El fin
Era verano otra vez. El sol brillaba intensamente en el cielo azul y la cálida brisa de verano esparcía el aroma de las flores en el aire. Pero a pesar del hermoso clima y la vista, todo lo que Lucian podía hacer era mirar a su hija de cinco meses en sus brazos. Nada era más hermoso para él en este mundo.
Los últimos cinco meses de su vida habían sido una bendición. Estaba rodeado de personas a las que apreciaba. Su esposa, su hija, su madre e incluso su padre. Se estaban llevando bien lentamente. ¿Qué más podría desear?
Hazel estaba bien y saludable, y era una madre increíble. También era una reina sabia. Lucian estaba orgulloso de ella. Ahora que era medio demonio se volvió aún más fuerte y radiaba belleza y confianza. Ahora no tenía miedo de lastimarla como antes.