Los niños están sentados en el césped después de jugar durante un rato. Todavía faltan horas para el banquete que se celebrará en la noche en honor al décimo cumpleaños de los mellizos.
—Estoy aburrida —Aliyah suspiró—. Llevamos bastante tiempo jugando en el jardín.
—Sería genial si pudiéramos ir a ver el festival en la capital —dijo Deimos.
—Ah sí. Recuerdo que padre ordenó un festival de una semana en la ciudad capital para celebrar nuestro décimo cumpleaños. ¿Verdad, Al? —dijo Aerith.
—Sí, recuerdo que padre dio esa orden —respondió Alfonso—. Pero no podemos ir sin un caballero escolta. Como sabes, todos los caballeros y aprendices de caballeros tienen sus propias tareas para hoy. Incluso Philip tampoco ha regresado.
—Ya lo sé. Es bastante extraño que aún no haya vuelto —dijo Aerith.
—Quizás se resfrió después de mojarse con tu trampa, Rith —Aliyah se burló.
—Pero eso fue solo una pequeña broma —Aliyah se sintió culpable.