Después de borrar la memoria del Cielo, Lothaire regresó a la sala del trono y se sentó en su trono. Más que nunca, solo quería sentirse poderoso y en control por un momento. Abrió El Ojo con un movimiento de su mano y miró el mundo, pero eso no lo hizo sentir mejor.
Algo estaba mal con él y aún no quería admitir qué podría estar mal. Probablemente solo estaba distraído por un momento y pronto se recuperaría.
Nunca fue emocional. ¿Cuánto podría continuar siendo emocional? Probablemente no por mucho tiempo.
—¿Alguna vez has amado a la abuela? —
Su molesta voz seguía repitiéndose en su cabeza.
—El amor no es solo un sentimiento.
Lothaire sacudió la cabeza e intentó sacar su voz de su mente. ¿Por qué le importaría lo que ella pensara? Ella era la que creía que Dios estaba tratando de darle una segunda oportunidad.
Lothaire se rió cínicamente de sí mismo.
—Molesta —escupió.