La muerte de Varían afecto gravemente a la familia, Jonsu se dedicó a crear hechizos nuevos constantemente y oculto la magia de Lucius para ser su tutor y protector. Idalia se marchó mencionando qué visitaría a su hermana, Lucius seguía creciendo y su forma cambiaba drásticamente, llegando a tal punto de que sus ojos cambiaron de color. El seguía siendo un amante de la música como lo fue desde niño, escuchaba junto a su abuelo las canciones que escuchaban sus padres para recordarles.
Durante su crecimiento en sus estudios fue un niño muy tímido, en nivel medio empezó a desenvolver su persona llegando a tener amistades pasajeras. Inicio la preparatoria siendo el centro de burlas por el color llamativo de sus ojos, cada día al entrar era víctima de burlas y críticas, un día durante las clases las burlas fueron demasiado lejos y Lucius se defendió en forma verbal, antes de llegar a los golpes una de las maestras llamo su atención y lo llevo con ella.
-Lucius, cuantas veces tengo que repetirte que no importa lo que ellos digan, tu muestra tu madurez e ignoralos.- La maestra lo abrazo, -Solo quiero golpearlo hasta que no vea nada.- contesto y enfurecido buscaba soltarse del abrazo de la maestra. -No te bajes a su nivel, no necesitas golpearlo para saber que esta equivocado Lucius, además demuestra lo vacío que esta.- ella se aferro a él, lo apretaba apenas teniendo la capacidad para contenerlo al ser más pequeña. -Se metió con mis padres.- contesto Lucius sediendo ante el abrazo.
Los demás llegaron y hablaban entre gritos y burlas, faltaron al respeto a la maestra y Lucius volvió a forcejear, la maestra soltó a Lucius fingiendo qué ya no lo podía contener; corrió y golpeó con fuerza la cara del chico haciéndole perder el equilibrio y sobre el suelo golpearlo muchas veces mientras un maestro los intentaba separar.
Después de la pelea, ambos fueron llevados a dirección junto a la maestra. Llamaron a Jonsu para avisarle que Lucius se había peleado y sin tardar mucho este llego a la preparatoria, entro a la sala y preocupado se acerco al otro chico a ver como estaba. -Te dejaron re feo hermano.- Dijo y se acerco a Lucius mientras escuchaba críticas de fondo, la maestra y el director le explicaron los hechos a Jonsu y por qué decidió expulsar a ambos 2 semanas.
Cuando Lucius tuvo que recoger sus cosas del salón Jonsu aprovecho para platicar con la maestra. -Maestra, ¿Hay alguna otra cosa de la que me tenga que informar sobre mi nieto?- pregunto mientras se acercaba, -Mmm no, es calmado; suele responder a los insultos de manera creativa, pero hoy supongo que venía de malas. ¿Usted sabe por qué vino así?- contesto la maestra mientras le abría la puerta a Jonsu. -No, tampoco estoy enterado de todo lo que hace, pero seguro que después se le pasará. Gracias por retenerlo y no dejar que lo golpeara tan feo- Jonsu contesto mientras salía del salón para ir a buscar a Lucius, -No me agradezca, igual lo deje divertirse un poco con la víctima.- la maestra seguía a Jonsu hasta el salón de Lucius.
-O sea qué, ¿Usted permitió que Lucius le pegara una putiza a ese niño?- Jonsu se detuvo a mirarla, -Si, igual se lo merecía; el chico ese no respeta ni a los demás docentes así que, que bueno que le pusieron su tatequieto.- contesto ella mientras se detenía para esperarlo y se reía. -Bueno, supongo que esta cagado, pero igualmente muchas gracias- Jonsu se apresuró para ir al salón disimulando una sonrisa.
Cuando se acercaban al salón empezaron a escuchar gritos y la maestra corrió a ver que ocurría, Lucius estaba golpeando a otro chico salvajemente. -¡Lucius no! Deja de verguear gente- grito Jonsu mientras corria atrás de la maestra, al intentar separar a ambos Jonsu golpeó en la cabeza a Lucius con su bastón y lo llevo arrastrando afuera. -A ver chamaco baboso, deja de madrear gente por que ahora si nos lleva la chingada a los dos y eso no va a estar bonito.- amenazó Jonsu y Lucius se encogió de hombros -Dijo cosas de mi mamá.- contesto el, -Bien, entonces lo tenía merecido, tu muy bien hijo-. La maestra interrumpió -No le vaya a hacer algo a Lucius, el no tiene la culpa de convivir con aberraciones mentales como sus compañeros.- abrazo a Lucius y le paso su mochila -te veo en 2 semanas Lucius- agrego. -Si es que no es un mes- contestó Jonsu -Nos tenemos que ir, le agradezco mucho su paciencia y tiempo maestra-.
-No es nada, el no se había comportado así en mis clases- contesto la maestra, -Profe, ¿será qué pueda verla después para llevar el ritmo en su materia?- pregunto Lucius. -Dejame ver si mis horarios me lo permiten, buscaré hacerme de un espacio para verte- contesto la maestra.
Tras acordar clases particulares de vez en cuando Lucius y Jonsu se marcharon hacia su casa, ambos iban en silencio mientras pensaban y al llegar a la casa Lucius se fue corriendo a su cuarto, Jonsu miro de reojo como se fue corriendo mientras el cerraba la puerta principal, preparo un café y mientras bebía seguía pensando como decirle de la muerte de su madre.
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Después de las clases la maestra se quedó en dirección en junta, peleaba por que estaban tratando de causar una mala imagen de ella para despedirla. Salió decaída de la junta pues mostraban pruebas falsas contra ella y no tenía como argumentar de forma válida lo contrario, se fue triste y al llegar a su casa y empezó a beber como hacia de costumbre. Su cuerpo no parecía afectado por el alcoholismo y sus ojos no se ponían rojos cuando se drogaba para olvidar las cosas.
Ya no sabía como afrontar las cosas, estaba al borde del colapso cuando empezó a recibir mensajes (Esperó que no sea Geovanni, ya lo bloquee 3 veces esta semana y solo me jode en el trabajo). Reviso su celular y era Lucius preguntándole si se podrían ver en algún momento para tomar sus clases, contesto diciendo que apenas estaba acomodando su agenda para ver si tendría la oportunidad (Sola me hago pendeja, no tengo nada más que este puto trabajo, ¿será que vaya?). Ebria subió hasta su cuarto con una botella y un poco de mariguana; se quito la ropa y se acostó, consumía sus vicios y cantaba sus canciones eufórica. Su mente volaba despreocupada hasta quedarse dormida.
A la mañana siguiente qué despertó, tomo su celular y le mando un mensaje a Lucius, podría verlo en las tardes cuando sus clases acabarán. A los minutos Lucius contesto que estaba bien y pregunto donde y cuando se veían, ella contesto que algún café estaría bien entre las 3 y las 5 pm, dijo que llevaría sus cosas para adelantar temas si daba tiempo.
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Llegada la hora Lucius se encontraba ya en el café y esperaba a que la maestra llegara, ella llego 10 minutos después que el y este la quiso sorprender con un café que sabía que le gustaba. Al llegar ella busco con la mirada a Lucius, lo reconoció al acercarse a las mesas y se sentó con el.
-Maestra, buenas tardes. Le pedí un café para usted- Saludo Lucius. -No hace falta que me llames así, solo háblame por mi nombre, Lucius.- contesto a su saludo y agradeció el café. -¿Signora?- pregunto inclinándose hacia ella, -¿Si, Lucius?- contesto mientras buscaba las cosas dentro de su bolsa.
Lucius terminaba sus actividades en un tiempo considerable, las entregaba y Signora las revisaba, ayudaba a Lucius y le explicaba lo que no entendía. La dinámica en ellos mejoró al platicar y a la hora de almorzar, al final de su encuentro Lucius le pregunto -¿Estas actividades contarán en la calificación?-.
Signora le contesto mientras guardaba sus cosas, -Claro que no, estas expulsado- y comenzó a reír -Las tomaré como puntos extra para que cuenten, tendrás 0 en actividades, pero tu porcentaje lo tomaré como participación-.
Lucius se toco el pecho -Asu, a usted le gusta espantar gente, ¿Verdad?-. Signora lo miro riendo, -Claro, todavía estoy en la edad-. Lucius la reviso con la mirada -25, ¿No?-. Signora se levantó -Me dieron ganas de bajarte 1 punto por decirme vieja-.
Lucius se levantó -No, aguante. ¿Si adivino su edad no me baja el punto?-. Signora se volteo a verlo -Mmm, si para mañana me adivinas la edad; te subo 2 puntos, pero si no; te bajo esos 2 puntos- Empezó a caminar a la salida y Lucius la siguió, -Va, pero por lo menos deme una pista, ¿No?-.
El silencio fue la respuesta de Signora, -Mañana vemos, Lucius, cuidate.- ambos se despidieron y tomaron rumbo hacia sus casas.
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Lucius llego a su casa y su abuelo cuando lo vio llegar le pregunto que tal le había ido, Lucius respondió que todo había ido muy bien y que tenía algo de hambre, Jonsu le sirvió la comida y mientras comían Lucius le pregunto -¿Cuantos años cree que tenga la profe?-. Jonsu le contesto -22, se le nota rápido-, Lucius lo miro mientras tomaba el vaso con agua -¿Y si es traga años?-. -Nah, que va a ser traga años, tiene 22.- contesto Jonsu mientras seguía comiendo, -¿Cómo sabes?- volvió a insistir Lucius, -Ya te dije que se le nota cabrón, ponte a comer-. Lucius se quedo callado y pensando bien las cosas decidió decirle eso a Signora.
Signora al llegar a su casa tiro su bolsa al sillón y subió a su cuarto, puso música y después de bañarse bajo en toalla a la cocina por una botella, regresó a su cuarto y empezó a hacer uso de sus vicios, eran casi las 12 am cuando miro el celular otra vez y vio el mensaje de Lucius preguntándole si se volverían a ver mañana a la misma hora. Ella contesto que si, que empezaría a organizar su horario para tener más tiempo libre, apago su celular y se quedo dormida.
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Al siguiente día fue Signora quien llego antes que Lucius, pidió 2 cafés y lo espero mientras miraba en su celular una venta de drogas. Lucius llego y la sorprendió de espaldas mientras miraba lo que ella veía, -Qué forma de invadir la privacidad, Lucius.- le dijo Signora mientras tomaba de su café, -No era mi intención ver, pero igual no le diré a nadie.- contesto tratando de suavizar las cosas. -Claro que no lo harás, tu calificación depende de mi, pero dime, ¿Cuál es mi edad?- pregunto ella retandole, -Usted tiene 22- dijo mientras se ponía frente a ella, -¿El otro café es para mí?- preguntó. -Si, Lucius, es para ti. ¿Quien te dijo mi edad?- cuestionó mientras dejaba su celular en la mesa, -Esta en sus redes, tampoco fue tan difícil.- respondió mientras miraba una flor que resaltaba en el florero -Los tulipanes son lindos, ¿no cree?- pregunto.
Ambos se empezaron a retar continuamente en forma de broma mientras seguían con las actividades. Signora cumplió con su parte sobre ponerle 2 puntos más a Lucius, en algún momento dejó de preocuparse y le pregunto abiertamente -¿Que crees que convenga más, 10 gramos de marihuana o en su defecto 6 de coca?-. Lucius la miro y se quedo en silencio tratando de pensar -Yo digo que los 10 gramos, claro a mi me gusta más, pero no se como lo vea usted.- agachó la cabeza y siguió con sus actividades. -¿Fumas?- pregunto Signora, -Si, bueno no, pero de 6 a 10 gramos supongo yo que habrá diferencia- contesto sin despegar la vista de la hoja. -¿Fumas?- Signora volvió a preguntar lo mismo y Lucius contesto -Si, pero no hierva-.
Signora se puso a pensar y tras 10 minutos mirando a Lucius le pregunto -¿Todavía no acabas?-. Lucius sonrió sin alzar la mirada -Una mano me vendría bien-, -Me lo hubieras dicho antes, nada más te hiciste wey ahí, ¿Verdad?- Signora comenzó a explicarle a Lucius y lo guió hasta que consiguió el resultado.
Al pasar de las horas Lucius termino las actividades, -Hace hambrunas, ¿Vamos a comer algo?- Pregunto Lucius mientras se levantaba y tomaba su mochila, Signora sonrió y lo miro -¿A dónde?- pregunto. -A mi casa, no traigo mucho como para invitarle algo de aquí u otro lugar.- Contesto Lucius, -Otro día Lucius, no me gustaría molestar a tu abuelo, pero gracias por invitarme, lo aprecio mucho-.
Ambos se despidieron, Signora al llegar a su casa se fijo a la entrada, ahí estaba su paquete y lo tomo. Lucius llego y le pregunto a Jonsu si algún día podría invitar a la maestra a comer, Jonsu se empezó a reír y le dijo -Ese tipo de relaciones están muy pendejas, Lucius, pero va-. Lucius le mando un mensaje a Signora de que tenía permiso de ir con ella a comer después.
Signora apenas entro a su casa reviso el contenido de su entrega, puso música alta y después de bañarse empezó a hacer uso de lo que había comprado recién. No fue hasta la mañana siguiente que tenia que ir a dar clases que miro el mensaje de Lucius, acepto agregando que llevaría algo.
Despues a medio día se volvieron a ver para tomar las clases que le correspondían a Lucius, ambos platicaban más y las cosas ya no eran tan aburridas como los primeros 2 días, las bromas eran más pesadas y jugaban con palabras y gestos subidos de tono, llegado el jueves acordaron adelantar actividades para el viernes terminar temprano e ir a casa de Lucius.
Al siguiente día y llegada la hora ambos se marcharon de la cafetería en dirección a la casa de Lucius, mientras caminaban compartían un cigarro qué les quedaba y bromeaban sobre los compañeros de Lucius, se pasaban el humo y bromeaban. Al llegar a la casa de Lucius, Jonsu les abrió la puerta y los recibió con la comida lista, Jonsu se había encargado de hacer la comida con un pequeño truco.
-Adelante, los estaba esperando.- les dijo Jonsu mientras les abría la puerta, Lucius se dio el paso a Signora y la acompaño hasta adentro, -en seguida les sirvo la comida, ya casi está lista- menciono Jonsu retirándose a la cocina. Lucius empezó a darle un recorrido por la casa a Signora; empezando por la sala, espaciosa y con sillones cómodos para ver la televisión; la biblioteca, espaciosa y llena de libros de diferentes culturas; los pasillos, llenos de pinturas donde algunas eran familiares y otras eran escenarios abstractos.
Lucius apenas acompañaba hacia el comedor cuando vieron a Jonsu acomodar un florero en el centro de la mesa, -Esta listo, pueden tomar asiento- dijo Jonsu mientras acomodaba los cubiertos. Lucius comodo su silla y Signora se sentó mientras sonreía, Lucius se sentó a su lado y Jonsu igual se sentó a comer con ellos,
-Espero le guste mi café, es importado de Egipto- mencionó mientras tomaba su taza -La especialidad de la casa son camarones, costillas y café.- Lucius tomo su taza y tomo un trago. Signora estaba muy contenta al probar la comida, los sabores explotaban en su boca dejándola extasiada.
-Esta muy rica su comida, Señor Jonsu- Dijo ella apenas probó la comida y el café, Lucius apenas había probado la comida y estaba enrojecido y tomaba mucha agua -Se le pasó la mano con el picante, y el café esta hirviendo ¿No?- dijo mientras intentaba comer. -No, Lucius, esta en su punto... ¿No es así maestra?- contesto Jonsu, -Claro, esta perfecto con el picsnte y el café está que no mames.- contesto mientras seguía comiendo. Jonsu se empezó a reír, una vez que terminaron de comer empezaron a platicar sobre la familia de Lucius, el no aguantaba el picante y se levantó por un vaso de leche, Jonsu le contó a Signora que Varián, el padre de Lucius, había muerto hace rato en un combate contra un cartel de drogas. Signora se quedó en blanco y preguntó por su madre y la esposa de Jonsu; Lucius escuchaba desde la cocina, -Mi esposa, ella vive con su hermana en Asia, mi hija..- la voz de Jonsu se corto y Lucius se acerco a la mesa preguntando -¿Que paso con mi mamá?-. Jonsu se alteró y se levantó temblando de su silla -Tengo asuntos que atender, ¿por qué no pasas el rato con Signora, hijo?- dijo antes de irse con su taza de café.
Signora miro a Lucius mientras sostenía su taza -¿te molesto con otra taza? Es que si está muy rico.- trataba de desviar el tema, Lucius tomo su taza y sirvió más del café. Ambos platicaban de otras cosas mientras recorrían la casa, se reían y jugaban entre ellos tocando y molestando al otro. Al final terminaron en el cuarto de Lucius y su confianza avanzó mucho mientras jugaban, la química generaba tensión cada que se acercaban y Signora no se daba cuenta como estaban escalando las cosas, Lucius no sabía en lo que se metía y solamente se dejaba llevar por la emoción del momento y los juegos sin sentido. Ambos estaban sentados en la cama, Signora lo miro y Lucius se acerco a ella abrazándola, -Se me hace que si te repruebo, cabrón- bromeó Signora y Lucius le contesto en el mismo tono -¿Y que puedo hacer para que cambie de opinión?-, Signora lo miro riéndose y le dijo -Lo platicamos después de clases, Joven-, Lucius se empezó a reír -Esta bien, espero poder pasar su materia por que sería una pena reprobar con usted-, Signora se río más fuerte y lo golpeó leve. Lucius no se dejo y se acerco hacia ella, esta le abrazo y se recostó en sus piernas buscando espacio para acostarse, Lucius sintió que se acerco de más y algo se presentó en su pantalón; intento disimular, pero Signora se dio cuenta de esto y acomodo un poco su cabeza para no sentirse incomoda, estaba curiosa y al sentir brevemente el tamaño de Lucius se quedó pensando.
Lucius tomo una almohada y la acomodo entre la cabeza y su pierna para evitar más contacto, Signora no había querido causar tal situación así que se levantó y miro su celular -Me tengo que ir, Mocoso. Tengo que verificar que mi paquete llego- dijo usándolo de excusa. Lucius se levantó y trató de disimular un paso largo -Esta bien, pero invité mae- dijo mientras la acompañaba a la puerta, -Claro, ¿mañana en mi casa?- contesto Signora y antes de salir de su cuarto volteó a ver a Lucius, -Me parece bien- le contesto.
Antes de salir del cuarto se quedaron abrazados, Signora no sabía como sentirse; no quería confundir las cosas, pero pensaba en Lucius mientras sentía algo al abrazarlo, su olor empezaba a cautivar su nariz y sus brazos cálidos empezaban a gustarle y recordando brevemente momentos lindos que tuvieron, cedió. Lucius estaba paranoico en su mente, Signora se frotaba levemente contra el y el lo notaba, el bulto de su pantalón se puso más duro y Signora se aferraba más a Lucius, a ambos les gustaba y no sabían por qué.
-Qué bonito- Dijo Jonsu mientras los miraba, sonreía y tomaba café, Signora se asustó, se puso nerviosa y soltó a Lucius rápido diciendole -Me tengo que ir, nos vemos en la escuela.- Lucius pudo ver que su cara estaba roja y que mantenía una leve sonrisa además qué se marchó muy deprisa, Signora parecía muy apresurada por llegar a su casa y Lucius estaba tan tenso en ese momento que solo fue a despedirla a la puerta y al irse Signora solo le dijo -Te quiero-.
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Jonsu se hizo el loco y volvió a la cocina sin decir nada, Lucius entró a su cuarto y se quedó a pensar recostado en su cama, tomo su celular y mando un mensaje a Signora [¿Será una cuenta pendiente?], Los deseos de Lucius no le permitían pensar con claridad, su alma se encendía y vibraba en la misma frecuencia que Signora; Signora caminaba a su casa y pensaba en que estaba pasando, recordaba a Lucius como su alumno y ahora lo comenzaba a ver con otros ojos (Son solo 5 años, no es para tanto). Miro su celular y contesto el mensaje de Lucius [Si, esto no se quedará así]. Llegó a su casa y se encerró en su cuarto, uso sus hiervas y exploró con sus dedos los secretos de su cuerpo, seguía tocandose mientras volaba bajo el efecto de la hierva y pensaba en Lucius, cayendo en su impulsividad y deseo que habían estado cultivando inocentemente bajo la música de rock, los juegos y las bromas.
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Jonsu llamo a Lucius esa misma noche, quería hablar con el sobre su madre. Ambos estaban en la cocina compartiendo el momento con un café cuando le dejó caer la bomba -Lucius, mijo, no sé cómo decirte esto. Ay mijo, mira, tu madre acaba de fallecer hace unos días-.