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El taller erigido por el Círculo de Mota para alojar a diseñadores de mechas visitantes ofrecía instalaciones decentes. Aunque toda la maquinaria y el equipo parecían bastante viejos y muy utilizados, Ves no tenía intención de utilizarlos de todos modos.
El encargo solo requería que diseñara una variante de la Espira Helix. Aunque Ves podría esforzarse más y aplicar sus modificaciones a la copia física del mecha que se había trasladado al taller, no obtendría nada extra.
Honestamente, a Ves no le apetecía mucho convertir la Espira Helix en la plataforma más letal para armas de destrucción masiva. Aunque no se opuso al encargo hasta el punto de rechazarlo rotundamente, claramente carecía de pasión por el proyecto.
Afortunadamente, desarrollar una variante era mucho más fácil que diseñar un mecha completamente nuevo. Dado que Ves tenía que trabajar siguiendo decisiones de diseño ya existentes, su trabajo exigía mucho más de sus capacidades técnicas que de su visión creativa.
