"Ella se quedó inmóvil ante la vista de su desnudez. Luego extendió la mano y pasó los dedos por su piel desnuda, y él aspiró fuertemente su aliento ante su tacto. La mirada en sus ojos se llenó de fascinación. Su cuerpo era suave y… perfecto… y bello… a diferencia del de ella. Y eso le provocó una ligera expresión de dolor en el rostro.
—Eres… —murmuró mientras seguía tocando sus tensos músculos— tan hermoso… tan perfecto…
De repente, Gideon la atrajo hacia él, presionándola contra su cuerpo y reclamando sus labios nuevamente, esta vez de manera muy suave y sin la aspereza y la salvajía de antes. Los movimientos de sus labios sobre los de ella eran tan sublimes que casi le hicieron derramar lágrimas de los ojos. Entonces, Vera jadeó después de sentir el calor de su piel desnuda en la suya. Su mente inmediatamente olvidó las inseguridades que se habían despertado en ella.
