Chereads / Renací como un vampiro en otro mundo capaz de controlar la mente / Chapter 5 - Capítulo 5 – Ladrona parte 2 (R-18)

Chapter 5 - Capítulo 5 – Ladrona parte 2 (R-18)

Mi pierna se movió dándole una patada en el vientre. Esta vez la mujer vomitó debido a los continuos golpes.

-  ¡UGH!

-  ¡Tú… Estás loco!

Me quité el pantalón y expuse mi polla que estaba completamente erecta. Mis 30 centímetros estaban proyectando una sombra sobre la cara de Camila que lo vio con horror retrocediendo con dificultad aun en el piso.

-  La tasa de corrupción ha alcanzado el 15%

Mis instintos salvajes llenaban mi mente. Tenía ganas de insertarla inmediatamente en su sucio coño de puta barata. Pero decidí ver las limitaciones de la habilidad primero.

-  Ponte de pie.

-  ¡Estás loco no voy a obedecerte!

El cuerpo de Camila se comenzó a mover sin su consentimiento. La orden fue simple por lo que no pudo negarse.

-  ¡Tú! ¿¡Que me hiciste!? ¡Libérame ahora mismo!

Camila comenzó a acercase a mí, pero no le di la oportunidad.

-  Quédate quieta.

Como si una soga la atara Camila se detuvo abruptamente.

-  Siéntate sobre la mesa.

La sirvienta reanudó sus pasos esta vez dirigiéndose a la mesa. Mientras eso ocurría la mente de la mujer estaba en caos intentando procesar lo que pasaba.

-  ¡Libérame! ¡Solo eres una basura! ¡Libérame o ya verás!

Las nalgas de Camila se posaron sobre la mesa vacía. Inmediatamente me acerqué con mi pene completamente erecto.

-  ¡Aléjate! ¡Aleja esa cosa asquerosa de mí! ¡Ya entendí! ¡No volveré a robar! ¡Te devolveré lo que me llevé así que perdóname esta vez!

-  Ya te dije tu sentencia. A partir de hoy serás mi esclava sexual. Así que cállate y abre las piernas para mí.

Las piernas temblorosas de esta criada se negaron a abrirme paso. Al parecer esto era una orden que requería de más corrupción para ejecutarse. Por lo que decidí abrir sus piernas a la fuerza. 

-  ¡AH! ¡Aléjate pervertido! ¡Ayuda un violador! ¡Me quieren violar!

-  Deberías saberlo mejor que nadie. Aquí nadie te va a ayudar. Así que quédate quieta.

Extendí mi mano y deslicé hacia un lado las lindas bragas blancas que bloqueaban mi vista de ese sucio coño de sirvienta. Sin poder aguantar más las ganas acerqué la punta de mi pene a su vagina, pero sus manos que se pusieron en mi pecho me impidieron entrar.

-  ¡No! ¡Detente! ¡Te daré el doble!… ¡No!… ¡El triple de lo que me llevé! ¡Por favor perdóname! 

Viendo su intentó inútil de detenerme llevé mi mano a su rostro y apreté sus mejillas. Quise aplastar sus esperanzas por completo por lo que dije.

-  No depende de ti decidir el castigo. Ahora se obediente y conviértete en mi juguete sexual.

Sin más preámbulos o juegos previos inserté mi polla directamente en su coño. La sensación fue realmente cálida y húmeda. Sus pliegues vaginales apretaron mi pene mientras palpitaban queriendo rechazar el objeto extraño que entró sin previo aviso.

-  ¡UGH! ¡AHHHHHHHHHHH! ¡Duele! ¡Sácala! ¡Sácala! ¡Es mi primera vez! ¡Sácala! ¡Duele mucho!

Lagrimas caían por el rostro de Camila mientras sus puños mi golpeaban lo más fuertemente posible. Mientras tanto mi pene ya se había acostumbrado a su calidez y un olor metálico asalto mis narices. Bajando la mirada pude ver sangre saliendo de su coño y bajando por sus piernas gruesas y largas. 

El olor de la sangre activó mis instintos vampíricos haciendo que mi pene se vuelva más grueso dentro de su coño virgen.

-  ¡AHHHHHHHHHHH! ¡Sácala me voy a partir en dos!

El deseo me llenó obligándome a mover mis caderas como una máquina. Mi pene entraba y salía de su coño una y otra vez. 

*PLAT *PLAT *PLAT

El sonido de nuestra carne chocando una y otra vez resonaban en toda la habitación vacía. La mujer intentó luchar frenéticamente pero no podía mover su cuerpo.

-  La corrupción mental ha alcanzado el 30%

Cansando de su pelea inútil. La abracé fuertemente. Esto me permitió acercarme a su cuello nacarado. Sin darme cuenta mis colmillos empezaron a crecer y un sentimiento de hambre y sed me abrumó. El olor de su carne era completamente tentador. Su cuerpo olía exquisito y muy lascivo por alguna razón, era solo un simple olor floral, pero despertó por completo la bestia en mí.

Lamí su cuello blanco preparando la zona para algo que me llamaba naturalmente. Esto inmediatamente sobresaltó a la mujer que no se esperaba que lamiera su cuello.

-  ¡Ah! ~ ¡No hagas eso! ¡Es raro! ¡Tengo novio! ¡Aléjate de mí! ¡Cuando se entere te matará!

La voz de mujer me entraba por un oído y salía por el otro. No prestaba atención a sus suplicas o gritos. Mis caderas en todo este tiempo nunca dejaron de envestir su coño con mi pene. Quería alcanzar el clímax lo más pronto posible solo para volver a repetir la sensación. 

Tenía a una mujer más hermosa que cualquier actriz de televisión o cine en mis brazos. Una sensación de orgullo me asaltó generando que mordiera su cuello.

-  ¡Ah! ¡Estás loco! ¡Aléjate! ¡Te dije que te detuvieras!