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Chapter 6 - Capítulo. — 6

El viaje hacia Fáttima había iniciado, estaban llenos de energía e ilusiones por lo que le deparaba el futuro, sus mentes vacías listas para abserver todo lo relacionado con la magia.

El único que no se sentía de esta forma era Hastel, que seguía el paso de ambas a un ritmo más lento, quedando atrás, su rostro no podía ocultar su malestar, su enojo e impotencia que sentía, su mente se estaba preparando para lo que vivirá ahí, sabe con lo que se va a enfrentar y el costo de vivir ocultando su raza, tiene todo en contra, sabía que vivir de esta manera no era lo más factible, será un gasto mental atros.

El silencio se había hecho presente en el hiaje debido al cansancio, estar caminando por horas y hablar no les hacía mucha gracia, no podían cambiar regularmente la respiración para aliviar la fatiga que estaban cargando.

—No quiero caminar más.

Máron rompía el silencio con su queja, al entender las palabras de su hermana larga un suspiro.

—Y aun tenemos como seis días hasta llegar.

Máron ignora la palabras de su hermano para ya que había puesto su concentración en Azul, mientras aún seguían caminado ella intenta subir al lomo de esa bestia, pero los gruñidos de aquel animal le advertían que no era lo indicado.

—No te subas Máron, no es transporte, ya es suficiente con que lleve nuestras cosas.

Hastel mira hacia atrás mientras acariciaba a esa bestia para calmar su malestar provocado por ella.

—Pero estoy cansada.

—Todos estamos cansados, aguantate.

—No puedo más, tengo hambre.

Maron se apoya en los hombros de Melcifer que había bajado la velocidad de sus bolsillos para estar al lado de ella.

—Soy tu hermana, acaso no me reconoces Hastel.

Tiraba sus brazos hacia los hombros de él haciendo que su velocidad disminuyera.

—Esta bien, descansaremos.

Melcifer se pone al lado de Hastel para que sus palabras sean indicadas a él.

—Hay que buscar un lugar para acampar, ya se hará de noche, nos deben quedar como dos horas de luz.

Llegan al lugar que los hacia sentir cómodos y quitan todo el peso que estaba cargando Azul.

—Vamos a comer.

La felicidad de Máron ae expande en el pequeño grupo, siendo contagiados por aquella gracia que tanto la caracteriza.

—Ustedea chicas vayan a buscar ramas para hacer fuego y yo armare el campamento.

Ambas asientan la cabeza para dar su confirmación.

Hastel se acerca hasta él bolso donde se encontraba la carne que habían cargando, pero al abrirlo estaba totalmente vacío, que irá gira en busca de Máron que había sido la encargada de guardar la comida, pero algo llamó su atención dentro del bolso, se agacha para agarrarlo con comodidad.

Melcifer y Máron frenan sus pasos al sentir que Hastel estaba furioso.

—Maldita vieja bruja.

Ambas se acercan hasta él para saciar su instinto de curiosidad, toman el papel que había llamado la atención de él y lo leen en hoz alta.

—¿Pensaron que su entrenamiento había terminado? Pues no, cazen su comida.

Ambas se llenan de tristeza al sentir que se habían confiado con lo que debería haber en ese bolso.

—Estamos muertos.

Máron se tira al suelo.

—Cambio de planes, ustedes vayan a cazar y yo iré a buscar ramas.

Máron se sienta al oír a Hastel hablar.

—¿Nosotras iremos a cazar?.

—Si, busquen lo que sea, algo tenemos que comer.

Maron se pone de pie y se retira del lugar tomando distancia de Melcifer, ella estaba observando a Hastel confundida, su rostro estaba raro y algo le indicaba que no era por la comida, se da vuelta y se acerca corriendo hasta Máron.

—¿Sucede algo que Hastel no quiere ir a cazar?.

—Es un tema muy delicado, nunca quiere hablar de eso, es mejor que lo dejemos así.

—Esta bien.

Hastel se aleja del campamento en busca de ramas para hacer fuego, se adentra unos metros en el bosque, llega hasta un árbol y comienza a juntar.

—Yo que tu me llevo las que están allá, esas están húmedas, créeme.

Hastel se pone en alerta al oír la voz de un muchacho, levanta su cabeza y ve al dueño de su susto colgado de una pierna.

—Que hay.

—¿Quien eres? ¿Porque estás colgado?.

—Es una larga historia, caí en mi propia trampa.

—No fue larga.

—Si no quiero quedar como idiota es larga.

Hastel se da media vuelta y se dirige a buscar las ramas.

—¡Hey! Espera, bajame de aquí.

—No, puede ser una trampa.

—¿Enserio? Estoy violeta por el tiempo que llevo aquí.

Hastel tira su cuchillo a la soga que sostenía su pierna y cae al suelo gracias a la gravedad.

—Gracias por avisarme.

Trata de levantarse, pero Hastel se lo impide apoyando una rama sobre su hombro.

—Un segundo. ¿Quien eres?.

—Lo siento, me llamo Loren y pertenezco al linaje Firewhale.

—Mi nombre es Hastel del linaje Livermore.

—Estoy agradecido contigo, si no me hubieras salvado hubiera muerto ahí, este camino hasta Fattima nadie lo recorre, es muy complicado.

Hastel se aleja de él para seguir recogiendo leña.

—Entonces quiere decir que serás estudiante de Melisma, ¿De donde vienes Loren?.

—De un pequeño pueblo llamado Romina, por eso decidí tomar esta ruta.

—Nosotros decidimos tomar esta ruta como parte de nuestro entrenamiento.

—¿Nosotros? Quieres decir que no viajas solo.

Hastel toma distancia para de él para volver al campamento.

—Vamos, debes tener hambre.

—¿Enserio puedo ir contigo?.

—No lo repetiré, vamos.

Loren se pone de pie y se abalanza sobre el como muestra de agradecimiento.

Al llegar encuentran a Maron y Melcifer que ya habían terminó de cazar, estaban a la espera de Hastel para empezar el fuego.

—Que lindas chichas, ¿Ellas son más que te acompañan?.

Se acerca a ellas con bastante velocidad, no quería perder el tiempo, queria conocerlas lo antes posible.

—Hola bellas damas, mi nombre es Loren, es un placer conocerlas.

—¿Damas?.

—Que tal, mi nombre es Melcifer.

Loren gira su mirada hacia Maron que quería escuchar su nombre.

—Mi nombre es Maron soy del linaje Livermore.

Maron recitaba esta corta oración mientras quitaba su mano de la de él que la sostenía con delicadeza, en ese instante se pone de pie mientras se limpiaba la ropa.

—Asi que tu linaje es Livermore, deduzco que eres hermana de mi querido amigo Hastel, lo siento, pero no puedo coquetear así.

Hastel se da vuelta al escuchar ser nombrado.

—¿Amigo?.

Se pone de pie y se acerca hasta él.

—Asi es, te debo la vida querido amigo.

—No te preocupes amigo.

Ambos chocan sus manos para cerrar su nuevo vínculo, sus miradas se cruzan mientras aplicaban más fuerza.

Maron y Meocifer los miraban desentendidas.

—Se acaban de conocer.

—No les prestes atención Melci, son hombres, así se rápido funcionan sus mundos.

—Por favor, tengo que pedirles un favor.

Busca un lugar con mayor altura, lo encontró sobro un bolso.

—Bájate de mi bolso.

Maron le tiraba con una moneda.

—Lo siento dama.

Hace caso a las palabras dedicadas hacia él.

—Quiero pedirles que dejen que yo cocine, es en forma de agradecimiento.

—¡SI!.

Hastel y Melcifer gritan al mismo tiempo en una sincronizacion perfecta.

—No, iba a cocinar yo, quiero hacerlo.

Maron se manifestaba en la conversación con esta pequeña oración.

—No te hagas problema, deja que mi amigo cocine, fuiste a cazar, ya es mucho.

—Hastel tiene razón, no te preocupes, dejemos que él cocine.

—Esta bien, ustedes se pierden de mi asombrosa cena.

Ambos suspiran al darse cuenta que lograron convencerla.

Hastel estaba limpiando a Azul cuando Loren se acerca a él.

—Que hermosa bestia, es la primera vez que veo un Grizzit de cerca, su pelaje marrón y blanco es hermoso, creí que sus cuernos serían duros. ¿Cual es su nombre?.

—Se llama Azul.

—¿Como lograste domarla?.

—Quería matar a Melcifer y la salve, desde ahí me siguió siempre.

—Te felicito, es la primera vez que veo que alguien puede dominarlo.

Se ponen a cenar bajo la leve luz de la luna y la fogata que se mantenía prendida, tratan de conocerse más para entrar en confianza.

Luego de cenar ambas se van a dormir dejando a Hastel y Loren solos sentados cerca de la fogata.

—Gracias enserió por haberme ayudado, en estos momentos estaría agonizando.

—No fue nada, me sentí cómodo al conocerte, así que se que no eres mala persona.

—Tu igual, me caíste super bien, ¿Puedo viajar con ustedes?.

—Claro que si.

—¿Enserio? Muchas gracias, prometo serles de ayuda.

—Ya besense o dejen dormir.

Maron les gritaba desde su cama, ambos comienzan a reírse a grandes carcajadas, mientras Máron se enojaba aún más por el ruido que había aumentado.

Así seguirá su viaje, con un nuevo integrante, aun les faltaba un gran recorrido hasta llegar a Fáttima, pero con él el viaje se haría más liviano u tendrían más ayuda, estaban ansioso por saber que les deparaba el futuro, que tendrán que afrontar hasta arribar a su deseado destino.

Alex M. Martinez.