Era de noche, en una pequeña cabaña no muy alejada de un pueblo, el cual parecía funcionar de guardería o centro de adopción… varios niños pequeños rodeaban a una mujer de largos y sedosos cabellos rubios, con una figura despampanante, cosa que los niños obviamente No entenderán, de un vestido azul voluminoso pero lo más destacable es una espada corta que descansaba en el muslo izquierdo de la mujer.
—Alguno de ustedes me puede indicar que es el Valor? —exclamo la mujer con gran fervor y una pequeña sonrisa se asomaba por su rostro.
—El Valor no es el sentimiento que se usa para enfrentarnos a lo que nos da miedo?
El pequeño estaba curioso de la pregunta de aquella mujer, ya que parecía algo muy simple.
Pero la mujer simplemente niega con la cabeza aquello que respondió el niño.
—El valor no es tan fácil como suena, en el momento en el que puedes convertir aquel miedo que ataca tu ser en la fuerza necesaria para enfrentarlo… la capacidad de pensar en las formas en las cuales puedes vivir y salvar a tus amigos… eso , eso es valor.
Todos los niños estaban completamente sorprendidos al respecto.
Incluso algunos estaban emocionados con aquellas palabras de la dulce mujer de cabellos como el oro más fino.
—Señorita, ¿nos vas a contar una historia al respecto? —decía uno de los pequeños con una sonrisa pequeña— en su rostro.
La mujer en cambio mira al pequeño con esa sonrisa y asiente.
—les contare una historia sobre una chica que contra todo pronóstico y por lo alocada que fue su vida, logro convertir su miedo en fuerza y valentía… y aun así logro su final feliz, para que aprendan que a pesar de las dificultades se puede lograr grandes metas. —dijo la mujer mientras pensaba como expresar aquella historia.
—¡¿Enserio?! ¿Una chica logro todo eso? —dijo una niña toda ilusionada al respecto.
La mujer simplemente asiente alegrando a la niña mientras con unos hilos del mismo color de su cabello tomo un libro particular y lo atrajo a ella, demostrando que tenía habilidades sobrenaturales.
—¡Claro que si pequeña! De hecho es una historia muy confusa. —dijo aquella mujer de cabellos amarillos como el sol mismo mientras le sonríe —así que espero que tengas la mente muy abierta, mis niños.
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"erase mucho tiempo… nació en un planeta que no debía de ser, una pequeña niña de ojos azules y pequeño cabello dorado como los hilos del mismo sol, desde el comienzo su vida empezó llena de penurias las cuales ella supero con una brillante sonrisa, su madre simplemente desapareció de la noche a la mañana y su padre fue indulgente con ella, ahogándose y perdiéndose a sí mismo en el alcohol…"
"pero a pesar de todo… ella siguió adelante porque esos principios de ser valiente y determinaron la impulsaron y la impulsaran por siempre"
"mi pequeña niña amada por el dios de otro mundo, que nació en un mundo incorrecto"
"tu historia debe comenzar…"
Japón, la ciudad del sol naciente… en Tokyo más específicamente, se encontró una chica de tez blanca como porcelana, ojos azules claros cual color del mismo cielo, de figura esbelta y entrenada debido a que le aficionaba el ejercicio y el parkour, sobre todo , una chica rebelde en todo aspecto que poco o casi nada le interesaba el estudio.
Iba caminando por las calles mientras suspiraba levemente, sintiéndose inconforme con como gira el mundo, sintiéndose diferente al respecto…
Además aquellos sueños que siempre tiene, en donde convivía en un mundo diferente, donde era la heroína y toda la cosa, algo muy hilarante.
¿Tan aburrida era su vida para imaginarse el típico Isekai?
«Esto es tan aburrido… ¿porque soy tan diferente?» Piensa aquella chica la cual simplemente suspira sin más, resignándose a simplemente vivir una existencia aburrida.
«Debería pensar que debería cursar para la universidad» sus pensamientos estaban mezclados entre sí, cuando su mirada cae en cierta calle, sus iris parpadeaban entre ese azul aguamarina y el dorado…
Pero paso desapercibido por todos y ella misma también, pero lo que en verdad importaba era el flash de ¿memorias? ¿Sueños?
Sentía o más bien por un momento se vio a si misma saltando para evitar que una amiga sea atropellada por un automóvil, pero en su defecto fue ella la atropellada.
—¿Que fue eso…? —dijo aquella chica mientras suspiraba levemente.
Pero de repente sintió como una mano se colocó en su hombro, haciendo que ella se sobresalte un poco debido a la sorpresa, por lo que rápidamente observa a la persona que estaba a su lado y poso su mano en ella.
—Linilla, ¿estás bien? —dijo una chica de cabello castaño alzando una ceja observando a su amiga que ya la mayoría de tiempo siempre era imperativa estar tan pensativa.
—Oh sí, estoy bien Felicia —dijo la nombrada Linilla mientras suspiraba levemente tratando de recuperar su ánimo.
—Mmm… espero que sea así, después de todo siempre eres tan imperativa —dijo Felicia mientras sonreía de lado tratando de animar más a la chica de cabellos como los rayos del sol la cual tenía su mirada en el cielo.
Sintiendo un vacío que antes no había sentido…
—Oye sabes, te esperamos para más tarde… ya que hay una fiesta para la noche, espero que puedas asistir —menciono levemente Felicia sin más observando a la chica, la cual asiente levemente.
—Entiendo, asistiré tranquila —apenas dijo Linilla distraídamente.
—Ok, ¡espero que puedas darnos un espectáculo de parkour impresionante como siempre Linilla! —dijo Felicia con una sonrisa en su rostro, a lo cual Linilla solamente asiente levemente.
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Aquella chica de cabellos como el sol llego a su casa, donde estaba su padre otra vez bebiendo, seguramente recordando a su madre la cual los abandono.
Así que paso de largo sin ni siquiera tratar de entablar una conversación con su padre, simplemente se rindió de eso hace mucho tiempo, por lo que ya le da igual lo que pase con él o su madre desaparecida.
Llegando a su habitación simplemente se acuesta sin más para luego suspirar al respecto, su vida tampoco es que sea lo más miserable posible… pero tampoco ha sido la mejor.
Simplemente está agotada de la monotonía y la falta de cariño.
—Ahh… ¿qué tan difícil es pedir algo emocionante…? —balbuceo para sí misma mientras iba cerrando los ojos lentamente para descansar con tranquilidad solamente un rato más.
Y tomando una siesta...
"Linilla apenas puede recordar cuanto tiempo corrió tratando de huir de aquel lugar, donde la hicieron menos, solamente porque tenía un nivel espiritual bajo y estas armas cortas"
"—¡Ya lo verán! Me volveré lo suficientemente fuerte… ¡me mirarán desde abajo! —Gritaba Linilla al cielo llena de ira y furia, pero sobre toda tristeza"
"—¡¡ME LAS PAGARÁN!! —Grito Linilla al cielo llena de furia mientras sus iris cambiaban completamente al dorado impotente"
"todo mientras 7 esferas de diferentes colores rodeaban a la chica y una gran aura irrumpió en toda la zona arrasando con todo"
—ah… —Linilla tenía sus ojos abiertos de par en par, completamente fría por lo que observaba… y aturdida por ello, porque se sentía demasiado real para ser simplemente un sueño pasajero.
—¿Qué hora es…? —apenas balbuceo Linilla mientras observaba la hora pero se alarma al observar que durmió dos horas enteras
Apenas le daría tiempo para terminar de arreglar e ir a la fiesta.
Tampoco necesitaba pedirle permiso a una persona que apenas puede balbucear algo coherente y ya se perdió para siempre en el alcohol.
—debería irme ya… ahí vamos —dijo Linilla luego de tomar el bolso que tenía algunas cosas que iba a llevar para luego saltar por la ventana al techo de un edificio cercano pero más pequeño y así emprender su viaje.
«Pero que iba a saber que aquellos deseos se iban a volver a la realidad… y si hubiera pensado que sería así que difícil… hubiera pensado mejor mis palabras…»