A Tom le parecía que los ojos de Lucy iban a salirse de sus órbitas al ver cómo lo miraba con incredulidad. Intentó verse igual de sorprendido al salir del coche y unirse a ella y Harry.
Lucy tragó convulsivamente mientras se volvía hacia Harry, esperando que estuvieran en el vehículo equivocado, —¿Quién... Quién es él? —Preguntó, inclinando la cabeza en dirección a Tom.
—Ah, ese es el conductor personal del que te hablé. Ven y saluda a tu jefe. —Harry le dijo a Tom, quien se quedó junto a la puerta, fingiendo que no sabía si conocía o no a Lucy.
—Buenos días, señora —dijo Tom con una reverencia educada sin mirarla a los ojos, mientras Harry los observaba a ambos con diversión.