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Chapter 10 - Impotencia Acto III - Final I

Luego de narrarme el origen de las habilidades mágicas, se marcho a toda prisa deseándome una buena vida no sin antes darme un fragmento de su bola de cristal el cual me permitía ver mis verdaderas estadísticas, fue la ultima vez que vi a aquella dama.

Sin saberlo en otro lugar de este pueblo aquellos abusadores me acusaban de violar la ley , y de oponerme al régimen del virrey, este ultimo no se encontraba interesado en un ignorante y humilde granjero, hasta que uno de estos guardias le menciona que soy el granjero que vive junto a Juliet a las afueras de la ciudad, este con ira ordena que me apresen por herejía y por hostilidad hacia la corona , el virrey aun se encuentra obsesionado con mi amada.

Sin percatarme de aquel complot me acerco al dichoso pueblo , necesito comprar una nueva pala, la que uso ya se encuentra deteriorada he ahorrado mucho para poder adquirir esta herramienta , deseo que esta nueva pala me ayude a construir un mejor futuro junto a mi familia, algo en mi interior me inquieta veo que los soldados comienzan a verme extraño y murmuran al verme pasar.

Siento que algo no está bien y comienzo a agitarme. Acelero mis pasos, necesito salir cuanto antes de este lugar, ya que no me siento cómodo. Probablemente las heridas de mi primera visita estén reaccionando. Al cruzar un solitario callejón, un par de soldados cortan mi paso y me preguntan si me ocurre algo. Me ven un poco nervioso, les indico que no pasa nada y que solamente tengo algo de prisa, ya que estoy ansioso por jugar con mi pequeño hijo.

Uno de ellos coloca la palma de su mano en mi hombro y me pide que los acompañe al cuartel, porque hace algunos momentos, un hombre con rasgos faciales parecidos a los míos atacó al jefe del cartel , les indico que hace unos momentos me encontraba en la casa de una vieja amiga y que visite el pueblo para realizar algunas compras para administrar una granja.

Ellos insisten en llevarle , les suplico que me dejen ir y les explico que no he cometido ningún delito y que se están equivocando de persona, ellos al observar mi determinación utilizan la fuerza para inmovilizarme , uno de ellos me golpea el estomago y pierdo el conocimiento, no se cuanto tiempo ha transcurrido desde que perdí el conocimiento, creo que me encuentro en las celdas del cartel de los guardias.

Observo a un hombre alto con cabello rubio, tratando de recordar su silueta. Algunas imágenes vienen a mi mente, pero no logro recordar quién es. De repente, se acerca a mí y se presenta como Luvc. Me pregunta si sé por qué estoy aquí. Muevo la cabeza de un lado a otro y le digo que me están incriminando por un delito que no he cometido. Luvc indica que he sido incriminado, pero este asunto está fuera de sus manos, ya que el virrey quiere mi cabeza como trofeo. No logro entender lo que está sucediendo y él se retira.

Soy encarcelado, sin ver la luz del sol, en un pequeño cuarto donde el olor a putrefacción me rodea. Grito con desesperación, anhelando ver crecer a mi pequeño, deseando sentir las caricias de Juliet. No sé cuánto tiempo ha transcurrido. Día a día, me alimentan con un pequeño vaso de agua. Mis entrañas rugen por alimento, he perdido demasiado peso. he comenzado a comer trozos de mi piel para mitigar un poco mi estado de decadencia.

Un día aquella puerta se abre , en mi delirio creo que están a punto de liberarme puede que el virrey perdonara mi vida, la luz me ciega, veo que 3 hombres han entrado a mi residencia uno de ellos tose con fuerza, los guardias se burlan al ver mi deteriorado estado, me gritan que ahora tendré a un nuevo compañero, no entiendo que ocurre de pronto el tercer hombre es arrojado hacia mi, al tocar su rostro creo que es un anciano , transcurren muchas noches el estado de aquel anciano empeora hasta que el fallece en mis brazos.

No siento empatía por este hombre el hambre me hace cometer un acto del cual no me siento orgulloso, muerdo su cuello para beber su sangre para saciar mi sed, con asco y repudio comienzo a devorar sus muslos, al terminar aquel acto comienzo a recobrar los ánimos, arranco las piernas de del cadáver de mi compañero y comienzo a cavar un agujero necesito escapar.

Los huesos de las piernas del cadáver se quiebran al instante , Durante incontables horas, mis dedos han lidiado con la crueldad del suelo endurecido de la cárcel. Cada cavada era un desafío contra la resistencia del terreno, y mis manos se han convertido en testigos silenciosos de esta ardua batalla. Las yemas de mis dedos, ahora desprovistas de la suavidad que alguna vez conocieron, están marcadas por cortes profundos y abrasiones sangrantes. La tierra, áspera como el destino que intento eludir, ha dejado su huella en mis manos, testificando mi desesperada búsqueda de libertad.

Para recobrar las fuerzas he seguido ingiriendo la carne putrefacta de mi antiguo compañero, me siento asqueado con cada mordisco, los gusanos se resbalan por mi garganta, mi cuerpo lo rechaza provocandome el deseo de vomitar, con cada mordisco comienzo a perder la cabeza, lo único que me mantiene cuerdo es el recuerdo de mi familia, de pronto escucho como un guardia se acerca a mi celda, su voz grave rebota en las paredes de mi cautiverio , de pronto escucho como la puerta se abre lentamente.

La tenue luz de su antorcha ilumina por unos segundos su rostro, puedo ver el horror en su mirada, no puede creer la escena frente a sus ojos, estoy cubierto de sangre y un olor putrefacto me rodea, como una bestia salvaje me abalanzo hacia el , muerdo su yugular arranco un trozo de su cuello la sangre brota por todo mi cuerpo , como si se tratara de una bestia hambrienta trago el trozo de carne y comienzo a correr como un maníaco , la poca humanidad que me quedaba ha muerto, en el fondo de mi corazón aun vive aquel pobre pero feliz granjero que ama a su familia.