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Chapter 12 - Capítulo 12

—¿Tú? No exactamente, no creas que todo gira a tu alrededor. Simplemente se me antojó hacer unos cambios en el tablero y ver cómo combatían entre ustedes —mencionó Ardin con una sonrisa.

—¿Ryuji y tú colaboran para ganar fácil? ¿Acaso dudas de tus habilidades para hacer trampa? —dijo Ash con enojo, señalándolo.

—A mí no me metas en tus estupideces. Yo solo quiero ganar ese premio. Me propusieron algo y simplemente lo tomé —dijo Ryuji con los brazos cruzados y los ojos cerrados—. Te hemos estado observando todo este tiempo, Ash. Eres un peligro para mis metas en estos momentos. Si me dan la oportunidad de eliminarte lo antes posible, la tomaré sin dudar —añadió.

—Bla bla bla, basta de charlas. Es momento de irme —dijo Ardin mientras caminaba. De repente, se detuvo—. Por cierto, Ash, si mencionas esto a alguien, créeme que no la pasarás nada bien. Y no lo digo solo por ti —agregó con un tono amenazador.

—Me largo, nos vemos en el ring, perdedor —exclamó Ryuji.

—¿En serio creen que esto terminará aquí? Todos sabrán de esto. Aunque no hayas afectado los combates de otros, lo que haces es de cobardes —gritó Ash, viendo cómo se alejaban de él.

Mientras tanto, en el ring:

—Increíble, no veo que esté portando ningún arma. Creo que está en desventaja ante la joven Aurora —pensó el comentarista.

Kenjiro emanaba su elemento agua alrededor mientras salían rayos por todo su cuerpo. Aurora, por su parte, se posicionaba agarrando con ambas manos su espada, lista para atacar, sin cubrirse. Parecía dispuesta a darlo todo, aunque Kenjiro notaba que tenía muchos puntos débiles. Con su espada envuelta en fuego, Aurora estaba lista para atacar. Dio un brinco hacia Kenjiro para pincharlo con la espada, pero él detuvo el ataque con las palmas de sus manos, intentando desviar la espada. Aurora dio una vuelta completa con la espada para intentar cortarlo, pero Kenjiro esquivó con facilidad, la agarró del rostro y la tumbó al suelo, arrastrándola por todo el ring mientras corría. La levantó e intentó darle una patada, pero ella se cubrió con la espada y ambos retrocedieron.

—¿Maldito, acaso tú también estás jugando? ¡Vamos, ve con todo! —gritó Aurora mientras miraba cómo Kenjiro sonreía—. Solo necesito atinarle un golpe y la victoria será mía —pensó Aurora, con determinación.

Kenjiro extendió el brazo, creando un rayo en su mano, y lo lanzó hacia Aurora. Ella, en lugar de esquivarlo, intentó cortarlo en dos, pero no pudo, y tuvo que mantener la espada con mucha fuerza para que el ataque no la alcanzara. Kenjiro hizo unas señas con las manos y el rayo explotó. Aurora salió volando, pero logró caer de pie. En ese momento, vio a Kenjiro acercándose a gran velocidad. Pulió rápidamente su espada y se preparó para atacar. Kenjiro esquivaba los cortes con mucha facilidad, lleno de confianza. Mientras esquivaba, se agachó, le golpeó en la quijada, dio media vuelta y le dio un codazo y un puñetazo en el rostro. Continuó con un rodillazo en el estómago, dio otra vuelta más, y esta vez le dio una patada voladora en la cabeza a Aurora, mandándola a volar. Todos esos golpes fueron en un instante, tanto que ella no pudo responder.

—¡Es bastante rápido, demonios! —pensó Aurora mientras se levantaba del suelo y se limpiaba el polvo, sintiendo el dolor en cada parte de su cuerpo.

—Este encuentro pudo haber terminado muy rápido, pero al parecer esa no es la intención del muchacho... —dijo Ezra, observando con una mezcla de asombro y preocupación.

—¿Es que no aprendió nada en clases? ¿Por qué no acaba de una vez? ¿Por qué solo le hace daño? —dijo la profesora Irene, visiblemente enojada.

—Juro que me la vas a pagar, malnacido... —pensó Kai con una mirada llena de enojo, apretando el puño, mientras veía el combate. A su alrededor, sus amigos estaban enojados y asustados.

—¿Hacer algo tan estúpido por diversión? No, no lo creo. Pero está tramando algo. Simplemente no está afectando a nadie más que a nosotros. ¿Por qué hace eso? —pensó Ash—. Hablar con el rey sería acusar a su hijo sin pruebas... tal vez debería hablar con los profesores y el director para poder vigilarlos y hablar con los muchachos sobre cómo este torneo nos está haciendo perder —dijo mientras apretaba los puños.

Kenjiro seguía golpeando sin piedad a Aurora, y ella no podía atinar ningún ataque; cada vez que intentaba golpear, él esquivaba con facilidad y ella recibía numerosos golpes, sintiéndose cada vez más impotente.

—Presencien esto, solo tomará un segundo —murmuró Kenjiro con una sonrisa.

Kenjiro cambió su estilo de combate. Extendió las manos como si fueran espadas y corrió hacia Aurora, que estaba casi derrotada. Le hizo cortes en cada pierna, en el brazo, en el estómago, y finalmente se posicionó detrás de ella, cortándole la espalda con mucho impulso con la mano. Aurora intentó cubrirse, pero poco pudo hacer. Después de ese ataque, Aurora cayó al suelo y perdió el combate.