—Mmmh... ¿dónde... dónde estoy? —pensó Aurora, con los ojos entreabiertos, escuchando voces a su alrededor—. Es verdad... fui derrotada de una manera tan patética —intentó abrir los ojos, viendo todo borroso.
—¡Ehhh... chicos, Aurora despertó! —mencionó Freya.
—¿Qué es este ruido? ¿De qué están hablando? —murmuró Aurora, viendo que Ash y Kai tenían una expresión de enojo.
—Aurora, no te levantes. No te esfuerces demasiado —mencionó Lili mientras se acercaba a Aurora para que no se levantara.
—¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué tienen esas caras? —preguntó Aurora, toda confundida.
—Se trata del bastardo de Ardin Flamoria. Estuvo manipulando los emparejamientos en los duelos y nos hizo pelear contra esos tipos —respondió Lili con enojo.
—¿Ardin? ¿Pero por qué lo haría? —dijo Aurora, confundida.
—No tengo ni idea, pero ese maldito lo volverá a hacer —dijo Lili.
—Chicas, cálmense, por favor. Aún falta escuchar todo lo que oyó Ash —dijo Freya.
—Eh... estoy perdido, ¿lo conocen? —preguntó Ash, intercambiando miradas con Kai, totalmente confundidos—. Como sea, Ryuji y Ardin planearon juntarlas a ustedes en el combate para que perdieran contra ellos. A nosotros nos colocaron con oponentes muy fuertes. No creo que podamos recuperarnos para el combate de mañana, al menos yo no —dijo preocupado.
—¡Yo estaré más que preparado para darles una lección a esos malditos! —dijo Kai con enojo—. Y ese maldito de Ardin me las va a pagar tarde o temprano —mencionó.
—Estoy cien por ciento seguro de que mañana será nuestro duelo con ellos —dijo Ash.
—Pero vamos, chicos, ustedes son muy fuertes. No creo que tengan dificultad alguna —dijo Amadeo, tratando de calmar la situación.
—Aún hay cosas que no sabemos de ellos, como el por qué ese tal Hiroshi pudo anular su elemento a Lili. Ustedes me dijeron que Kenjiro pudo usar más de un elemento. Puede que esté guardando un as bajo la manga. Sobre todo, Ryuji tiene el control completo del viento, lo que nos dificulta mucho no saber qué usarán en nuestro combate —mencionó Ash.
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Todos se quedaron pensando en lo que dijo Ash. En lugar de resolver las dudas, seguían apareciendo más.
—Si es verdad lo que está haciendo ese canalla de Ardin, entonces no solo está moviendo los tableros. Es posible que esté haciendo más cosas. ¿Qué beneficio tendrá? ¿Lo ha estado haciendo desde el principio con otros peleadores? —preguntó Aurora, acostándose en la camilla y mirando al techo.
—¿Pero ustedes lo conocen? ¿Le hicieron algo o sucedió algo con él? —preguntó Amadeo.
—Bueno... luego de conocernos y hacernos amigas las tres, unos meses después lo conocimos cuando mi padre nos llevó a la iglesia para aprender sobre esa religión. Era un niño muy bueno pero tímido. Al principio no hablaba mucho, pero cuando veníamos cada semana, se soltaba y jugábamos mucho los cuatro. Años después cambió demasiado... —explicó Freya con tristeza.
—Dijo que su padre lo obligaba a muchas cosas para ser un futuro rey prometedor, añadiendo los entrenamientos especiales que tenía, lo que lo tenía cansado y agobiado. Un día, nosotras estábamos de mal humor y le dijimos muchas cosas por el enojo que teníamos. Explotamos con él... y lo mismo nos hizo él —mencionó Aurora.
—Nos dijo tantos insultos y amenazas que, para esa edad, nos afectó muchísimo. Así que huimos del lugar llorando y cortamos lazos con él. Aunque intentó arreglar las cosas, simplemente lo ignoramos. Pero no creo que sea solo por eso... —dijo Lili.
Ash, Amadeo y Kai tenían una expresión de sorpresa e impacto, añadiendo una expresión de susto.
—Bueno, yo me iré a preparar para mañana. Nos vemos —dijo Amadeo mientras abría la puerta para salir.
—¡Alto ahí! —gritó Kai.
—Entiendo la situación de ser ignorado luego de explotar, pero esa no era la mejor manera de hacerlo, Ardin —pensó Ash, cerrando los ojos—. Mañana, antes de comenzar el combate, trataremos de hablar con los profesores y con el director sobre lo que está sucediendo. Es posible que esté tramando algo más —mencionó.
—Nosotras iremos a hablar con ese bastardo —dijo Lili con enojo.
—Y yo estaré listo para patearles el trasero —gritó Kai.
—Tal vez deba hablar con Ezra —pensó Ash—. Entonces mañana estaremos listos y lo atraparemos —exclamó.
Todos se retiraron, dejando a Aurora descansar. Ash y Kai hablaron sobre lo que harían mañana, pero antes de ir a sus recámaras, decidieron buscar al héroe Ezra. Después de buscar durante varias horas, finalmente lo encontraron y comenzaron a charlar sobre lo que estaba sucediendo en el torneo, lo que Ardin había estado haciendo y lo que posiblemente podría tramar mañana.