Los estruendos siguieron por toda la noche. Cientos de entidades malditas se levantaron entre las sombras, todas portaban diferentes tipos de armas, otros solo usaban sus poderosos puños para matar a todo lo que se movía.
Adrián simplemente avanzaba sentado sobre los hombros de la entidad maldita, mientras avanzaba poco a poco, esta ciudad era muy grande, en su apogeo debió siquiera albergar la vida de millones de personas.
Pero ahora solo eran escombros.
Adrián también aprovecho a la entidad para matar a algunas bestias.
Mientras absorbía toda su esencia y energía, aumentando su aura poco a poco. Podía sentir como la apertura de su pierna derecha se llenaba de inmensas cantidades de energía.
Las bestias de estos lugares eran muy débiles, las cuales no se escondían por la noche, todas estaban en el primer nivel de la condensación del Qi, había muy pocas del segundo nivel, y rara vez se podía ver alguna del tercer nivel.
Pero, aun así, con tantas bestias, su apertura naturalmente se llenó.
"El tercer nivel de la condensación del Qi" – Adrián pudo sentir un gran estallido de poder por todo su cuerpo. Eso era naturalmente su arte de cultivo, pasando por todo su cuerpo.
Remodelándolo haciéndolo mucho mas fuerte.
Adrián podía sentir que podía usar montaña aplastante por mucho mas tiempo, en un mayor rango, además de que la presión sería más fuerte. Lo que le tomaría meses, hoy había pasado en unas pocas horas.
Sin embargo, a pesar de que sería un momento emocionante.
Adrián tuvo tiempo de recordar unos momentos los sucesos antes de desmayarse.
Sabia que la entidad maldita no lo llevaría en sus hombros solo porque le caía bien, había visto a esta entidad matar a toda entidad viviente.
Pero todo eso se debía a una razón.
"La máscara" – Antes de perder el conocimiento, recordó como la carne de su rostro fue desgarrado, para que la mascara se uniera a su cara.
No entendía que era lo que, hacia la máscara, ni tampoco, del porque las entidades malditas ahora obedecían sus órdenes.
Pero no era por su fuerza, ni tampoco por su personalidad, simplemente era la mascara que no podía ver.
Adrián siguió avanzando junto a la entidad maldita, sabia que esta era su única oportunidad de llegar a salvo hacia el lado norte de la ciudad.
Cuando saliera el sol, las entidades volverían a esconderse.
Sin embargo, mientras mas se acercaba al lado norte de la ciudad.
Adrián pudo visualizar algo que le era familiar.
"La niebla purpura" – Esto era algo que ya conocía, y con la cual había pasado por muchos momentos trágicos, escondiéndose y pasando por mucho sufrimiento y miedo.