- Unos días después -
Soy una sirvienta de la familia Ingram.
No piensen mal estoy orgullosa de poder trabajar aquí.
Mi familia trabajo para la familia Ingram durante mucho tiempo.
Desde niña veía a mi madre trabajar duro por sacar a la familia adelante y yo igual quería ser como ella.
No recuerdo mucho a mi padre ya que falleció durante el campo de batalla contra los barbaros del norte cuando yo era una niña, pero según mi madre Abigail él era un hombre fuerte que salió adelante desde la pobreza.
Pero hoy me encuentro muy nerviosa ya que gracias a mi madre pude conseguir un puesto importante dentro de la mansión.
Que es la de niñera.
Debido a que los niños Ingram crecerían para convertirse en personas importantes, el poder cuidar a uno de ellos desde niño es un trabajo importante.
Solo que...no pensé que las cosas serian así.
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"y también no le gusta que le hagan cosquillas lo pone de muy mal humor, si ves que empieza a gruñir es porque se hizo encima y tendrás que cambiarlo, una última cosa hace unos días empezó a gatear así que está un poco inquieto, pero solo déjalo un tiempo hasta que se canse y le dará sueño" Leila se encontraba dándole consejos a la nueva niñera de Darius ya que la anterior no duro ni un día antes de pedir que la cambiaran de puesto.
Debido a esto la señora Abigail propuso que su hija tomara el cargo para que fuera aprendiendo del oficio.
Leila realmente no quería dejar a Darius con nadie, pero como noble del reino tenía algunas cosas de las que encargarse.
"tranquila señora cuidare bien del joven señor"
"entonces dejare a Darius a tu cuidado Aisha, no te preocupes regresare antes de que oscurezca" con eso dicho Leila se fue.
Aisha se quedó sola en la habitación con Darius sentado en el suelo.
"c-como estas pequeño" Aisha no sabía que hacer, estaba muy nerviosa ya que Darius no se movía, solo la estaba mirando fijamente.
(cierto, la señora leila me dijo que al joven señor le gustaba jugar con sus figuritas) Aisha camino hacia un cofre que se encontraba a los pies de la cama.
Dentro había una gran variedad de juguetes que la mayoría estaban nuevos y se notaba que nunca los habían usado o muy pocas veces.
Pero había unas figuritas de madera en el centro de la caja que se notaban más usadas.
Había un mago, un bárbaro, una princesa, un gran dragón y un demonio.
Al demonio le faltaba un brazo, se notaba muy maltratado y desgastado.
Aisha no sabía que pensar sobre esto.
"ehh joven señor quiere jugar con sus juguetes?" Aisha se giró con las figuras en la mano.
No había nadie detrás.
"EHHEEE JOVEN SEÑOR?! ¡¿A DONDE FUE?!" entro en pánico.
- Momentos después -
"d-disculpa has visto a un bebe con pelo negro y una mirada aterradora?" Aisha le pregunto a un sirviente que pasaba por ahí.
Este niega con la cabeza y se va.
(no puede ser...si no lo encuentro rápido me van a cortar la cabeza) Aisha estaba muy preocupada por no poder encontrar a Darius.
"ahhh que voy a hacer, no puede pasarme esto en mi primer día" se quería arrancar los pelos de los nervios.
"hey hey que está pasando" escuchó una voz anciana detrás.
"eh?....m-MAMA! ¡NECESITO TU AYUDA!" Aisha parecía haber visto a su salvador.
"shh calma…dime primero, que paso?" Abigail sonrió al ver la expresión de su hija.
"n-no lo sé, s-solo me di la vuelta 10 segundos y.…y-ya no estaba en ninguna parte..."
"¿te refieres a él joven Darius? hmm...no te preocupes yo sé dónde podría estar, sígueme" no le sorprendía esto ya que no era la primera vez que Darius se perdía desde que empezó a gatear.
"realmente está bien?" Aisha se sentía un poco más segura con su madre al lado.
"es tu primer día con el joven Darius así es normal que no sepas sobre sus "excentricidades" la verdad es que es culpa mía por no habértelo avisado"
"a que te refieres con excentricidades?"
"bueno...el joven Darius no es como los demás bebes, él es "diferente" por decirlo de alguna manera" Abigail no quiso entrar en más detalles.
"pero ya lo iras conociendo y entendiendo mejor...bueno por aquí debe estar" Abigail camino durante un tiempo antes de pararse frente a unas puertas.
"¿la bodega? ¿porque vinimos aquí?" Aisha no entendía porque su madre la había traído aquí.
"shh…ya lo veras, solo sígueme en silencio" Abigail le hizo un gesto de guardar silencio y abrió las puertas poco a poco sin hacer mucho ruido.
Aisha la siguió por detrás sin entender muy bien lo que estaba haciendo su madre.
Siguen caminando unos pasos hasta que Abigail se detiene en seco al frente de unas cajas.
Aisha detrás de ella se detiene al verla pararse frente a unas cajas sin decir nada.
No entiende hasta que nota que las cajas se mueven un poco.
"bueno bueno...a quien tenemos aquí" dice Abigail con una sonrisa en su rostro.
La caja se deja de mover.
Abigail se acerca y levanta la caja.
Aisha se asoma y ve a un bebe que estaba.
¿Comiendo chocolate?
Eso parecía una escena del crimen.
Y el culpable estaba justo ahí.
Con las manos y la boca en la masa.
"ahh...no sé qué hacer con usted joven señor, sabe que no puede comer demasiado chocolate o le dolerá el estómago" Abigail niega con la cabeza.
Aisha no sabía que estaba pasando aquí.
- Horas después -
"…y eso paso señora le juro que nunca más va a volver a suceder" dijo Aisha haciendo una reverencia.
"ahhh sabía que esto iba a pasar...no te preocupes, solo está más atenta la próxima" Leila dijo con una mano en la frente y suspirando.
"¡y tú!...señorito estas castigado sin poder comer más chocolate hasta que yo te lo permita"
"Mmmhe" Darius se cruzó de brazos y giro la cabeza como diciendo que no tenía nada más que decir aquí.