Hoy Leila se encontraba caminando por las calles de la capital del reino con Darius en los brazos.
Era un bonito día para hacer una caminata por el mercado del reino.
"MAMA! chocolate chocolate" Darius señalo un puesto callejero que vendía frutas cubiertas de chocolate.
"sí si bebe chocolate" Leila sabia del gusto de su hijo por el chocolate, habían tenido algunos problemas con eso, pero nada demasiado serio.
Ya había pasado un año desde que Darius dijo su primera palabra y Leila ya se había acostumbrado a la voz de su hijo.
La verdad es que Darius tampoco hablaba mucho solo decía palabras sueltas, pero ella lograba entenderlo bien.
La mayoría de veces solo se comunicaba con señas y lenguaje corporal para expresar algo.
"disculpa me daría una brocheta de chocolate por favor?" Leila hoy se encontraba de muy buen humor hoy, no siempre podía salir al mercado con su hijo.
"sin problema señora, aquí tiene" le dijo el señor del puesto.
Señora.
Leila dejo de sonreír y solo lo miro a la cara fijamente.
"...s-señorita" el vendedor parecía haber visto al diablo en persona.
Volvió a sonreír y le dio la brocheta a Darius.
Siguieron por las calles del mercado mientras ella compraba algunas frutas y cosas que le parecían bonitas.
Podía comprar una parte del mercado entera si quisiera, pero no estaba ahí para comprar cosas si no para pasar el rato con su hijo y salirse un poco de la rutina.
Para Darius hoy era la primera vez que salía de la mansión Ingram por lo que miraba a todos lados con ojos curiosos.
Haberlo leído y verlo en persona son cosas completamente distintas y la atmosfera que se respiraba aquí le gustaba mucho.
Era como volver a la época de la edad media, pero con cosas modernas por aquí y haya.
Esto tiene una razón de ser, pero era muy aburrido de explicar.
Tal vez lo explique en otro momento.
- Plaza mercado -
Darius estaba en brazos de Leila mirando a todas las personas que pasaban.
Algunos se sentían un poco incomodos por como las miraba sobre todo las mujeres.
Leila no se dio cuenta de que su pequeño bebe estaba viendo otras "mamas"
En eso Darius vio a un grupo de niños reunidos frente a algo y le hace señas a Leila para ir a ver que es.
Ella felizmente se acerca a los niños pensando que él quería acercarse a otros niños.
No era un niño muy sociable y ella lo sabía.
Aparte de sus hermanos nunca había interactuado con otros niños.
Ella recuerda la vez que el hijo de un sirviente le había quitado su biberón de leche con chocolate y ella alcanzo a darse cuenta antes de que Darius hiciera lo que fuera que iba a hacer con el tipo de mirada que le daba al niño.
Se acercaron al grupo de niños y vieron por qué estaban ahí.
Era por un mimo.
Vestido de blanco y negro con su maquillaje del mismo color y su sombrero de copa negro.
Parecía sacado de una película de los 60s.
Siempre con una sonrisa en el rostro, aunque su traje estuviera bastante desgastado en algunas zonas.
Darius miro al mimo durante algunos segundos sobre todo un tatuaje de una llama en la palma del mimo antes de hacerle gestos a Leila para que lo bajara.
Camino hacia al frente de los niños y se sentó en el suelo.
Hace algunos meses había empezado a caminar, pero todavía le costaba un poco.
Leila veía a Darius sentado con los otros niños mientras ven al mimo hacer su actuación.
En eso un hombre de mediana edad se le acerca por la espalda y le susurra al oído.
"...señora, la familia Parsons acaba de ser exterminada" su voz ronca le susurro.
Leila no le respondió de inmediato y tampoco reacciono, pero por dentro estaba muy impactada.
"esa información está confirmada?" dijo susurrando para que solo el pudiera escuchar.
- Mientras tanto Darius -
El mimo se encontraba haciendo su acto cuando el sombrero se le cae de la cabeza.
Esto era parte del acto, ahora iba a recogerlo y actuar que se había ensuciado.
Cuando se agacha a recogerlo ve una pequeña mano que lo recoge antes que él.
Mira hacia arriba extrañado y ve a un niño pequeño con el sombrero en sus manos.
El mimo no sabio que hacer esto no era parte de la actuación así que se para y le estira la mano al niño para que le regresara su sombrero.
El niño lo mira fijamente durante tanto tiempo que el mimo se estaba poniendo nervioso, pero no podía salirse del personaje.
Este parecía poder ver que se estaba poniendo nervioso ya que puso una sonrisa divertida y se puso el sombrero en su cabeza.
El mimo no sabía qué hacer ante esto, lo habían sacado de su terreno completamente.
Pero en eso el niño le estira la mano y agarra la suya con un apretón de manos y con su otra mano se baja el sombrero en señal de saludo.
El mimo no sabía qué hacer.
El niño le suelta la mano, se pone el sombrero en el corazón y pone una cara triste.
El mimo no sabía dónde meterse, todo era muy raro y ese niño lo hacía sentir de una manera muy extraña.
El niño levanta el sombrero y saca una brocheta de frutas a medio comer y le sonríe.
Esto solo se estaba poniendo cada vez más raro y el mimo poco a poco estaba empezando a sentir algo de miedo de todo esto.
Los niños que estaban viendo todo esto pensaban que era parte del espectáculo y solo miraban fijamente.
El mimo no sabía cómo explicarles que nada de esto estaba planeado y no sabía de donde había salido este niño.
El niño se empieza a comer la brocheta hasta terminarla sin que nadie dijera nada y luego se señala la oreja y la oreja del mimo para luego ponerse de puntillas y hacerle un gesto como queriéndole decir que se acercara para contarle un secreto.
El mimo no sabía por qué, pero termino haciendo lo que quería y se agacho hasta la altura del niño y con su oreja hacia adelante.
"…la llama negra se extinguirá bajo mis pies" la voz del niño sonaba muy baja como susurro, pero había algo en el que sonaba espeluznante.
El mimo no dijo nada, pero en sus ojos se veía el desconcierto, el sudor le recorría la espalda.
Todo el mundo parecía haberse congelado para el en ese momento.
"Darius bebe ya se está haciendo tarde" Leila llego justo en ese momento y levanto en brazos al pequeño.
"lo siento si le causo algún problema ya nos vamos" no había visto bien lo que había pasado y tenía otras cosas más importantes en que pensar así que tomo a Darius y se fue sin decir nada más.
El mimo se quedó dónde estaba petrificado.
(…ese niño da miedo) se secó el sudor de la frente solo para darse cuenta que le faltaba el sombrero.
Darius en los brazos de su madre se puso el sombrero de copa.
(realmente es un personaje interesante...)