En el momento en que las luces ámbar de Evie chocaron con el fuego del dragón, ocurrió algo impensable. ¡El fuego se extinguió de inmediato en ese mismo instante del choque! Además, los pocos rayos de luz que viajaron más allá y lograron tocar al dragón, los efectos fueron aún más impactantes de lo que cualquiera podría haber imaginado. El dragón comenzó a rugir como si fuera el que estuviera en llamas. Zolan y el vampiro que manejaba la máquina de flecha para matar dragones, miraban con la boca abierta como si se estuviera realizando algún tipo de magia nueva e impactante.
Todos, incluso los soldados que actualmente seguían peleando en medio del campo de batalla, se volvieron a mirar la fuente de esa extraña luz ámbar. Todos tenían las mismas preguntas reflejadas en sus ojos. ¿Qué había pasado? ¿Qué era esa luz? ¿Acaso les había caído un meteorito?
