Layla había crecido toda su vida leyendo historias de fantasía y cómics sobre todo tipo de cosas. Antes de que comenzara toda la guerra, su padre solía trabajar como escritor, por lo que su hogar estaba lleno de libros e historias, y sus favoritos siempre eran sobre vampiros.
Le encantaba todo acerca de ellos, cómo tenían que mantener su identidad en secreto para el mundo, la super-fuerza que poseían, la super velocidad y el hecho de que podrían vivir casi para siempre.
Cuando las habilidades fueron reveladas al mundo, las historias de fantasía quedaron como cosa del pasado. Mucha gente leía historias porque eran eso, fantasía. Les permitían imaginar hacer algo que nunca podrían hacer, pero ahora que los humanos tenían poderes especiales, ¿cuál era el punto?