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La Anciana Señora Gu estaba acompañada por un grupo de personas. El doctor y las enfermeras estaban casi siempre a su lado. Las sirvientas también la atendían en todo momento, temiendo que pudiera haber algún percance. El mayordomo y los guardaespaldas también permanecían a su lado. También había algunos miembros de la familia Gu que se apresuraron a llegar después de escuchar las noticias.
Todos acababan de llegar a la residencia principal cuando escucharon el rugido de Gu Weiming desde dentro. —¡Qiao Xi! ¡Piérdete!
Tras eso se escuchó el sollozo de Qiao Xi:
—Presidente Gu, Huang Wei casi mata a Gu Zheng. ¡Él es tu hijo biológico! Incluso si quieres que Lu Yan sea la heredera de la familia Gu, ¡no puedes matar a Gu Zheng!
Todos abrieron mucho los ojos de la impresión. La Anciana Señora Gu entrecerró los suyos.
Gu Weiming estaba furioso. —¡Qiao Xi! ¡Cierra la boca! ¿Cómo puedo yo...?
