Chereads / Adrian: El Alba de la Oscuridad / Chapter 81 - Capítulo 79: La Unión de las Cazadoras

Chapter 81 - Capítulo 79: La Unión de las Cazadoras

Año 382 a.C., Atenas.

Los días en la mansión se deslizaban en una rutina meticulosa y calculada. Clio y Lysandra, una vez divididas por sus diferencias, comenzaron a encontrar un terreno común en su misión compartida: proteger la mansión y erradicar a las criaturas que amenazaban la noche.

Clio, que una vez había sido un reflejo de calma y reflexión, comenzó a mostrar una sed de sangre que era tanto inquietante como fascinante. Sus ataques a los hombres lobo se volvieron más brutales, cada golpe y corte entregado con una ferocidad que hablaba de una ira reprimida liberándose.

Lysandra, por otro lado, se volvió más silenciosa, su furia ardiente enfriándose en una determinación helada. Sus palabras se volvieron escasas, reservando su voz solo para Clio y las sombras que acechaban en sus cazas nocturnas.

Una noche, mientras limpiaban sus armas después de una caza particularmente brutal, Lysandra habló, su voz apenas un susurro en la oscuridad, "Clio, hemos cambiado."

Clio, levantando la vista para encontrar los ojos de Lysandra, asintió lentamente, "Sí, hemos cambiado, pero es un cambio necesario. Estas criaturas no mostrarán misericordia, y nosotros tampoco debemos hacerlo."

Las semanas se convirtieron en meses, y las cazadoras se volvieron inseparables, sus personalidades y tácticas entrelazándose hasta el punto de que se movían y luchaban como una sola entidad. La confianza entre ellas se solidificó, forjada en la sangre y la batalla, y la mansión se convirtió en un lugar aún más oscuro, un lugar donde la misericordia y la piedad eran conceptos extranjeros.

Las noches estaban llenas de gritos y aullidos, los hombres lobo aprendieron a temer a las figuras oscuras que cazaban en la oscuridad. Clio y Lysandra, sus corazones endurecidos y sus almas entrelazadas en un propósito singular, se convirtieron en leyendas entre las criaturas de la noche, sus nombres susurrados con temor y respeto.

Y mientras la luna se elevaba noche tras noche sobre la mansión, las cazadoras se movían a través de las sombras, sus ojos brillando con una determinación inquebrantable y una crueldad que igualaba a las criaturas que cazaban.

En la mansión, las sirvientas observaban con una mezcla de alivio y temor. Alivio, porque las cazadoras las protegían de los horrores de la noche, y temor, porque veían la humanidad desvanecerse de los ojos de Clio y Lysandra con cada noche que pasaba.

Y así, mientras las estaciones cambiaban y los años comenzaban a deslizarse, la mansión y sus habitantes se sumieron en una existencia sombría, esperando el día en que Adrian volvería a despertar, inconscientes de cómo el tiempo y la guerra habían cambiado a las dos mujeres que protegían su hogar.

Related Books

Popular novel hashtag