Elías se detuvo abruptamente y observo el suelo en conflicto. El concejo de Orelia denotaba experiencia con esas emociones y podía estar de acuerdo con ellas. El problema surgía al momento de analizar sus memorias y recordar un solo lugar el cual llamo hogar: la granja de su abuelo. Ese era el único sitio que definiría como un hogar, y ya no estaba. No, desde la ultima vez que lo visito, se había trasformado en todo menos un hogar.
—Lo haces parecer tan fácil. Ojala tuviera esa misma dificultad—murmuro. Había tratado y superado la mayoría de dificultades que se le presentaron en su viaje, y ninguna de ellas se comparara a encontrar su lugar en el mundo.—A todo esto,¿ por que me dices esto? Tu objetivo era obtener respuesta, no darlas.
—...Igual las conseguiré. Son preguntas que con solo verte se responderán. Es solo que...
—¿Solo que?
—Lo sabrás a su debido tiempo.
Elías levanto su rostro intrigado y se encontró con la mirada de la chica. Esos ojos negros, tranquilos y profundos como el océano, intentaban buscar y observar su ser a través de las puertas del alma, los ojos. Por alguna razón, esa acción no lo molestaba. Eso mismo lo extrañaba, por que no era una conducta natural en él.
—Ya veo, eso lo explica todo. Tú bajo desempeño en la Autoridad y la perdida de la mayoría de tus poderes son por no completar tu promesa, tu trato, tu pacto. Romper un ciclo tan fuerte en el mundo traerá un cambio devastador.
—¿Eh?¿...Que quieres decir?
—¿Que te llevo a tomar tal decisión, Elías?—pregunto. Al recibir una mirada conflictiva, suspiro para sus adentros. La carga emocional que experimentaba Elías comenzaba a alcanzarlo y quería provocar más que una sobrecarga. No obstante, necesitaba confirmar cierta información.—Cambio la pregunta:¿ por que no tuviste tu combate predestinado con la reina demonio?
Elías casi sufre un colapso mental por la pregunta. La chica delante suyo consiguió, de alguna forma, información que ni siquiera el líder de la aldea tenia en su poder. Dudaba que ver su alma diera esa respuesta, después de todo, las múltiples barreras en su alma no sufrieron algún daño y, por si fuera poco, el entrenamiento espiritual de los seres en el mar estrellado permitía inmunidad hacia los ataques espirituales de cualquier ser fuera de este.
Elías, entonces, respiro hondo y cerro los ojos. Aparto todo su dilema mental, planes futuros y sentimientos actuales para más tarde. Matarse en sus propios problemas no ayudarían ahora, no con alguien como Orelia. La máxima prioridad se convirtió en una sola: descubrir como obtuvo esa información. De ahí, buscaría la manera de neutralizar su divulgación y reducir cualquier pista que su comportamiento pudiera mostrar.
>>Tu silencio es una confirmación de ese hecho. Tengo media respuesta contestada, ¿Quieres hacerme el favor de revelar la otra mitad?—pregunto. Luego, recordar su misión y se volteo.—Mejor hablemos en el camino. Permanecer mucho tiempo quietos puede llamar la atención de los demás.
—...Esta bien—asintió.
Ambos retomaron su camino en silencio. Pronto llegaron a una interjección y se toparon con tres caminos: el izquierdo llevaba a la plantación de Ahaj, el derecho a la excavación de Kalp y el central a un grupo de árbol arcoiris.Tomaron el camino central y tuvieron cuidado de no pisar las lianas sobresalientes de la cosechas de Vital Spirit
—Tienes razón, no enfrente a la reina demonio—empezó. Después de un minuto de silencio, lo rompió con un hecho conocido.—En mi viaje, vi como no necesitaban mi ayuda. Ellos consiguieron depositar su esperanza en otra persona. Escogieron un Héroe propio, mejor que yo. ¡¿ Por que tendría que soportar más mi cargo?!
>>Jamás entenderé por que la diosa Génesis me escogió. Hay seres mejores que yo para tomar el titulo<
—¡Vaya, tienes un serio problema de autoestima! Tu infancia tuvo sus complicaciones. Mira que causar tal pensamiento en alguien con tal Autoridad...El destino es muy curioso—hablo con tristeza. El destino tenia un gusto muy peculiar por repetir ciertos eventos en individuos importantes.—Gracias. Por fin tenga la respuesta de algunas...
—Dime: ¿como supiste que no nos enfrentamos?—interrumpió. No dejaría que finalizara e hiciera de lado el tema.—Ni siquiera Raf tuvo un indicio de mi renuncia. Si te atreves a no contestar, no responderé cualquier pregunta futura que tengas.
—Bien. Así esta bien. Actúa como el Héroe y no me permitas tener terreno.
—Deja de llamarme Héroe. Se lo permito a los demás para no levantar sospechas, pero odio ese titulo. No sabes los problemas y arrepentimientos que tengo por ello.
Orelia asintió con los hombros sin importarle mucho como lo llamaba.
Varias veces tuvo que usar títulos, apellidos, apodos, honoríficos o segundos nombres para referirse a ciertas personas. Además, estar en la misma situación y experimentar el dolor de corregir las equivocaciones en sus títulos y nombre, radico en que perdiera esa molestia.
—Lo entiendo. Bien, Elías, haz tu pregunta.
—¿Como supiste que no nos enfrentamos?
"Con que comienzas ahí,¿ eh? Esto será interesante "murmuro con un brillo en los ojos. La pregunta centraría las opciones de Elías, daría una idea más clara de sus movidas y lo encaminaría a un solo destino.—Hay dos respuestas, cual quieres: la simple o larga.
—La larga, por favor
—Bien. Eres consiente que no eres el primer Héroe en llegar aquí.
—Si—confirmo con un pequeño asentimiento.—Raf me conto en nuestra reunión que el Héroe o la Reina Demonio llegaban aquí al poco tiempo de obtener la victoria.
—Correcto. Al terminar su batalla destinada, el ganador se marchaba del continente y terminaba a dentro de la barrera. ¿No te parece curioso?
—Desde que Raf lo menciono estaba intrigado. Es demasiada coincidencia que uno de nosotros siempre llegara aquí. Lo mas extraño es que yo, sin vencer a la Reina Demonio, haiga parado en la isla—comento. El destino de la Reina Demonio y él los guiaba de alguna manera a la isla. Sin importar si cumplían la tarea o no, algo en ese lugar los atraía en algún punto.—Supongo que tengo un destino muy fuerte en esta isla. De no ser así, me pregunto por que sufro esta degradación en mis habilidades.
—Hace algún tiempo, un grupo de eruditos del desierto sin fin tuvo el mismo dilema. Las apariciones constantes del Héroe o la Reina Demonio intrigo y fascino a ese grupo de estudiosos—menciono. Los eruditos del desierto tenían una manía por resolver lo misterioso. Para ella, tarde o temprano, un tema como este llamaría su atención.—Ellos no conocían un método para salir de la barrera, y dudaban que los del exterior tuvieran esas habilidades. Sin embargo, que dos individuos consiguieran lo que muchos no, abrió una exhaustiva investigación.
>>El lapso de tiempo de ese momento hasta hoy son dos mil años. Tiempo que otros interesados usaron para corroborar sus propias hipótesis a través de los mayores exponentes, el Héroe y la Reina Demonio. Por desgracia, esos mismos fueron renuentes al hablar del tema. No obstante, ciertas variables estuvieron presentes en cada caso<<.
—¿Variables? ¿Cuales?—pregunto. Quería confirmar si la perdida de poderes y otras peculiaridad de él estaban relacionadas.
—Hay cuatros variables constantes, según los datos arrojados de las investigación,: el lamento de matar al otro, disminución permanente de habilidades, un ciclo de enfrentamientos entre el Héroe y la Reina Demonio, y...
Elías espero la ultima variable con intriga. El silencio repentino de un enigma como Orelia le daba un valor importante a tal elemento. Sobre todo, el duda de siquiera mencionar esa variable lo elevaba alto. Aun así, existía la posibilidad que no fuera para tanto y su comportamiento sea por el valor que la gente de la isla tenia en el.
Un minuto mas tarde, Orelia se detuvo. Un silencio inexplicable baño los alrededores y redujo la presencia de los seres vivos a casi nada. Era como si el mundo supiera que el tema a tratar a continuación fuera mas importante que otra cosa. Como si, esa simple respuesta cambiaria el destino del mundo.
>>...Elías, esa ultima variable es...Tú y la Reina Demonio son incapaces de usar la Materialización Espiritual<<.