer un borrón borroso mientras Atticus continuaba acariciando su centro a través de las bragas. No sabía si quería que él se detuviera o continuara con sus esfuerzos.
—Atticus…
—¿Sí, cariño? —Atticus sonrió inocentemente, un fuerte contraste en comparación con sus acciones—. Le encantaba la forma en que las mejillas de Daphne se sonrojaban cada vez más con cada momento de provocación, y el pequeño movimiento de sus caderas cuando él movía sus dedos para jugar con ella. Se sintió cada vez más húmeda y quiso juntar las piernas. Pero Atticus fácilmente las separó y las mantuvo así.