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Chapter 7 - Capítulo. — 7

Máron se despierta luego de haber descanso de lo más bien, su cuerpo había recuperado toda la energía perdida y pudo deshacerse de la fatiga, al sentarse y acomodar su vista ve que Hastel estaba entrenando junto a Loren.

—Es increíble como esos dos se lograron llevar así de bien en tan poco tiempo.

Melcifer se acerca a ella con un vaso de agua.

—No lo puedo creer, ¿Confiamos en él?.

—No hay otra opción, Hastel tiene un don cuando se trata de personas.

—¿A qué te refieres?.

—Si Hastel se siente incómodo con la presencia de alguien quiere decir que esa persona no es grata, no se porque, pero siempre le atina, es como un animal salvaje.

—Ahora entiendo, quieres decir que ese chico no es malo.

—Según el punto de vista de mi idiota hermano si.

Maron comienza a alistarse para afrontar su nuevo día, pero se ve interrumpida con la llegada de Loren.

—Les prepare el desayuno, disfrútenlo, cuando estén listas partimos.

—Si, gracias.

Máron trata de sonreír, pero la extraña sensación de porque se preocupaba así no la dejaba florecer con naturalidad.

Luego de desayunar empacando sus cosas y siguen el viaje.

Durante el viaje, Melcifer no dejaba de ver el mapa, en su rostro se notaba preocupación, tratan de conversar con ella, pero se ven ignorados porque estaba realmente inmersa en aquel pedazo de papel.

—¿Sucede algo con la ruta?.

Máron se acerca hasta ella con preocupación y así saciar su curiosidad.

—No se donde estamos.

Su tono de voz era bajo, pero claro, se notaba su preocupación al hablar.

—¿QUE DIJISTE?.

—En palabras más simples, nos perdimos.

Paran su caminata para recuperar energía y así aclarar sus ideas.

—Esto es culpa de su abuela que nos hizo tomar este camino.

Hastel se acerca hasta ella y posa su mano en su cabeza.

—No te preocupes, ya lo arreglaremos.

Ella se esconde entre sus manos para no revelar la emoción que la estaba dominando.

—Tampoco que sea la primera vez que nos perdemos, saldremos de esta.

Máron se tomaba tiempo de su vida para aliviar la gran carga de culpa que estaba sufriendo.

Loren busca sentarse al lado de Azul.

—¿Que haremos ahora?.

—Ni idea, no se como ubicarme.

Hastel lo imitaba y se acomodaba a su lado.

—Yo los metí en esto, así que es mi deber solucionarlo.

—Somos cuatros Melci, lo haremos entre todos.

—No, yo lo haré.

Al terminar de hablar Hastel la empuja hacia un costado.

—¿Que le haces a Melci Hastel?.

Melcifer se encontraba tirada en el suelo, Hastel estaba de pie mirando a la nada.

—Máron no te muevas.

Loren se encontraba de pie mirando en la misma dirección que Hastel, Maron vuelve a ver a Melcifer y nota que había una flecha cerca suyo.

—¿Nos atacan? Maldita sea, lo que faltaba.

Máron al terminar de recitar su oración se concentra en mirar en la misma dirección que ambos en busca de aquel culpable.

—¿Haste lo encontraste, verdad?.

Loren sonreía al hablar, se notaba su entusiasmo.

—Asi es.

Se acomoda el pelo y saca un pergamino de su bolsillo.

—Dejen que yo me encargue.

Apoya aquel pergamino en el suelo y hace el movimiento de manos para activar su cuerpo, comienza a brillar, desde ahí saca dos bastones de metal con esferas en las puntas.

Melcifer queda fascinada con lo que estaba viendo.

—Eres un cryder, que impresionante.

Hace oídos sordos a las palabras de ella y sale corriendo a toda velocidad en la dirección que creía que estaba el atacante, los tres queda expectantes a la espera de una respuesta, se escucha un quejido seguido de un golpe, todo queda nuevamente en silencio, se ve una sombra entre la maleza, era más que evidente que se acercaba a ellos.

—Lo siento me secuestraron.

Loren se hacía visible en los brazos de un hombre moreno, su estatura era como de dos metros, a su lado estaba otro chico de contextura más delgada.

—Eres un inútil maldita sea.

Maron se tomaba la cabeza mientras recitaba estas palabras, era obvio su malestar.

—Nos mentiste, si tienes compañeros.

—¿Ellos? No, solo son unos conocidos que nos agarraron justo, no los conozco.

Hastel y Maron estaban alerta mirando toda la escena, Melcifer estaba paralizada del miedo, no podía creer en la situación en la que estaba.

—Son bandidos.

—Genial, una apuñalada menos por darse cuenta, ustedes son estudiantes, ningún niño pasaría por estos lugares, ¿A qué academia van?.

—¿Quieres anotarte? No creo que alguien tan viejo como ti pueda.

Hastel no quitaba su mirada de ambos mientras les hablaba.

—¿Te crees gracioso idiota?.

—No se cree, lo es, yo puedo corrobarlo, ya que soy su hermana.

—Esto es lo que sucederá, nos darán todo lo que tengan y los dejaremos vivir, si se oponen no tenemos ningún problema en mat...-.

—¿Que carajos te pasa Máron? Arruinaste toda la situación con esa idiotez.

—¿Con esa idiotez? Fue un remate genial.

—Eres una estúpida, no te metas donde no te llaman.

—No me vas a decir que puedo y no hacer maldito niño huérfano.

—¡¡¡YA CALLENSE!!!.

Aquel hombre saca una arma cuando grita, esto hace que Melcifer se asuste de más e intenta huir.

—¡Ahora!.

Melcifer levanta apoya sus manos en el suelo y hace que la tierra se levante provocando polvo, esto hizo que la visibilidad de aquellos fuera reducido considerablemente.

Estaban en estado de alerta mirando a su alrededor, ven una sombra saltando de frente, no lo pensó ni un segundo y dispara dos veces, pero ve que en un disparo provoca chispa, como si hubiera golpeado algo rígido, antes de pensarlo con claridad se ve golpeado en el rostro con una piedra que estaba atada a una cadena, en cada extremo estaba Hastel y Máron, aquella bestia humana de dos metros cae al suelo mientras sangraba de la nariz.

Su compañero queda inmóvil por tal sorpresa, pero vuelve en si cuando escucho un silbido desde atrás, al girar lo primero que ve es un pergamino que estaba en la mano de Loren.

—Regalame una sonrisa.

Al terminar de recitar esa corta oración sale su arma, provocando que lo golpee, esto hace que caiga al suelo por el golpe.

Hastel y Máron caen al suelo y giran rápido mientras se reían.

—¿Acaso no pudiste vernos porque tu pelo te estorbo?.

—Talvez lo desconcentro que su pelo se ensuciara de tierra.

Aquel hombre trata de ponerse pie mientras tenía su mano en la nariz que no dejaba de sangrar.

—Voy a matarlos por burlarse de calva.

—No, a quien deberías matar es a tu peluquero.

—O a tus amigos por dejarte salir así.

Su malestar era más que evidente, ambos no dejaban de burlarse.

Se lanza contra ellos que no dejaba de reírse.

—¿No te enseñaron que no debes atacar ciegamente?.

Ambos esquivan con facilidad a aquel hombre y estiran sus brazos haciendo que la piedra lo vuelva a golpear, pero esta vez en la quijada, cae con mucha violencia al suelo, antes de darse cuenta Hastel y Maron estaban parados sobre los brazos de él.

—Hasta aquí llegaste.

Ambos estiran sus manos y la posan en su cara, en su rostro se reflejaba el temor de ser asesinado por dos niños.

Ambos rompen la tensión con unas carcajadas.

—No podemos usar magia, somos gedymos.

Ambos lo rematan con una patada en toda su cara, esto le provocó que pierda el conocimiento.

Se acercan hasta Loren que estaba revisando los bolsillos de aquel bandido.

—El plan fue todo un éxito.

—¿Plan? Hiciste que te secuestraran.

—Eso era parte del plan, así hice que creyeran que eramos débiles y de paso salían los dos al descubierto, lo planee todo.

—Si, claro.

Melcifer se acerca a ellos, se encontraba encima de Azul.

—¿Ya acabo?.

—Si, tranquila, ya puedes bajar.

Loren se aproxima a toda velocidad hasta Azul.

—Deja que te ayude preciosa.

La ayuda viajar con mucha delicadeza, una vez que tocó el suelo Maron se acerca a ella.

—Tratalos y luego nos iremos.

—Claro.

—¿Tratarlos?.

Loren se acercaba hasta Hastel para que su inquietud sea apagada.

—A ella le fascina la medicina, ae prometió ayudar a todo aquel que esté lastimado.

—Pero trataron de matarnos.

—Lo se, pero así es ella, no puede dejarlos aquí lastimados.

—Que increíble.

Melcifer guarda todo lo que utilizan para tratarlos y se pone de pie.

—Listo, termine, ya podemos irnos.

Toman sus cosas y siguen su viaje, gracias a lo que habían vivido pudieron unirse más y tomar más confianza en Loren, las horas se llenaron con lo vivido en ese momento, superaron una dificultad, pero sabían que no sería la última, ni la única, aún quedaba unos días hasta Fáttima, pero no se sentiría tan pesado debido a esta situación, los hizo más fuertes sin darse cuenta.

Alex M. Martinez.