Chereads / violet evargaden / Chapter 36 - Capítulo 6: El Mayor y la Automatic Assassin Doll Parte 10

Chapter 36 - Capítulo 6: El Mayor y la Automatic Assassin Doll Parte 10

La habitación a la que habían entrado furtivamente estaba a unas cinco plantas debajo del techo. Se conservaban instrumentos musicales y estatuas de bronce. Probablemente eran un simples antigüedades.

Fuera de la habitación había una escalera de caracol que conducía a la terraza. Los dos miraron por las ventanas mientras subían, observando como el suelo parecía estar muy abajo. Una alta nube de humo se elevó desde las puertas. Gilbert ansiosamente se preguntó si Hodgins todavía estaba vivo.

— Mayor, pronto llegaremos al último piso—. Violet agarró una vez más su hacha de guerra.

Los soldados que estaban en espera oyeron sus pasos, sacando sus sables y descendiendo para atacarlos. Simultáneamente, otros soldados rugieron mientras subían corriendo las escaleras.

— ¡Mayor!— Violet giró hacia atrás después de cortar a los soldados que habían intentado atacarla con sus espadas.

Gilbert sacó su propia espada y se puso en camino hacia los pisos inferiores.

— Ve, Violet. Mientras los mantengo ocupados, elimina los que están arriba y dispara la bengala. Con eso… será lo mismo que una declaración de victoria en esta batalla. Incluso si somos inferiores en número, las probabilidades están a nuestro favor.

A pesar de no haber dudado nunca al tomar decisiones crueles, Violet vaciló. Si todos los soldados de los pisos inferiores se acercaran, no podía imaginarse a Gilbert teniendo una oportunidad él solo.

— ¡Permítame luchar también, Mayor!

— ¡Es una orden! ¡Ve!

— Pero yo-

— ¡Te estoy diciendo que es una orden! ¡Vete, Violet!

Cuando le gritó, el cuerpo de Violet se movió en automático a medias. Subió las escaleras sin poder responder, echó abajo la puerta del último piso en la que se dibujaban las figuras de los dioses y salió. Mientras lo hacía, ante su vista había una escena tan hermosa que podía hacer que uno se arrepintiera de haberla visto en esa situación. Una pequeña fuente susurrando suavemente. Macizos de flores que crecían en verdor. Su aroma dulce y puro mezclado con el hedor del humo.

La terraza de la catedral era un jardín en el cielo. Por un momento, Violet se sorprendió por la excesiva ausencia de realidad.

— ¡Es el enemigo! ¡Mátenla!

Había cuatro soldados. Eran francotiradores y observadores. ¿Cuántos de sus camaradas habían sido asesinados por ellos cuando trataban de invadir la catedral? Estaban en un gran lugar de tiro.

Gritos y disparos resonaron desde abajo. El sonido de los latidos del corazón de Violet aumentó bruscamente.

— Muévanse—. Ella balanceó el hacha de batalla, la sangre de aquellos que había matado salpicó el lugar mientras miraba a los enemigos frente a ella con una mirada bestial—. ¡Muévanse, muévanse, muévanse, muévanse, muévanse!

Ella solo estaba preocupada por los sonidos detrás de ella.

— ¡Muévanse, muévanse, muévanse, muévanse, muévanse, muévanse, muévanse, muévanseeeeeee!— Violet saltó ampliamente hacia los soldados. Ella cortó los brazos y las piernas de tres de ellos, triturándolos hasta la muerte—. ¡Muévanse, muévanse, muévanse, muévanse, muévanse, muévanse!

La sensación de impaciencia opacó la habilidad de Violet para manejar las armas. Una bala rozó su vientre y melló la carne de su brazo. Era un error que generalmente no habría hecho. Su visión se nubló por el dolor.

Gilbert la estaba defendiendo desde abajo. Tenía que regresar lo más pronto posible y proporcionarle ayuda.

— ¡MUÉVANSEEEEEEEEEEEEE!

Ella torció el cuello del último hombre. Sus piernas cayeron al suelo debido al dolor del disparo. Parándose de nuevo, disparó la bengala, que estaba en la funda de su arma, hacia el cielo. El brillo blanco se dispersó en el aire. Era como una flor de luz.

Ella no dejaría que las cosas terminaran así. Trituraría todos los escombros restantes.

La última bengala emitió un sonido llamativo. Inmediatamente después de dicho sonido, Violet se desplomó de cabeza.

— Ah… augh… ugh…

El siguiente sonido que escuchó no fue por la bengala que acababa de disparar. Bruscos gañidos se filtraron ante las abrumadoras circunstancias. Su hombro derecho había sido disparado a corta distancia, lo que le había abierto un gran agujero. Su rostro estaba sumergido en un charco de su propia sangre.

Violet escuchó el sonido de un arma que se cargaba detrás de ella. Instantáneamente sacó su propia arma con su mano izquierda y disparó un tiro mientras giraba. Ella mató a un soldado que sostenía un gran rifle que había fallado en dispararle en el cerebro.

No podía respirar bien. El hombro de su mano dominante colgaba flácidamente. Los sentidos de su mano derecha eran débiles.

— Ugh… augh… uugh…

Ella no debía levantarse. Cuanto más se movía, más sangre fluía.

— ¡Mayor!

Aun así, Violet regresó por donde había venido. La única razón por la que podía mover su cuerpo a pesar de las graves heridas era la obsesión por su único Señor. Dejó un rastro de rojo mientras caminaba.

— ¡Mayor, mayor! ¡Mayor!

Llamó varias veces, buscando a Gilbert. Esquivando los cadáveres de los soldados que había matado en el penúltimo piso, buscó alrededor, preguntándose si él estaría allí.

— ¡Mayor!— Gritó Violet, sonando como si rompiera cristales.

Gilbert yacía en medio de las escaleras, a punto de morir apuñalado por la bayoneta de un soldado enemigo. Las manos del enemigo se desviaron por la voz de Violet, pero la punta de la bayoneta perforó la cara de Gilbert.

— ¡Tú… BASTARDOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

Arrojó el hacha de batalla con una mano y cortó el torso del enemigo. El colapsó. Violet también cayó con el impulso. Luego se arrastró hacia Gilbert.

— ¡Mayor, Mayor, Mayor!

Uno de los ojos de Gilbert había sido arrancado y tenía heridas severas. Ya no podría ver la luz o los colores con él. Se veía inexpresablemente como un cadáver que no podía hablar pero aún respiraba. Sin embargo, su respiración era críticamente lenta. Sus manos y piernas estaban ensangrentadas con arañazos de bala y espada.

¿Sería más rápido morir de una hemorragia profusa o ser asesinado por soldados enemigos que venían de la planta baja? De cualquier manera, la brillantez de la vida estaba a punto de desaparecer en él.

— ¡Mayor, Mayor!

Alzando la voz, Violet inclinó a su superior sobre sus hombros, pero él no respondió. Violet forzó sus flácidas manos para llevarlo sobre su espalda.

— Uugh… ah… uuugh… ah…

Su brazo dominante no podía soportarlo y ella sucumbió. Bajó unos pocos pasos, se levantó una vez más y extendió una mano hacia Gilbert. Como había usado demasiada fuerza, sus brazos se cayeron de sus hombros. Es poco probable que su brazo sea capaz de manejar armas.

Violet ni siquiera pensó en dejar a Gilbert o al hacha de batalla como una opción. Arrojó el hacha de batalla e intentó bajar con Gilbert usando el brazo que aún funcionaba. Mientras lo hacía, un grupo de hombres armados entró corriendo desde abajo.

— ¡¡UUUUUUUUUUAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!

Violet recogió el hacha de batalla una vez más y cortó a los enemigos con una mano. Ella golpeó sin piedad con la cadena de contrapeso a aquellos que intentaron abrirse paso y les rompió el cráneo con la punta.

Luego repitió sus acciones anteriores. Todavía tratando de llevar a Gilbert, los enemigos seguían viniendo de abajo. Ella los mataba. Más aparecían. Ella no podía avanzar. Es un sufrimiento, es una batalla de resistencia.

— ¡MUEREEEEE!

Finalmente, Violet terminó permitiendo que un joven soldado solitario, que gritaba mientras corría, le propinara un golpe. Su grito no fue audible. Su sable roía la base de su otro brazo.

Era un enemigo sin habilidades de combate. En condiciones normales, probablemente sería un niño que no tenía ninguna conexión con la guerra y no necesitaba empuñar una espada.

Dejando caer el arma con la que la apuñaló y poniéndose de pie, el soldado gritó. Él la miró desde una corta distancia, retrocediendo al darse cuenta de que la que se suponía que debía eliminar era una chica.

— Puedes—… la sangre goteaba de sus labios—… matarme… así que por favor… no mates… al Mayor—. Violet suplicó por la vida de Gilbert.

El atónito soldado se reflejaba en sus hermosos ojos azules, pero no podía verlo correctamente debido a la sangre y el sudor que caían de su cabeza. Ella no podía discernir qué expresión estaba haciendo.

— Lo… lo siento… no lo dije en serio… yo—… la voz del soldado se quebró.

— No… mates al mayor.

— ¡No lo dije en serio! ¡Lo siento! ¡No lo dije en serio!

— Por… favor.

— ¡No es eso! ¡Este…! ¡No lo dije en serio!— Gritó el soldado mientras huía.

Para mayor seguridad, Violet lo vio retirarse antes de regresar al lado de Gilbert.

— Mayor—… Sus pies eran inestables, tal vez porque estaba a punto de perder el conocimiento—. Yo… lo hice, Mayor… Mayor…

— Violet—. Gilbert, que había estado con los ojos cerrados todo el tiempo, apenas abrió uno de ellos mientras hablaba.

Al escuchar su nombre ser pronunciado, Violet respondió con una voz llorosa,

— Mayor…

Era un tono que no había conocido hasta entonces. Su anterior aura demoníaca parecida a un dios había desaparecido y su rostro era el de una niña asustada acurrucada en una esquina del campo de batalla.

— Violet… ¿qué está pasando… ahora mismo? ¿Dónde estamos?

Violet respondió a la pregunta de Gilbert con voz congestionada,

— E-Esta sigue siendo la catedral. Hemos logrado nuestra misión. Ahora solo tenemos que esperar refuerzos para poder huir, pero aún no han llegado. Los enemigos vienen de abajo. No hay fin para ellos. Mayor, por favor, de las instrucciones. Por favor, deme una orden.

— Hu… ye.

— ¿Cómo se supone que voy a huir… mientras llevo al Mayor conmigo?

— Déjame… aquí… y escapa.

Incapaz de comprender lo que le habían dicho al principio, Violet tenía dudas sobre cómo responder.

— ¿Me está diciendo que… lo abandone?— Ella sacudió con la cabeza en señal de negativa—. ¡No puedo hacer eso! Mayor… lo llevo conmigo.

— Estoy bien. Si me dejas aquí y te vas… deberías… todavía… tener la oportunidad de sobrevivir. Por favor, escapa, Violet.

Una fuerte explosión se podía escuchar a lo lejos. Solo el lugar donde se encontraban los dos estaba en silencio, como si fuera una dimensión diferente.

— ¡No voy a huir, Mayor! Si el Mayor se queda, ¡entonces pelearé aquí! ¡Si se supone que debo escapar, ¡llevaré al Mayor conmigo!— Gritó mientras usaba sus dos brazos, sangrando y con calambres, para agarrarse al cuello del uniforme de batalla de Gilbert y arrastrarlo.

— Violet, detente…

Podía escuchar el estallido de los vasos sanguíneos. Probablemente Violet sentía un dolor tremendo mientras su carne se desgarraba.

— ¡Violet!

Su brazo dominante, que colgaba flácido, cayó al suelo. Sin siquiera mirarlo, siguió tirando de Gilbert con su otro brazo.

— Para… detente… detente, Violet.

Violet no escuchó la orden. Sus respiraciones salían como silbidos y, poniendo su fuerza restante en el brazo que había sido apuñalado por una bayoneta, bajó un paso a la vez. Cuanto más se movía, más la cuchilla le cortaba la carne.

— ¡Violet!

Su único brazo restante la traicionó y se desgarró también. Violet luego regresó a su posición anterior. Como un pájaro cuyas plumas habían sido arrancadas, sus brazos sangraban abundantemente. Según su propio hábito, movió su cuello hacia la izquierda y hacia la derecha para confirmar la situación y sintió ganas de sonreír tenuemente.

— Mayor, lo salvaré ahora.

Aun así, mientras se mordía los labios con fuerza, volvió a subir las escaleras solo con sus rodillas. Sin embargo, su cuerpo había perdido el equilibrio sin sus brazos. Se resbaló en los escalones muchas veces y rodó por las escaleras. Ella se caía y se ponía de pie, se caía y se ponía de pie. Preocupándose solo por Gilbert, ella convirtió la escalera en un mar de sangre.

Aunque ella no estaba en su campo de visión, una vez que Gilbert se dio cuenta de que ella había perdido sus brazos por él, las lágrimas comenzaron a brotar de su ojo.

— Basta—. Su voz suplicante hizo eco con tristeza—. ¡Ya basta, Violet!

— No quiero—. Nuevamente, ella se negó de inmediato—. Mayor… solo… solo… un poco más…

— Es suficiente. Ya es suficiente… tus brazos… tus brazos han…

— Los soldados enemigos ya no vienen. Lo más probable es que hayan llegado refuerzos abajo. Puedo escuchar… los sonidos.

— ¡Entonces baja primero! Así es, es mejor así. Llama a los refuerzos. Ve, ¡estoy bien!

— ¡No quiero! Si… si el Mayor muere mientras yo no estoy, ¿qué voy a hacer?

— Si eso sucede, todo terminará para mí. Está bien, ¡solo baja!

— ¡No quiero! No importa qué… ¡No quiero! Si dejo al Mayor aquí… y para cuando regrese…

— Está bien si muero. ¡Está bien mientras tú vivas!

— ¡No puedo obedecer esa orden!

Agachándose, Violet continuó tratando de agarrar a Gilbert. Ya no tenía brazos y, por lo tanto, no podía cargarlo. Apenas podía caminar usando sus articulaciones, pero no podía llevarlo con ella.

— No importa qué… no importa qué… no dejaré que el Mayor muera—. Los dientes de Violet se clavaron en el hombro de Gilbert. Ella era como un perro que llevaba algo en la boca.

— ¡U… Uuuuuuh!

Su voz se filtró agonizantemente. Su cuerpo tembló mientras repetidamente intentaba tirar de él. Sin embargo, con heridas tan graves como las de ella y un cuerpo que no era de un perro, sino de un ser humano, no había forma de que tuviera éxito.

— Ma… yor…

— Violet, detente… t mo—… Gilbert se atragantó—… e am… te… ¡te amo!— Gritó, su visión borrosa por las lágrimas desbordadas— ¡Te amo! ¡No quiero dejarte morir! ¡Violet! ¡¡Vive!!

Era la primera vez que él se lo decía. Él no había dicho "Te amo" hasta ese momento. Hubo muchas oportunidades, pero él permaneció en silencio. "Te amo, Violet". Siempre, siempre, siempre, eso era lo que su corazón había susurrado. Aun así, no lo había dicho en voz alta, ni siquiera una vez.

¿Cuándo brotó esa sensación dentro de él? No tenía idea cual había sido el catalizador. Si alguna vez le preguntaran qué le gustaba de ella, no sería capaz de expresarlo adecuadamente con palabras.

— Violet.

"Mayor". Antes de darse cuenta, estaba feliz cada vez que ella lo llamaba. Él creía que tenía que protegerla mientras ella lo seguía desde atrás. Su pecho latía con devoción inmutable.

— Violet, ¿estás escuchando?

No le llevó mucho tiempo devolverle la mirada ardiente con la que lo miraba fijamente. Usarla como arma le había dolido, y ella arrojando su vida a la basura se convirtió en su mayor temor.

— Me gustas.

Yo… quiero dejar de preguntarle a Dios qué está bien y qué está mal. Si decir esto es un pecado, quiero liquidar todas mis cuentas en el momento de mi muerte.

— Te amo—. Ella fue la primera persona que Gilbert Bougainvillea realmente amó—. Te amo, Violet.

— A… mo…

La sangre todavía se derramaba de sus brazos, Violet pronunció la palabra como si la escuchara por primera vez. Ella arrastró su cuerpo al costado de Gilbert, se puso en cuclillas junto a él y le miró a la cara.

— ¿Qué es… "amor"?— Sonó sinceramente confundida. Sus lágrimas cayeron desde arriba, mojando las mejillas de Gilbert—. ¿Qué es el "amor"? ¿Qué es el "amor"? ¿Qué es el "amor"?

Su cara llorosa y desordenada era algo que él no había visto incluso cuando era niña. Ella no lloraba mientras mataba personas, o cuando estaba sola por no ser amada por nadie. Ella era una niña que nunca había llorado antes.

— No entiendo, Mayor…

Esa misma chica ahora estaba llorando.

— ¿Qué es "amor"?— Era una pregunta sincera.

Ah, es cierto.

El corazón de Gilbert dolía mucho más que su cuerpo. Ella no sabía. No había forma de que ella pudiera saber. Después de todo, él no se lo había dicho. Él no le había "enseñado" sobre eso.

Ella no conoce… el amor. Ante eso, Gilbert una vez más derramó grandes lágrimas. Que idiota soy.

No poder expresar sus sentimientos a su ser querido fue el resultado de negarse al amor. ¿Hubo una manera más vergonzosa de morir?

— Violet.

Sin embargo, su corazón estaba extrañamente pacífico. Tenía el presentimiento de que el dolor en su cuerpo disminuía gradualmente. Era una sensación peculiar. El hecho de que finalmente pudo reunir sus sentimientos más honestos era probablemente la causa. De alguna manera sintió que todo había sido perdonado.

— Violet… el amor…es—… Gilbert le dijo a la chica que era lo que más amaba en toda su vida—: Amar es… pensar que… quieres proteger a alguien más en el mundo—. susurró con dulzura, casi como si estuviera sermoneándola, como si todavía fuera la niña pequeña de cuando se conocieron—. Eres importante… y preciosa. No quiero que estés herida. Quiero que seas feliz. Quiero que estés bien. Por eso, Violet… debes vivir y ser libre. Escapa del ejército y vive tu vida. Estarás bien incluso si no estoy cerca. Violet, te amo. Por favor vive—. Gilbert repitió—. Violet, te amo.

Después de esa declaración, lo único que podía escucharse eran los gritos de la persona que recibía el mensaje.

— No entiendo… No entiendo—. se quejó entre sollozos—. No entiendo… No entiendo el amor. No entiendo… las cosas de las que habla el Mayor. Si así es como es, ¿por qué razón he estado luchando? ¿Por qué me da órdenes? Yo soy… una herramienta. Nada más. Su herramienta. No entiendo el amor… solo… quiero salvarlo… Mayor. Por favor no me deje sola. Mayor, por favor no me deje sola. Por favor, ¡deme una orden! Incluso si me cuesta la vida… ¡por favor pídame que lo salve!

La niña que instintivamente no podía escuchar otra cosa que no fuera "mata" estaba lamentándose para que él le pidiera que lo ayudara. En lugar de extender su mano para abrazarla, Gilbert solo pudo murmurar una frase mientras su conciencia se desvanecía, "Te amo".

Podía escuchar ruidos de alguien que venía de la planta baja, pero ya no podía mantener el ojo abierto.

Los registros de la chica soldado llamada Violet terminaron allí.

– FIN DEL VOLUMEN 1 –