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Chapter 6 - Capitulo 5-Caballero

En medio del descanso, me hallaba en mi asiento junto a la ventana, disfrutando de mi almuerzo reflexionando acerca de las recientes experiencias. Primero, conocí a Dios en persona; luego, lo que sucedió esta mañana con el niño y el camión, y para colmo, lo ocurrido con la presidenta. Cuando ella me miró, sentí una sensación de hostilidad y maldad, y aún persistía un leve dolor de cabeza.

—Disculpa, ¿hola? -Un chico cuyo rostro estaba a escasos centímetros de mi me llamo. Era notablemente atractivo, tal vez tanto como Haruki. Su cabello era negro azabache, y un lunar adornaba su mejilla derecha. No lo había visto antes; probablemente era de otro grado.

Me exalte por lo cerca que estaba el chico, y retrocedió un poco.

—¿Podrías apartarte un poco? Estás invadiendo mi espacio.

—Lo siento, quería asegurarme de que reaccionaras. Parecías distraído.

—Oh, disculpa. Estaba pensando en algo sin importancia. ¿En qué puedo ayudarte?

—Solo quería entregarte esto para que te protejas de los demonios. —Guiñó un ojo mientras le entregaba una foto.

Examinando la imagen, Tenshi identificó al arcángel Miguel sosteniendo una espada en una mano y una balanza en la otra, mientras parecía pisotear a alguien en el suelo, ¿el diablo?

Al darle la vuelta a la imagen, descubrió un mensaje en el reverso: "Defiéndenos en la batalla. Sé nuestro refugio contra la maldad y las artimañas del diablo."

—Gracias, necesitaba una de estas. Pero... ¿huh? -Deje de mirar la imagen y el chico ya no estaba, desconcertándome.

El descanso concluyó y las clases terminaron también. Me despedí mis amigos y camine solo hacia casa. Mientras avanzaba, me detuve en un parque y se senté en un banco para relajarme. Mi teléfono sonó; era mi madre, avisándome que llegaría tarde por cuestiones de trabajo. Apague el celular y deje escapar un suspiro.

—Este lugar está sorprendente mente tranquilo, pero a esta hora, casi no hay nadie.

De pronto, un escalofrío recorrió mi cuerpo y el dolor de cabeza reapareció. Sintió una presencia maligna acercándose. Alguien emergió detrás de un árbol: era la presidenta del Club de Ocultismo, acompañada de los demás miembros.

—¿Qué hace un ángel solo? ¿Te has extraviado? ¿Tus compañeros te han abandonado?

—Presidenta, ¿por qué está aquí? —con miedo y confundido.

La presidenta no respondió y, en lugar de ello, sacó una daga, mientras los demás desplegaron alas negras con formas demoníacas.

—¿Presidenta de que esta hablando que va hacer con ese cuchillo? —con voz temblorosa le dije.

—¡No se que esta pasando aquí, no entiendo!

La presidenta se abalanzo sobre mi para atacarme pero justo una luz rodeo mi cuerpo por completo formando una barrera protectora alejando a la presidenta unos centímetros atrás y dejando cegados a los demás.

Esto le dio tiempo a Tenshi para correr y escapar llegando a otro lado del parque.

¿Qué está sucediendo? —pense, confundido—. La presidenta quiere matarme, pero no entiendo por qué. Y esas alas, ¿qué significan?

Renjiro, riendo siniestramente, se burló de Tenshi.

—Huyendo no te servirá de nada. Esa barrera no te protegerá de nuevo. Tu destino está sellado. Vas a morir.

—Pobrecito, está asustado. Presidenta, ¿puedo jugar un poco con él? 

La presidenta, seria, respondió:

—Me encantaría divertirme más con él, pero no podemos. Debemos eliminar a todos los ángeles alrededor para evitar futuros problemas.

Aún más confundido, pregunte:

—Angeles? ¿De que está hablando?

En ese momento, la presidenta se abalanzó nuevamente para matarme, pero un misterioso hombre apareció frente a mi y me protegió, asestándole un corte en la mejilla que la hizo retroceder.

—¿Quién eres? ¿Cómo te atreves a herir mi hermoso rostro? —la presidenta lo frunciendo el seño lo reprendió.

Aquel hombre tenia una armadura medieval de un caballero templario, una espada en su mano derecha.

-Lamento mucho, señorita, pero no podía permitir que le hiciera daño a él.

La presidenta amenazó:

—Te mataré por esto, ya lo verás.

El caballero dirigió su atención a mi:

—¿Estás bien?

—Sí, estoy bien. —Asintiendo.

—Necesitaré tu ayuda para enfrentarlos. Levántate.

El caballero templario y yo, con una pizca de temor, nos preparamos para enfrentar a la presidenta y los miembros del Club de Ocultismo.