En la sala de reunión de la Tribu Panther Chameleon, el líder de la tribu bebía una pequeña taza de té de insectos veraniegos en la alfombra del líder. El rostro pensativo del hombre se mostraba en el verde té que veía. La lucha que sus ojos plasmaban, indicaban un conflicto interno generado por una decisión muy importante para toda la tribu.
—¡Maldición, tuve que haberle hecho caso a Valet! Estoy viejo para este trabajo—suspiro el Chameleon. Bebió un poco del té y la coloco al lado suyo.—Baja si quieres hablar. Tú propio interés te delata, Ruby.
Del techo, una sombra bajo y cayo en una de las alfombras mas cercanas al líder. Esta figura era una chica que distaba mucho de los Chameleon de la aldea. Poseía una piel blanca, ojos verde azulado, cabello rosado salmón, tatuajes pequeños en los brazos, medianos alrededor del ombligo y uno grande en la espalda. Vestía la ropa de la tribu Panther Chameleon, un colgante con una gema roja parecida a la sangre y unos lentes de color verde azulado. Sus diferencias y cercanía con los Panther Chameleon indicaba a cualquier transeúnte una verdad: es una Semi-humana.
—Vamos, líder, es obvio que debo estar interesada. No cualquier día un ingrediente desconocido y de alto valor llega a la tribu—dijo con un leve toque en sus gafas.—Emocionarse por un nuevo ingrediente, que abre las puertas a nuevas formulas y recetas, es un requisito indispensable en un alquimista. Por desgracia llegue tarde. Mi ultimo experimento me entretuvo hasta ahora. ¿Cuanto me atrase? ¿Tres horas?
—Unas tres horas y cinco segundos, para ser exactos. Tienes que tomar mas sol. Mira que estar encerrada un mes entero por tus experimentos no es bueno para tu salud, y mas por tu parte Chameleon—aconsejo. Extendió la mano para indicarle que se sentara, y al no recibir una respuesta, masajeo su frente con la cola.—¿No me digas que actuaras como mi nieta, Ruby? Hemos conversado de este tema con anterioridad, no comencemos de nuevo.
—Ambos sabemos que esta conversación será muy...complicada de hablar—se detuvo un momento. Camino hacia la pared derecha, activo un sello oculto y agarro un tarro lleno de larvas de montaña. Volvió hacia su posición inicial y le lanzo el tarro a Raf.—Come un poco, te ayudaran con el estrés. No estas en edad de matarte por estos problemas.
—Soy el único que puede criticar mi edad—bufo mientras abría el tarro y recogía las larvas con la lengua.—Y bien, ¿que opinas de nuestra situación actual? Tu llegada significa que te enteraste de nuestro invitado y los pensamientos de los demás.
—Sera interesante—respondió. Acomodo sus lentes y miro a Raf.—El cambio que el Héroe o la Reina Demonio producen en la isla es muy fructífera. No mencionemos el gran crecimiento que obtienen los primeros que reciben su llegada, el cual los elevo durante años.
—No hablo de eso. Desde un inicio nuestras circunstancias son distintas—señalo. Devolvió el tarro con unas diez larvas menos y tomo la taza de té.—Eres inteligente. Ya debes de imaginar la imagen que dieron algunos desde la sombra. Por lo menos sé que Vanet se controlara y no causara un problema mayor.
—¿Se entero de los sentimientos del escuadrón Silent? Interesante. Ellos tienen una inscripción en su alma que impide el conocer sus verdaderos sentimientos, fuera de usted y alguien versado en conceptualización de alto grado. ¿Que sucedió?
—Esto quedara entre nosotros, por ahora. Esta información será dada a mi hija y Orelia cuando vengan. Fuera de ellos y el escuadrón Silent, nadie tiene permitido conocerla, ¿entendido?—ordeno. Le agrado el asentimiento sorprendido de la alquimista y pensó en mandarla junto a Vanet los días que el Héroe vaya a explorar mazmorras.—Toma asiento. Te caerás al oír esta información. Si quieres, puedes volver a pararte, pero es tan impactante que te caerás si te mantienes en pie.
Ruby observo unos momentos al líder y se sentó sin reclamar. El aura seria y misteriosa que percibía de Raf se distanciaba de las otras veces que tuvieron una conversación seria. Sus sentidos le decían que no estaba relacionada con el odio a los extranjeros por aquel incidente, sino con el propio Héroe. Un ingrediente enigmático en la tribu con resultados desconocidos y emocionantes para ella.
Cuando Raf conto la reunión con Elías, el interés de la alquimista se disparo a niveles catastróficos. Tuvo que usar todo el autocontrol que consiguió de su trabajo para no saltar hacia el anciano y zarandearlo en búsqueda de una reunión con el Héroe. Las características y posibilidades que brindaba la Autoridad abrían las puertas de una infinidad interminable para la alquimia y sus secretos sin rebelar.
"¡Que mala suerte!¡Vanet tiene al destino de su lado! Por primera vez me arrepiento de perderme en la alquimia" grito frustrada. La mejor opción para supervisar al Héroe era ella: compartía algunas costumbres humanas y no tenia ningún odio a los extranjeros." Veré si. ¡No, debo convencer al Raf para trabajar con el Héroe! Con su ayuda, podre superar los bloqueos que empiezan a surgir y profundizar en los secretos de la alquimia".
Ganar el interés de Ruby no era fácil, ella poseía una Autoridad a punto de dominar por completa y que la ayudaba en gran manera a su trabajo como alquimista. Esta peculiaridad debilito algún interés que alguien aportara a sus investigaciones y el único valor que encontraba era en los materiales que podría obtener en mazmorras, preferiblemente nuevas e inexploradas. Despertar una emoción tan fuerte en un individuo con esa peculiaridad, decía mucho de la Autoridad de Elías.
—Ahora, ¿puedes reafirmar tu conclusión anterior?—pregunto. Al no oír un sonido provenir de la alquimista, aclaro su voz para traerla de vuelta. A diferencia de los otros, podía dar fe que Ruby analizaba las posibilidades de mejorar su alquimia que sentir miedo y planear contramedidas contra su invitado. Una de las razones de confiarle un veredicto, además de, no tener un perjuicio y ser la más neutral.—Ruby, luego te pierdes en tus fantasías. Dentro de poco, vendrá mi hija junto a Vanet y Orelia. Dependiendo tu respuesta, trazare un plan solido para mantener la estabilidad de la aldea.
—...Si te soy sincera, guarda la Autoridad del Héroe. Pídele que la oculte de otros. Él entenderá por que de esta petición—hablo Ruby. Cambió su expresión emocionada por una profesional. El tema se torno serio y necesitaba tomarlo con delicadeza.—Mi única preocupación es que el Escuadrón Silent estuvo presente. Muchos odian a los extranjeros. Un material como es la Autoridad del Héroe supone un arma peligrosa para la incorporación del mencionado a la tribu.
—Tu también lo piensas, ¿eh?—suspiro frustrado. Aparto la taza vacía del té y volvió a suspirar.—Dudo que alguno corra la voz sobre la Autoridad, mi orden es ley. Ellos mismos entiende la gravedad de romperlo. Lo mas posible es que forjen una situación que lo obligue a usarla. La condición actual del cuerpo del chico esta en un estado que abrirá una apertura, si se trabaja correctamente.