Viejo amigo, aun recuerdo el día que te conocí, toda estaba nublado para mi, todo tu ser encajaba perfectamente en mis manos, tu simple razón de existir me dio las fuerzas que había perdido, compartimos buenos y malos momentos, te vi crecer lentamente, adoraba celebrar tus victorias y me odiaba reprochar tus derrotas, hemos cambiado desde ese primer encuentro apenas era un joven desorientado sin saber que hacer con su vida, y tu eras un pequeño cachorro que comenzaba con la suya.
Hoy es un día triste y confuso para mi, aun no acepto tu partida al mas allá , mi corazón no logra comprender que ocurrió , perdóname por no ser el mejor compañero, perdóname por esos gritos sin sentido, deseo que nos podamos encontrar en el mas allá y que algún día pueda volver a verte.