Después de llegar al instituto, voy a mi casillero y cambio mis zapatos por otros que tenía guardados, antes de dirigirme a mi aula y ocupar mi asiento.
—Te ves agotado, ¿no me digas que te quedaste dormido otra vez, Tenshi? —me interpela Kazuki Nakamura, un chico con el mismo uniforme que yo, aunque su cara oculta su actitud pervertida, ya que le gusta espiar a las chicas cuando se están cambiando, lo cual nunca termina bien. A veces, rezo para que deje de comportarse así.
—Nada de eso, Kazuki. Solo estaba ayudando a unas personas. —respondo, tratando de que me crean.
—Um, para mí que estás mintiendo y solo pones excusas para llegar tarde. ¿Qué opinas tú, Ryota? — se dirige a otro de mis amigos, Ryota Ikazuchi, un chico alto y fornido. A simple vista, su aspecto podría asustar, pero en realidad es alguien de buen corazón y serio.
—Tenshi dice la verdad, yo le creo. —afirma Ryota con seriedad.
—Tan reservado como siempre, Ryota. —dice Kazuki, algo decepcionado.
—¡Ara! ¿De qué están hablando todos aquí? —interviene Haruki Aoki, otro de mis amigos, conocido por su atractiva apariencia y popularidad entre las chicas, aunque todavía no tiene novia.
—No es nada, Aoki. Solo Tenshi está poniendo excusas para llegar tarde. —comenta Kazuki.
—Entonces, si se trata de Tenshi-san, entonces sí le creo. —expresa Aoki, provocando una sonrisa en mi rostro.
—¡Eh, tú también le crees, Aoki! —reacciona Kazuki, mostrándose algo decepcionado.
—Tenshi-kun, aquí está tu libreta. Gracias por prestármela. —dice una chica de pelo morado llamada Hikari, llevando el uniforme escolar.
Hikari es algo linda y dulce, le gusta hablar con los demás, aunque no es extrovertida. Siempre que se acerca a mí, se muestra un poco callada y tímida.
—Oh, gracias Hikari-chan. —le agradezco amablemente.
—Etto... Tenshi-kun, de casualidad... —comienza a preguntar Hikari, pero antes de que pueda terminar, el maestro entra al aula y anuncia que todos debemos volver a nuestros lugares.
—Lo siento, Hikari. Después me dices. —me disculpo apenado.
—No hay problema, Tenshi-kun. —responde ella con su dulce voz.
El día continúa con el profesor dando clases hasta que suena el timbre anunciando el descanso. Me junto con Kazuki, Ryota y Aoki para almorzar juntos y hablar sobre nuestros planes para el fin de semana.
—¿Y díganme, qué harán este fin de semana? —pregunta Aoki con curiosidad.
—Tal vez me quede en casa jugando videojuegos o viendo revistas +18. Por cierto, mañana sacarán a la venta una nueva revista. —comenta Kazuki, provocando una mirada de decepción por parte de Aoki.
—Yo tal vez vaya a la iglesia o ayude a mi mamá en casa. También debería buscar un trabajo a medio tiempo. — comento, compartiendo mis planes.
—¿Otra vez a la iglesia? ¿No te aburres de ir? — pregunta Kazuki.
—Porque me aburriría de ir a ver a mi Señor. Además, no voy muy seguido, solo cuando tengo tiempo. — respondo, defendiendo mi creencia.
—Como siempre, tan creyente, Tenshi. — dice Aoki con una sonrisa.
El descanso termina y las clases continúan hasta que suena el timbre, marcando el final de la jornada. Me despido de mis amigos en la puerta y cada uno se va por su camino.