Ya había pasado dos meses desde la llegada del rubio y desde su llegada las peleas entre el primer hijo y el tercer hijo se hicieron muy constantes, los padres nunca interfirieron, los sírvientes o Madara tampoco, el único que sí interfería era Naruto, pero a la única persona que ayudaba y defendía era a Sasuke.
Cuando el azabache veía que el rubio lo defendía su corazón se aceleraba a tal punto de casi desmayarse, aunque una vez si se desmayó, la situación había sido por qué por accidente había entrado al baño del primer piso sin tocar y fue cuando vio al rubio totalmente desnudo sin una pisca de ropa, ante tal vergüenza Naruto aprovechó y durante la noche aprovechó y se coló en la habitación del azabache.
Cuando Sasuke se despertó por qué sintió que el lado derecho de la cama se hundía, se despertó asustado, pero al ver de quién se trataba se relajó.
— Que haces aquí— pregunto el azabache con una sonrisa.
— Vine para hacerte compañía y para pedirte disculpas por lo de hoy— le comento mientras le acomodaba un poco de pelo detrás de la oreja.
Ante eso, Sasuke no pudo no evitar pegarse mucho más al rubio, y Naruto tampoco pudo no negarse a abrazarlo e intentar dormir mucho, pero eso no paso, lo que paso fue que ambos se entregaron el uno al otro, sin saber que eso los llevaría a la tragedia, a uno a irse y desaparecer y no dejar rastro alguno y al otro a ser casado, violado y maltratado, y con un hijo. Pero eso ellos no lo sabían, lo único que sabían por ahora era que se entregaban en cuerpo y alma.
La noche que nuestro querido azabache se entregó completamente al rubio y viceversa, fue la noche que cierto pelinegro los vio y los escucho. Después de esa noche Naruto se la pasaba en su pieza y por qué se la pasaba más tiempo en su pieza, fácil, porque él fue quien tomo el libro que había desaparecido y el motivo fue para saber donde los antiguos cazadores, habían escondido los restos de su familia y los de su amada e hijo, pero al momento que abrió el libro supo algo que para él hubiera querido nunca saber.
—No, esto es imposible—decía todo desesperado, el rubio con las manos y ojos temblando después de leer cierto párrafo.
*Sasuke Uchiha, heredero a todos los dones de un verdadero cazador, y reencarnación de la difunta esposa de Naruto Uzumaki Namikaze, hijo y heredero de los difuntos prometidos Minato Namikaze y Kushima Uzumaki*.
Al leer eso no pudo no evitar saber más y principalmente el porqué el azabache era la reencarnación de su esposa y principalmente donde si su esposa reencarno, su hijo también, pero por qué lo escondían.
*Un joven cazador conjuro un hechizo que afecto a todo la rama de cazadores, el hechizo causo que el alma de la prometida del conde reencarnara en el tercer hijo de un cazador, no importaba si era hijo único o no, pero de que el alma iba a reencarnar, reencarnaba. Ante eso el ritual siempre se llevó a cabo matando así a todas las reencarnaciones, pero nunca estuvo completo el ritual, ya que al único hijo del conde nunca lo pudieron encontrar y cuando lo logren encontrar el ritual estará completo y su espíritu nunca más volverá a aparecer*.
*Una vez que el joven Sasuke cumpla los 28 años, se llevara a cabo un ritual, el cual eso significa la muerte del joven y del hijo y del conde Drácula, con eso el conde desaparecerá y toda su especie también*.
Ante tal noticia no sabía como reaccionar, la cabeza le dolía, todo le daba vuelta, no sentía las piernas, y no sabía que iba a pasar después de todo esto, lo único que supo que era lo mejor para ambos era irse y tratar de encontrar a su hijo por su cuenta y salvarlo de estos monstruos. Naruto en ningún momento pensó en Sasuke, ni siquiera sabia como procesar esa parte de que era su difunta prometida y mucho más que él se habían entregado completamente a él.
—Lo siento Sasuke, pero eso nunca debido pasar—decía mientras estaba parado al pie de la cama del azabache mientras lo miraba, con sus ojos completamente rojos—Esto fue un error, pero es que yo lo necesitaba, tú eras mi presa, mi pase de oro, pero me enamore en tan solo dos meses me enamoraste completamente, y también eras mi difunta esposa, espero y algún día sepas por qué me fui, adiós Sasuke—dijo para después acercarse y darle un beso en el cachete y salir por la ventana para nunca más volver.
A LA MAÑANA SIGUIENTE.
Se podía ver a un azabache llorando a más no poder, al recibir la noticia de que la única persona que lo defendía, que lo apoyaba y que le robo su corazón, se había ido para siempre y lo que era peor, sus padres le dieron la noticia de que se iba a casar con un viejo asqueroso de 76 años de nombre Orochimaru, lo único que pudo hacer fue encerrarse en su cuarto llorando a más no poder, pero siempre con una pregunta la cual sería respondida mucho más a delante.
—Naruto, por qué te fuiste, lo que pasamos fue un error—pregunto al aire para volver a llorar y ahogarse en sus llantos.