—¡Cómo te atreves a mostrarte aquí! —Pamela gritó—. ¡Tú y tu padre son responsables de todo esto! ¡Intentaron matar a mi hijo para vengarse de lo que le pasó a tu familia!
Los ojos de Viviana se llenaron de lágrimas mientras trataba de defenderse, pero Pamela continuó atacándola. Su voz estaba llena de veneno mientras lanzaba acusación tras acusación, culpando a Viviana de todo lo que le había pasado a Eddie. Las otras personas en la habitación la miraban conmocionadas, sin saber qué hacer.
Cristóbal dio un paso adelante, tratando de calmar a Pamela, pero ella lo rechazó. —¡No te metas en esto, Cristóbal! ¡Esto es entre ella y yo! —Pamela gritó, señalando a Viviana con el dedo.
Viviana temblaba de miedo y culpa; tenía la cabeza baja mientras Pamela seguía atacándola. Era evidente que nada de lo que pudiera decir o hacer convencería a Pamela de su inocencia.
Al ver que la situación se descontrolaba, Christopher tomó a Pamela en sus brazos.