Jasper suspiró y se frotó las sienes. Sabía que Ella era inocente, pero no esperaba que fuera virgen. Había asumido que Ella tenía alguna experiencia con chicos, especialmente desde que fue sorprendida con un chico en el baño de su escuela. Eso era lo que decía en su informe de verificación de antecedentes. ¿Era solamente un rumor?
—¿Eres virgen? —preguntó él con asombro e incredulidad.
Ella se sintió aún peor. Era como si se burlara de ella por ser virgen. Ella pensó que él estaría feliz y emocionado, pero él parecía impactado como si ser virgen fuera un crimen.
—Sí —respondió ella, bajando su cabeza y mordiéndose el labio inferior.
Jasper entendió por qué ella estaba tan nerviosa. Se emocionó cuando se dio cuenta de que ella estaba lista para ofrecerle su virginidad. Era una sensación abrumadora. Sus sentimientos por ella se hicieron más profundos, y se prometió a sí mismo que la valoraría y la protegería con su vida.